Encontrar el sentido de la vida
Una de las grandes preguntas
Una de las grandes preguntas que siempre se plantea la humanidad es cuál es el sentido de la vida. A ello han tratado de responder las religiones, la filosofía, los más altos pensadores, la ciencia… Pero posiblemente la única respuesta que sirve es aquella que te sirve a ti, que conecta con algo profundo de tu corazón y te hace sentir que esa es tu respuesta. También los hay más escépticos que simplemente dicen que el sentido de la vida es vivirla. Pero aún y así con esa respuesta, hay que saber cómo hacerlo, porqué valores guiarse, cuál es ese “algo”, normalmente difícil de explicar en palabras, que hace que sientas que ese es el camino que debes seguir.
Puedes pensar que no es necesario conocer ese sentido de la vida que con ser feliz o estar bien es suficiente. Y puede que sea cierto. Pero un artículo del Journal of Positive Psychology comenta que tener una vida con sentido y ser felices son aspectos que muchas veces confluyen pero también que tienen algunas distinciones. Sentirse bien y tener las necesidades cubiertas nos hace sentirnos felices pero no da sentido a nuestras vidas en sí mismo. Las personas felices son capaces de vivir en el momento presente, pero para tener una sensación de sentido de la vida hay que poder vincular de algún modo pasado presente y futuro. Necesitamos tener la sensación de que los puntos se unen. Y ese es otro grado de felicidad u otro tipo de felicidad, tal vez más sutil, pero que te proporciona mayor plenitud y satisfacción.
Cuál es el sentido de la vida
Para algunos ese sentido es algo trascendente como Dios, tener un buen karma o entregar tu vida a unos ideales. Para otros son cosas más mundanas, pero no por ello menos importantes, como tener una familia, tener una buena carrera profesional o dedicarse a conocer el mundo. Y para otros es estar en el aquí y ahora, ser capaces de disfrutar de cada momento. Lee el siguiente cuento tradicional:
Cuenta una historia que el sabio Confucio animó a uno de sus discípulos a caminar por un bosque. Mientras el maestro paseaba distraídamente, silbando y observando los árboles y los pájaros con los que iba cruzándose por el camino, su acompañante parecía nervioso e inquieto. No tenía ni idea de adónde se dirigían. Harto de esperar, finalmente el discípulo rompió su silencio y le preguntó: ¿Adónde vamos? Y Confucio, con una amable sonrisa en su rostro, le contestó: Ya estamos.
Es posible que el truco para encontrar ese sentido, sea coger lo mejor de los dos mundos, ser capaces de estar en el aquí y ahora y disfrutar de cada pequeña cosa del día a día y a la vez, conectar con nuestra llamada interior y con esa visión única y personal, y darle a nuestra existencia un sentido más allá de nosotros mismos, más allá de lo cotidiano. Es como tener un pie en cada mundo y aprender cuándo toca simplemente relajarse y disfrutar del calor del sol en la cara o de esas gotas de lluvia que nos salpican y cuándo toca seguir con esa misión particular que sentimos que es la nuestra. Lograrlo puede ser todo un desafío pero a la vez una puerta abierta a sentirnos realmente felices y en plenitud.
Cómo encontrar el sentido de la vida
– Lo primero es que te conozcas. Si no te conoces no puedes saber qué quieres, ni porqué lo quieres ni para qué lo quieres. Es posible que vivas dominado por el ego, por tu yo ideal, y ni siquiera seas consciente de ello. Y ese yo ideal, aunque sea sutilmente, te lleva por un camino que no da la felicidad ni el sentido de la vida. Para conocerte, lo mejor es la ayuda externa porqué uno mismo está demasiado sumido en sí mismo para ver según que cosas. Para eso puedo recomendarte la terapia de autoconocimiento y también mi curso Dueño de tus emociones, Capitán de tu destino que dedica una buena parte de sus módulos a encontrar ese sentido. Lo puedes hacer desde casa, a tu propio ritmo y lo tendrás siempre accesible.
– La práctica del mindfulness. Está demostrado que la práctica del mindfulness, incluso un breve curso de ocho semanas, aumenta la capacidad de ser empático y compasivo con los otros y por tanto la conducta altruista que es uno de los modos de sentirte conectado con los demás y tener sensación de sentido. Esta práctica influye también en los genes que regulan la capacidad de recuperarse del estrés lo que hace que te sientas más feliz y relajado. Y es una gran manera para autoconocerte y poder conectar con tus deseos más profundos. Te ayuda también a escuchar tu voz interior y poder así saber cuál es tu llamada, para qué te sientes realmente llamado. En este camino también puedo ayudarte con el curso citado o si estás en Barcelona con un curso presencial de Introducción al Mindfulness.
Como ves te muestro varios caminos para que tú mismo puedas responder a esa transcendente pregunta. Claro que tienes la opción de ir viviendo y no preguntarte nada. Pero si ya ha surgido en ti la pregunta, te aseguro que no pararás hasta obtener la respuesta. Y lo mejor de todo es que cuando la encuentres, sabrás que realmente ha valido la pena el esfuerzo.
¿Has encontrado ya el sentido de tu vida?