Cómo dejar de procrastinar
Qué es procrastinar
Uno de los problemas más frecuente en las personas es el hecho de procrastinar, de postergar lo que tienen que hacer. Desde el estudiante que espera al día antes del examen para ponerse a estudiar hasta el empleado que realiza un informe en la fecha límite de entrega. Con todos los nervios y errores que eso supone. Pero ¿hace eso que la siguiente vez esa persona decida hacerlo antes? La mayoría de las veces no, la procrastinación es un hábito. Una muy buena definición de procrastinación y que nos da muchas pistas es esta:
La procrastinación, postergación o posposición es la acción o hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras situaciones más irrelevantes o agradables.
Se trata de un trastorno del comportamiento que tiene su raíz en la asociación de la acción a realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad (estrés). Éste puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico (como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad generado ante una tarea pendiente de concluir. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador, desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante, por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo importante es supeditado a lo urgente.
Procrastinar es también un mal hábito, un mal aprendizaje. En algún momento de nuestra vida, normalmente entre la infancia y la adolescencia, nos hemos habituado a dejar las cosas para el último momento, a postergar la incomodidad que nos supone hacerlas. Esto obedece también a una especie de “creencia mágica” en que las cosas se van dejando y al final “se disuelven”. El problema es que la mayoría de las veces eso no sucede y la montaña de platos se va acumulando en el fregadero, cada vez más resecos y difíciles de limpiar, o ya no te queda ni una camisa planchada para ponerte o tienes que entregar ese informe que te han pedido y estás corriendo y sudando al límite, haciéndolo bajo esa presión mucho peor de lo que lo hubieras hecho con tiempo. Porque es falso que esa activación sea un estímulo motivador, lo único que hace es sacarte del letargo, pero no te hace rendir mejor. Y es algo que ya se ha comprobado en varios estudios.
Procrastinar a veces también es un problema con la demora de la gratificación. Haces primero lo que te viene de gusto hacer y dejas para más tarde lo que no te apetece. Numerosos estudios han demostrado que uno de los predictores de éxito en la vida es esa capacidad de demorar la gratificación y hacer primero lo que es importante hacer. Eso no quiere decir que te convierta en un soldado prusiano totalmente disciplinado, pero sí que has de ser capaz de ver más allá del momento presente si quieres conseguir tu metas.
Algunos consejos para dejar de procrastinar:
- Conecta con lo que de verdad te gusta. Muchas actividades las postergas porque en realidad no te interesan. Te has convencido de que te interesan, pero no es cierto. Así que lo primero es que elijas bien. Por eso te ofrezco en mi curso online Dueño de tus emociones, Capitán de tu destino la posibilidad de conectar con tu elemento, con tu pasión, para que hagas cosas que de verdad está alienadas contigo.
- Practicar Mindfulness. El Mindfulnes te ayuda a dirigir tu atención y a poner el foco en donde quieres ponerlo. Tienes un mayor control de tu mente. Y donde va la atención, va la energía. Ya sabes que en el curso comentado harás una introducción al Mindfulness. Y también puedes hacerla conmigo de manera presencial en Barcelona a partir de octubre. Creo que el Mindfulness es una de las prácticas esenciales para la satisfacción en la vida.
- También hay interesantes cursos que te enseñan a organizarte, como el de Jeroen Sangers de Efectividad en tu día a día. Un primer paso para organizarse puede ser saber cómo hacerlo.
- Otro paso a realizar es fortalecer tu resiliencia. Existen herramientas y prácticas para hacerlo que te expliqué en un anterior post. Échales un vistazo.
- Sal del autoengaño del “ya lo haré mañana”. Pon fecha a tus decisiones y ponte en ello. Un ejemplo típico es Dejar de fumar. Hazlo. Nunca es demasiado pronto para dejar de fumar. Y además ahora te ofrezco un método fácil para hacerlo. No desaproveches la oportunidad de hacerlo.
Lo bueno de los hábitos es que se pueden cambiar. Sólo tienes que querer hacerlo y poner los medios. Ese fortalecimiento de la autodisciplina te servirá muchas veces en la vida. Y no vas a dejar de poder relajarte por ello, de hecho te vas a relajar mejor porqué tendrás ya las tareas hechas. Y lo que está hecho deja de ocupar espacio en tu cabeza y te hace sentir mejor, más liviano. Y disfrutas más ya que al final de lo que se trata es de eso, de tener más tiempo para disfrutar más. Como dijo el novelista Charle Reade: Siembra un acto y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino.
¿Tienes el hábito de procrastinar?
Mertxe Pasamontes
Comments
¡Enhorabuena por la materia! ¡Grandes consejos! Gracias: D