Síndrome postvacacional
Cada año por estas fechas surgen los artículos que hablan del Síndrome postvacacional, que podríamos definir como un repertorio de síntomas no muy graves y de escasa duración (dos o tres semanas) que se producen a la vuelta de vacaciones la reincorporarse al trabajo habitual (desánimo, cansancio, insomnio, nerviosismo, etc).
Este año parece que la moda está en decir que dicho síndrome no existe y que no debemos patologizar la vida cotidiana. Es posible que no tenga que considerarse un síndrome (entendido como entidad clínica, como lo puede ser una depresión) pero también es cierto que para muchas personas la adaptación al trabajo no es ni mucho menos fácil.
¿De qué depende? De una ecuación en que en un lado estaría lo bien que lo hayas pasado en vacaciones y en el otro lo mal que te sientas en el trabajo. Si tus vacaciones han sido fantásticas y en tu trabajo hay mucho estrés y un mal ambiente tremendo, la vuelta será especialmente dura. No se trata de patologizar, pero tampoco de minimizar el malestar que pueden sentir muchas personas en este momento, tras la vuelta a la cotidianidad.
¿Qué podemos hacer ante esto? Pues como siempre venimos diciendo, todo depende de cómo te lo tomes. Sin descartar la idea de que un “síndrome postvacaional” acusado es casi una invitación a buscar otro trabajo, en el caso de que por alguna razón no quieras/puedas marcharte, hay que tratar de minimizar el impacto. Algunas cosas a hacer:
– Trata de ver lo que si te gusta de ese trabajo y que podrías hacer para mejorar los aspectos que te desagradan. Valora también todo lo que tiene de positivo y deja de momento de lado lo negativo (podría ser peor!).
– Intenta realizar alguna actividad de ocio entre semana, no sólo el fin de semana y si puede ser ten algo de contacto con la naturaleza. Lo ideal es tener algún hobby.
– El ejercicio, algún deporte que te agrade o actividad física, también ayudan a sentirse mejor.
– No entres en las conversaciones sobre quejas y mal humor de algunos compañeros. Recuerda que las emociones se contagian.
– Trata de no acumular estrés. Es más fácil no cargarse que descargarse después. Aunque parezca imposible, es como todo, un hábito.
– Utiliza al máximo el humor (igual que en vacaciones, cuando ante un contratiempo dices: no vale la pena agobiarse estamos de vacaciones!). Dilo ahora también: no vale la pena agobiarse, estamos viviendo.
– Si todo esto no te sirve y piensas que la mejor opción es cambiar, consulta las entradas sobre Coaching para ver que preguntas puedes empezar haciéndote para preparar la salida.
¿Qué vas a hacer a la vuelta al trabajo? ¿Quejarte de todo y dejarte llevar o decidir tú mismo como te quieres sentir?
Mertxe Pasamontes
Comments
Las quejas son el lenguaje de la derrota.
GRANE, Frank
Si tu mal tiene remedio ¿por qué te quejas?. Si no lo tiene ¿por qué te quejas?.Entonces,trata de buscar alternativas, será más efectivo.
Hola Nick, creo que esta última cita es un proverbio chino, a continuación citaré alguna otra a ver que os parecen(los dos primeros son proverbios chinos):
Disfruta hoy. Es más tarde de lo que crees.
Si te sientas en el camino, ponte de frente a lo que aún has de andar y de espaldas a lo que ya has andado.
No te arrepientas del tiempo perdido, forma parte dela vida, del día a día, lo malo es que siguas perdiendo el que queda por vivir.
El reto de cada uno de nosotros es en última instancia poder estar solos, sin miedo y felices de ser exactamente lo que somos.
Saludos.
Eso del síndrome no será un excusa para la vaguez provocada por el calor veraniego?
saludos
Cierto,es un proverbio chino. A por ello.