Educación por valores
Siguiendo la serie sobre Educación que inicié y continuando a su vez con el tema de los valores, hoy me gustaría hablar de la Educación por valores. Ya advierto que no será una entrada exenta de polémica, ya que lo que voy a exponer se sale de todo aquello que nos han enseñado y que vemos como “normal”.
Priemro un pequeño cuento de la tradición zen:
En un día otoñal el maestro del monasterio reunió a los monjes y les comunicó que al día siguiente iban a recibir la visita de un Gran Maestro que estaba de peregrinación y les hacía el enorme honor de visitar su monasterio. Para honrar su presencia los monjes debían limpiar de hojas el jardín para que estuviera perfecto para la visita del Gran Maestro.
Ilusionados los discípulos con la visita, se pusieron manos a la obra y fueron recogiendo las numerosas hojas que había en el suelo, una por una y depositándolas en unos grandes sacos. Cuando acabaron su tarea estaban muy satisfechos y llamaron al Maestro para mostrarle el resultado y preguntar dónde debían tirar las hojas recogidas.
El maestro se acerco, observó el jardín con aire satisfecho pues en él no quedaba ni una sola hoja y entonces cogió los sacos y los volcó de nuevo en el jardín. Los monjes no pudieron reprimir un sonido de asombro y uno de ellos se atrevió a preguntar:
– Maestro, ¿por qué nos has hecho recoger las hojas para volverlas a tirar?
– El jardín está bien como está, con sus hojas. Pero vosotros debéis aprender que el énfasis hay que hacerlo recaer en el esfuerzo, no en el resultado. Los resultados de nuestros esfuerzos van y vienen. Pero el esfuerzo y la satisfacción por la tarea realizada, cuando se hace con placer, permanece.
Esta historia puede pareceros muy zen y por tanto alejada de nuestra cultura accidental. Por eso os invito a que leáis ahora las palabras de Ken Blanchard (del que no creo que se pueda pensar que es un autor zen) , uno de los mayores expertos en ´management´, que es entrevistado en La Contra:
Porque nuestro sistema – desde preescolar hasta la jubilación-nos está educando para que confundamos nuestra autoestima con nuestros resultados. Y forma acumuladores compulsivos obsesionados con lograr resultados cuantificables: sueldo, cargo, méritos, carrera, bienes, coches, pisos… Esos números les dan la medida de su autoestima: creen que sólo son queridos en la medida en que consiguen esas cantidades de poder y dinero.
[…]
Si amo a mi hijo, separaré claramente mi amor por él de sus resultados escolares. Mi amor es incondicional: amamos a las personas porque son únicas y son ellas y después está lo que tienen, saben o pueden hacer.
Así usted incentiva la mediocridad.
Si sólo amo al hijo en la medida en que trae buenas notas o mete goles, le haré esclavo de los resultados: siempre necesitará más dinero, más poder y más triunfos para estar satisfecho consigo mismo. Cada día saldrá a la calle en busca de su mayor dosis de resultados. Y si no los logra por las buenas, es posible que lo intente por las malas.
[…]
Si no hay nota, ¿para qué esforzarse?
Se esforzará si sabe que es un ser humano al que se le ama porque es él y con esa confianza podrá ser generoso y devolver ese amor a los demás sin exprimirlos para obtener más resultados con que conquistar su admiración, que él confunde con ese cariño que se le escapa… Esa es la diferencia entre el líder que sirve y el líder que se sirve de los demás.
Es un ejemplo más de educar por valores, de dar más importancia al SER que al Hacer. Claro que es importante lo que hagamos, pero siempre y cuando se respete lo que somos. Está claro que la obsesión por los resultados (sobre todo a corto plazo) nos ha llevado a la situación de crisis económica que vivimos ahora. Y es del todo iluso creer que las mismas actitudes y valores que nos han llevado a dónde estamos, nos van a sacar de aquí. Por tanto, aunque no podamos saber cómo de efectivos van a ser esos nuevos valores, vale la pena intentarlo. Pues peor de lo que estamos, difícilmente estaremos si hacemos de este mundo occidental un lugar más humano.
¿Cuánto apego tienes al resultado? ¿Crees que eso te favorece?
Mertxe Pasamontes
Comments
El cuento zen que has presentado es francamente maravilloso. Gracias por compartirlo.
