¿Postergas tu cambio personal?
Podemos definir el cambio personal como la acción consciente y voluntaria de la persona para mejorar su estado-estilo de vida y potenciar su desarrollo. Podemos cambiar por diversos motivos: por un deseo de mejorar, por un deseo de experimentar, porque las circunstancias externas cambian, por obligación, por aburrimiento, etc… Pero la realidad es que hay estudios que nos dicen que sólo cambiamos cuando las circunstancias externas nos presionan o cuando el malestar interno es tan grande que nos obliga a hacerlo. Y eso sucede porque la resistencia al cambio personal nos lleva a postergarlo todo lo posible.
Esta resistencia al cambio personal es algo que puedo constatar también por mi experiencia como psicoterapeuta y coach, ya que sucede en numerosas ocasiones. No obstante, me resulta chocante esa estrategia de postergación pues frecuentemente lleva a tener que hacer el cambio por obligación con nuestros recursos (tanto externos como internos) al mínimo. Pondré un par de ejemplos. Si tienes la sospecha de que te van a despedir, no has ahorrado nada, no cuentas con otras fuentes de ingresos, no has preparado ningún plan B y sólo tienes derecho a cuatro meses de paro (con suerte), si te despiden, tu margen de maniobra va a ser bastante pequeño. Es obvio que te verás en la obligación de moverte y actuar, pero el límite económico temporal, puede restarte oportunidades. Eso sería un problema que podríamos clasificar como de falta de “recursos externos”. Del mismo modo, si no te gusta tu estado-estilo de vida, tus relaciones personales, si te sientes mal, desanimado, con pocas ganas de hacer nada y esperas a caer en una depresión aguda para pedir ayuda, cuando llegues al tratamiento lo harás bajo mínimos. Tus “recursos internos”, como la motivación, la resiliencia, las ganas de salir adelante, estarán bastante mermados.
Si nos centramos en el cambio personal basado en recursos internos, las dos excusas favoritas para la postergación son el autodiagnóstico y el no querer pedir ayuda. En temas de salud física ha habido bastantes campañas para concienciar a las personas de que no se hagan sus propios diagnósticos y sobre todo que no se automediquen. Y aún así se sigue haciendo. Pero es que en salud mental ni se plantea. Mucha gente cree que puede hacerse su propio diagnóstico de lo que le sucede. Y como he dicho antes, cuando te llegan a consulta a menudo lo hacen con los recursos al mínimo y problemas añadidos de haber estado funcionando de un modo erróneo. A eso se une esa idea tan española, de que todo lo debemos resolver por nuestra cuenta. Ese prejuicio todavía tan extendido de que pedir ayuda es ser débil, o menos listo, o menos capaz. Ambas cosas sumadas, el autodiagnóstico y la resistencia a pedir ayuda, son dos de los grandes postergadores del cambio.
Ir a un psicólogo a que te oriente, no es ser menos sino usar una estrategia de optimización de tu tiempo y tus recursos. No se va al psicólogo porque uno no sea capaz de salir solo de determinadas situaciones. Se va para conocer nuevos modos de afrontar las cosas, para tener un punto de vista objetivo y profesional, para aprovechar la experiencia de alguien que se dedica continuamente a estudiar y aprender los mejores modos de superar las situaciones y para hacer el cambio más rápido y con menor sufrimiento. Y para estar seguros de que tendremos el mejor diagnóstico propio y de la situación posible.
Es posible que te estés diciendo, sí, muy bien, pero si estoy bien como estoy ¿para qué tengo que cambiar? El cambio es la única cosa constante en la vida. No podemos quedarnos anclados a nuestra zona de confort y pensar que nada va a modificarse. Siempre habrá cosas que cambien, queramos o no. Por eso es conveniente conocerse a uno mismo, saber qué cosas nos perturban, aprender nuevos modos de afrontarlas, crecer como personas, aspirar a mayores cotas de bienestar y a fluir más con la vida. Y confiar en que si hemos hecho ese proceso de desarrollo y evolución personal , cuando nos vengan mal dadas, podremos afrontar la situación en plenitud de recursos. Así que no esperes más, empieza ahora. Y ya sabes que en ese proceso puedes contar conmigo.
¿Qué cambios personales te planteas para este año?¿Vas a contar con ayuda externa para hacerlos?
Mertxe Pasamontes
Comments