Uno de los problemas que tenemos en la búsqueda de la felicidad es que la confundimos con el placer. Y no es que el placer sea malo, pero no es el camino para ser feliz. Mucha de la propaganda
¿Dónde se encuentra la felicidad?
Muchas veces nos preguntamos dónde se encuentra la felicidad, si en nuestro mundo interior o en el mundo externo. Una de las consultas más frecuentes que me encuentro en terapia es precisamente esa: si
A la mayoría de nosotros si nos preguntan que queremos de la vida, de un modo u otro acabaremos respondiendo que ser felices. Le daremos más o menos vueltas a la respuesta, pero al final, diremos algo de ese tipo.
Es difícil negar que muchos de nosotros tenemos entre nuestros objetivos el ser felices. El problema es que ser feliz es un estadio difícil de alcanzar y tremendamente fácil de perder. En ocasiones parece una carrera en que cuando
Leo un artículo publicado por Expansión el 12 de Junio firmado por Tino Fernández sobre la felicidad en el trabajo. Trato de ser lo más objetiva posible, pero no puedo evitar a pesar de eso sentir que se está dando
En un Blog como este en el que abogo por el pensamiento positivo (entendido como optimismo inteligente) no puedo dejar pasar las bellas palabras que nos ofrece Josep López, escritor y asesor de escritores, en la entrevista que le
Después de la entrevista en la Contra a Josep M. Esquirol, me quedé todavía con ganas de hablar un poco más sobre el concepto “tiempo” y su manejo. Lo mismo que me pasó con Marzano y el tema de
La búsqueda de la felicidad también puede enfocarse siguiendo los resultados de las más modernas investigaciones sobre cerebro y estrés:
Eduardo Punset en su libro El alma está en el cerebro nos dice:
Creo que vale la pena ser
Much@s buscan la felicidad, compran libros sobre el tema, gastan dinero en cursos, en terapias, en viajes, en bienes de consumo….. pero muy pocos son verdaderamente felices. La canción y la sabiduría popular dice que es tener “salud , dinero
Se acaban las vacaciones para la mayoría y retomamos la vida laboral después de un período más o menos largo de descanso y desconexión. Y llega el síndrome postvacacional. Es natural que después de un periodo de relajación, sin