Educación emocional y autoconocimiento

Daniel Goleman con su libro Inteligencia emocional escrito en el año 1995 nos abrió a un nuevo mundo: el mundo emocional. Hasta entonces habíamos estado gobernados por el imperio de la razón y la inteligencia y las emociones parecían algo de segunda fila, incluso una especie de estorbo que debíamos soportar como mejor pudiéramos. Pero Goleman puso las emociones en el centro del debate y encima tuvo la osadía de vincularlas al término Inteligencia, diciéndonos que quién tenía esa Inteligencia emocional, estaba mejor preparado para ir por el mundo e incluso para triunfar en aquello que se propusiera. Era pues un buen equipamiento, con la ventaja añadida de que si no venía de serie, podíamos incorporarlo (y surgieron montones de cursos para aprender a tener inteligencia emocional, yo incluso fui docente de alguno). El propio Goleman apoyaba proyectos de educación emocional.
¿En que consisten las 5 competencias emocionales básicas (y aquí alguno se estará diciendo, eso ya me lo se )
– Conocimiento de las propias emociones
– Capacidad para controlar las emociones
– Capacidad para motivarse a uno mismo
– Reconocimiento de las emociones ajenas
No se si leídas las competencias emocionales, ese que ya se lo sabía, puede seguir diciendo que domina todos esos ámbitos y habilidades. Y aprovecho aquí para citar las palabras que Eduard Punset a raíz de una entrevista que le hacen en el Periódico nos dice:
Sabemos cómo entrenar la razón,¿pero cómo se entrena la intuición?
–No sabemos nada. Nothing. Y ese es nuestro gran drama.
¿Cómo se cambia esa situación?
-Prestándole atención a las emociones, que son la raíz de la mayoría de nuestras decisiones. Yo sé, positivamente, que en los próximos 50 años vamos a dedicar mucho tiempo a aprender a gestionar nuestras emociones. Nos va nuestra felicidad en ello. La nuestra no, la de las próximas generaciones. Porque en esto hay que empezar desde el vientre materno. La educación es clave.
Hace cinco meses nació mi hijo. ¿Estoy a tiempo de evitar que sea otro analfabeto emocional? ¿Qué le cuento?
–Hay dos cosas que debe incorporar a la cabeza de ese niño antes de que cumpla siete años para que sea un adulto feliz. Primero: debe lograr que alcance una cierta autoestima y seguridad en sí mismo para lidiar con el vecino, y esto se le introduce dándole confianza en sus propios recursos. Segundo: ese niño debe ser tratado de forma tal que le queden ganas y curiosidad para seguir profundizando en el conocimiento de las cosas y de los demás.
[…]
¿El mejor cerebro es el de la persona más inteligente o el de la más feliz?
–Antes miremos qué es inteligencia. Los primatólogos han demostrado que la inteligencia precisa de tres cosas: una cierta flexibilidad para cambiar de opinión, una capacidad de representación mental para predecir lo que va a ocurrir y un cierto nivel de complejidad neuronal. Fíjese qué dato: el cerebro más inteligente es el más flexible.
Leídas las palabras de Punset parece claro que la educación emocional es imprescindible y que aunque confía en que se haga en los próximos años, de momento se ha hecho poco en ese ámbito a pesar de que el libro de Goleman es como he dicho del 1995. Habría mucho que decir de por qué se sigue arrinconando a la inteligencia emocional, pero esa resistencia al cambio, esa rigidez a la hora de modificar patrones educativos no es lo que precisamente caracteriza a un cerebro inteligente, en palabras del mismo Punset.
Tal vez no podamos cambiar el sistema educativo, pero podemos intentar incidir en nosotros mismos y aprender a utilizar las cinco competencias emocionales nombradas (sí, esas que muchos ya se sabían¡) y educar a nuestros hijos para que también lo hagan. Puede ser un método para ser más felices un poco más complejo que el que plantean algunos libros de autoayuda fáciles y rápidos, pero los resultados tampoco serán tan breves y efímeros. No será un camino tan sencillo, pero haciendo una buena búsqueda y separando el grano de la paja hay muchos libros que hablan de cómo hacerlo y buenos profesionales que también pueden ayudar mucho en el proceso.