Efectivamente, una de las mayores satisfacciones es cumplir con lo que pensamos que debe ser hecho. Si esto acarrea buenos resultados, perfecto. Si no, otro día será. Pero el resultado no depende de nosotros en bastantes ocasiones. Sobre la obra bien hecha, hecha con corazón y autenticidad, sí que tenemos control.
Sí, en alguna medida nos encontramos inmersos en una crisis de todo tipo porque se priorizan los resultados tangibles a cortísimo plazo. Y esto no funciona. Se debe hacer lo que debe ser hecho, lo que es bueno y noble, aunque acarree costes ingratos en el corto y medio plazo. Esto es fácil de decir, y muy difícil de llevar a la práctica. Pero al menos es un camino que no nos lleva a angustiosos atolladeros,
Enhorabuena por tu blog y tus artículos,
Juan Bielsa
Un punto de vista : La ” Practica/Intento” de los nuevos “Valores” nos habla de insertar un habito que no esta respaldado por el crecimiento del estado de “Ser” del padre o educador. Si no, no necesitaría practicarlo.
Por tanto aunque es interesante mantener informado al intelecto sobre la vida y valores, lo que parece mas adecuado es empezar por el orden jerárquico, a saber, el educador o padre como transmisor de los “Valores” consecuencia natural a su estado de “Ser”.
Tanto en cuanto mejore su autoestima a la vez que disminuye su inseguridad psicológica crónica condicionada que padece, esos valores se expresaran.
Intentar “valores” es actuar lo que no se siente, la naturalidad es la expresión del amor ni actúa ni miente.
Yo por tanto pregunto
Como se refleja la falta de autoestima e inseguridad psicológica en los valores que transmitimos?
Si fueras consciente del problema, que trabajarías sobre los valores o sobre la autoestima?
El tema es perfecto yo sólo tuve una hija y el día que la llevé al colegio sentí que ya la metía entre rejas para toda su vida hasta que se jubile, habrá quien no entenderá porque pensé eso,es muy fácil empezó a luchar entre sus compañeros si quería algo ,si no luchas te quedas el ultimo para todo, ella no necesito compensaciones para sacar buenas notas y tampoco premios los recibía sin notas y con notas.
Y a pesar de ello hoy en día también tiene problemas de auto estima,aunque ella no lo crea , vivimos en un mundo maldito solo el que tiene garras gana la partida los otros se quedan a mirar ,como los pobres monjes que recogen sus hojas y el maestro las vuelve a tirar,el maestro entiende el porque, pero ellos hasta que no lleguen a la altura de maestro no.
Solo avisarte que tu esfuerzo en el blog, en tu caso, va teniendo resultados 🙂
http://blogs.lainformacion.com/premiosbitacoras/2009/10/20/clasificacion-parcial-v-mejor-blog-cultural/
Estas en el puesto 24, que no esta nada mal para la cantidad y calidad de blogs que se presentan.
Felicidades.
Me encanta tu blog Mertxe. Sigue así.
Hola mira este tema es verdaderamente apasionante, ya que hemos sido preparados desde los lazos familiares a ser competitivos y crecemos en una sociedad de consumo y donde la competencia (mal interpretada por cierto) nos muestra al triunfador como exitoso; actualmente los modelos educativos ha tomado una nueva visión enfocandose en los procesos y desarrollo de los trabajos y no en los resultados.
Se estan tratando de cambiar los enfoques hacia una transformación social participativa, tratando de desplazar el individualismo, esta será una lucha educativa, social y de principios o valores donde cada uno de los protagonistas deben estar plenamente concientes de sus roles que juegan.
Si que lo es Bernardo, ya que cada vez todo es más rápido y por tanto, la única manera de poder seguir al ritmo será con modelos participativos, ya que individualmente no podemos. Cuesta de entender, cuesta de hacer el cambio, pero no va a quedar otra.
excelente paralelo entre el cuento y el enfoque educacional
vivimos con la mirada en el AFUERA el hacer…olvidando que todo emerge desde DENTRO del SER en lugar del DEBER SER
Yo lo conceptualizo haciendo una analogia con el SINDROME DEL HERMANO MAYOR, el que tiene conceptualizado que ES en funcion de su HACER, de ser un ejemplo a seguir, dejando atras quien realmente es…el desapego a los resultados es el gran paso para volver la mirada al ser..
.-= Ahora mismo, en el blog de carmen gloria: Inicio =-.
Ηola
Mе fascinó la mаnera еn que relata ѕobre el tеma.
Seguіré regreѕando еsta ωeb pаrа seguir instгuyéndomе sobre
el contenidо.
Sаludos