Cómo superar el miedo
Vivir con miedo o superar el miedo
Superar el miedo te puede cambiar la vida. Aunque no sea una tarea sencilla hay que aprender a vivir en momentos de temor e incertidumbre. Porque nos guste o no, queramos o no, en muchos momentos de la vida vamos a estar en una posición incómoda y eso puede provocar que vivamos en un estado de angustia e incluso de miedo. Desgraciadamente no es algo que esté en nuestra mano decidir, que esas situaciones lleguen o no, como es el caso de la pandemia del Covid 19 que estamos viviendo y la consecuencia que eso está teniendo y pueda llegar a tener. dada esa situación lo único que podemos hacer es ver cómo nos lo tomamos.
Os recomiendo para una visión rápida el post Mundo post-covid: 10 claves para vivir en él.
Indefensión aprendida
Como ya comenté en un post titulado Sin miedo a la vida, vivir con miedo es una de las experiencias más incapacitantes que podemos tener. De hecho, hay un tipo de depresión que se genera de la sensación que en psicología llamamos de indefensión aprendida.
La indefensión aprendida es un estado en el que sentimos que hagamos lo que hagamos no podemos salir de la situación en la que nos encontramos.
El miedo en nuestro cerebro
Hay una escena de la mítica película Blade Runner en que sale justamente una alusión al miedo y que creo que te puede interesar ver. A veces las imágenes se graban mejor en nuestro cerebro.
Como decía el replicante Roy al policía Deckard a punto de caerse al vacío: ¿Es toda una experiencia vivir con miedo, verdad?. En eso consiste ser esclavo. Porque el miedo es una de las emociones más primarias que tenemos que procede justamente del sistema límbico, nuestro cerebro emocional y que tiene una función absolutamente imprescindible: procurar nuestra supervivencia. Este sistema se activaría de la siguiente forma: detecta un estímulo externo potencialmente amenazante (el famoso ejemplo del león en la sabana), manda una señal de alerta al resto de núcleos del sistema límbico y se activan hormonas que nos capacitan para la lucha, la huida o la paralización ya igual la mejor opción es esconderse o hacerse el muerto. Pasada la potencial amenaza el cuerpo vuelve poco a poco a su estado normal y se recupera. El problema, es que nuestro córtex, nuestra gran capacidad de pensar hace que podamos generar “amenazas” aunque estén sólo dentro de nuestra cabeza. Los seres humanos no necesitamos que haya ningún peligro real para sentir miedo. Así es como se genera el estrés crónico, activando un estado constante de supervivencia ante amenazas reales o imaginadas.
Superar el miedo
Superar el miedo no es sencillo porque los humanos tenemos la capacidad de reactivar esas amenazas y toda la reacción fisiológica que comportan, cada vez que pensamos en ellas. Y no basta con dejar de pensar en esas cosas “amenazantes” como algunas veces nos pretenden hacer creer. Ante ese hecho , hay varias opciones a seguir, según sea la situación. Cada cuál que se aplique la que mejor le vaya con su caso y su personalidad. O incluso mejor todavía, que aplique varias, ya que no son incompatibles:
– Primer paso: reconocerlo y aceptarlo. No podemos luchar contra algo que negamos tener. Tener miedo no es algo de que debamos avergonzarnos, así que admitirlo es el primer paso.
– Segundo paso: Aplicar un conjunto de métodos que provienen de la psicología cognitiva y suponen enfrentarse a las distorsiones cognitivas. Os recomiendo el post al respecto, ya que son técnicas desde lo racional que pueden ser de gran utilidad. Aunque también es cierto que no son lo suficientemente eficaces para algunas personas. Pero es importante entender que existen esas distorsiones y darse cuenta de que parte de esos miedos tienen que ver con el modo en que leemos la realidad, con nuestro mapa mental. Como decía Tagore: leemos mal el mundo y pensamos que nos engaña.
– Tercer paso: Darse cuenta de que “experiencias pasadas” no tienen porqué predecir experiencias futuras. Es posible que ese “miedo” que tengas lo aprendieras en una situación concreta y lo generalizaras a otras. Puede ser que esas otras no estén tan relacionadas con la primera como pudiera parecer. Y también es posible que ahora tengas recursos que no tenías cuando se dio la situación inicial.
– Cuarto paso: Aprender a focalizar la atención en el aquí y ahora. Una mente demasiado “suelta” puede ir en nuestra contra, volando hacia un futuro que podemos visualizar como amenazador. Hay muchos métodos que nos ayudan a poner la atención en el momento presente. El más rápido y eficaz es la práctica del Mindfulness. Aquí tienes un breve curso gratuito para iniciarte en esa practica.
– Quinto paso: Atreverse a soltar. Es realmente una de las más complicadas ya que supone aceptar que no podemos controlarlo todo pero aún y así, podemos hacer las cosas que tememos. Como dijo Ray Bradbury: Ve al borde del precipicio y salta. Constrúyete las alas mientras caes. Porque a veces tenemos miedo del propio miedo, de no saber qué va a pasar y cuando lo soltamos, con confianza de que crearemos las alas, se disuelve. Usa esta opción sólo si sientes que bajo la capa del miedo, hay una verdadera confianza. No es fácil de ver, ya te advierto. Pero cuando sucede, es increíble.
–Sexto paso: Si con esta lista no te es suficiente o si no sabes cómo aplicarlo en tu caso, acude a terapia. La única opción no válida es seguir viviendo con miedo.
Conclusiones
Lo único que no podemos hacer, como decía la frase de Blade Runner, es seguir siendo esclavos. Estar paralizados por el temor y mientras tanto no vivir. Es posible que nos equivoquemos, es posible que pasemos por alto algún peligro y suframos alguna consecuencia. Pero estaremos viviendo. Recuerdo aquí las sabias palabras de Punset, la pregunta no es si hay vida después de la muerte, sino si hay vida antes de la muerte.
¿Te paraliza el miedo? ¿Te sientes vivo?
Comments
Yo soy muy cobarde, pero he decidido que lo peor es que me gane el miedo, por lo que me obligo a lanzarme y que sea lo que sea… Me digo a mi misma: 1, 2 y 3 y me tiro a la piscina… Un poco primario el método; pero creo que lo peor es no intentarlo; el fracaso se supera y te enseña muchas cosas, pero la sensación que me provoca pensar “que hubiera pasado si me hubiera atrevido a” me parece tremenda… Así que mi simple método es 1, 2, 3 y a saltar sin pensar demasiado. Y ya se verá que pasa… 🙂
El futuro tiene muchos nombres: para el debil es lo inalcanzable, para el miedoso, lo desconocido. Para el valiente, la oportunidad.
HUGO, Victor
El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son.
LIVIO, Tito
Quedarse en lo conocido por miedo a lo desconocido, equivale a mantenerse con vida pero no vivir.
Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.
SIRO, Publio
“Un verdadero perdedor es alguien que tiene tanto miedo a no ganar que no lo intenta”. Grandpa, en la película Little Miss Sunshine, 2006