¿Piensas que eres competente emocionalmente? ¿en las cinco áreas?
Mertxe Pasamontes
Comments
Hola Mertxe,
¿podrias recomendarme algunos libros?, me gustaria aprender algo sobre este tema.
Un saludo.
El primero y fundamental es el de Goleman. ¿Lo has leído?
Hola, he leído la entrevista a Eduard Punset, que me ha parecido muy interesante, sobre todo el párrafo que citas. Creo que la inteligencia emocional es un «redescubrimiento» que aporta mucha luz a la humanidad, tras siglos de racionalidad (aunque peque de pretenciosa, y sin querer dármelas de feminista ni nada parecido, incluso me atrevo a decir que las emociones habían sido olvidadas porque generaciones de Hombres las habían considerado una especie de «patrimonio Femenino» y, por tanto, de menor valor). Y sin embargo, ahora «se dice» que las emociones nos dominan aunque, para justificarlas, las cubramos bajo un manto de «aparente» racionalidad y coherencia. Saber identificar las emociones que nos embargan nos permite tomar distancia ante cualquier situación y saber actuar correctamente. ¿Es o no importante?
.-= Ahora mismo, en el blog de Pilar de Tera: ¿A quién beneficia la guerra? =-.
Ya imaginas Pilar la respuesta a tu pregunta, para mi es fundamental.
Mertxe, si he leído Inteligencia Emocional de Daniel Goleman y Porque somos como somos de Punset, que también hace alusión a las emociones y nuestro comportamiento.
¿cual mas podrías recomendarme?
Un saludo.
El viaje a la felicidad y El lama está en el cerebro de Punset están también muy bien. A partir de ahí depende de que aspectos quisieras trabajar de la Inteligencia emocional. Goleman también tiene uno de IE aplicada.
Buenas Mertxe, ayer vi tu post sobre la inteligencia emocional y pensé que era tu respuesta al mío, hasta que he visto tu comentario. A lo mejor si que hay una conexión mística entre personas que se aprecian aunque no tengamos los mismos puntos de vista. 😉
Lo de criticar a Goleman es una licencia poética. En realidad lo que me preocupa es que lo emocional acabe convirtiéndose en un elemento paralizador para hacer lo que hay que hacer.
Precisamente, hace unos días debatía con otra persona que el coaching puede convertirse en algo así como en un analgésico emocional que, igual que una medicina, puede tener efectos secundarios (somnolencia, lentitud de reacción,…). Le decía que existe el peligro de que un Coach, se acabe convirtiendo en un Couch (sofá) en el que te sientes tan cómodo que dejas de hacer lo que debes.
Un abrazo muy fuerte y que sigamos teniendo puntos de vista diferentes pero complementarios.
Hola Andrés
Cuando vi tu post me quedé de piedra, parecía realmente que estuviéramos sintonizados!De todas formas yo opino como tu, son post complementarios. El problema es quedarse a medias, en lo que sea ;). El autoconocimiento emocional, la aplicación de la IE es un medio, pero no el fin. Es un medio para estar mejor y a partir de ahí poder hacer cosas. Sigo pensando lo mismo que puse en tu Blog. El que se queda sólo en una parte, como la persona que viene a sesiones de coaching y luego no pasa a la acción, es que realmente no pensaba hacerlo. Existen momentos de bloqueo que hay que tratar y momentos de retroceso que hay que aceptar, pero el cambio, el camino hacia adelante es posible. Otro caso sería el de los clientes que vienen a terapia, no a coaching con problemas a veces muy graves. Tienen otro ritmo y hay que entenderlo y acompañarlo, pero es obvio que en esos casos la IE no basta.