Como conecté con los caballos
Hoy os quiero presentar una nueva actividad, de Terapia y Coaching asistido por caballos, que he lanzado junto a los grandes profesionales del Centro de Alto rendimiento Esteve Barranco. Pero en este post, más que explicaros en que consistirán las actividades y qué podéis obtener con ellas, os quiero explicar porqué estoy haciendo esto.
Así que ahí va mi historia personal:
Desde hacía años, me había llamado la atención aprender a montar a caballo, pero no había encontrado la ocasión para hacerlo. Pero finalmente en septiembre del 2011, encontré un lugar para aprender con un precio razonable. Empezamos a tomar clase mi pareja y yo. Hacíamos las clases los dos juntos, aprendiendo en un principio los fundamentos: paso, trote, trote sentado y empezar a manejarse ahí…. Cuando llevábamos unas 12 clases, mi pareja tuvo un accidente de moto y se rompió la clavícula, por lo que dejó de montar. La primera clase después del accidente, yo iba un poco nerviosa, tenía que ir a montar sola, él me quiso acompañar pero estaba ahí incómodo con su clavícula operada, yo había pasado el susto y los nervios del accidente y la operación…Y encima me tocó otra profesora a la que conocía menos y con la que no tenía tanta confianza. El caballo que yo montaba era de más nivel que mi nivel (una principiante), pero mientras habíamos estado dos en la pista, la cosa más o menos había funcionado pues el mío seguía al otro y era más sencillo de manejar. Ese día al poco de empezar la clase se torció todo. El caballo se iba por donde quería, yo cada vez lo podía controlar menos, la profesora apretaba para que lo hiciera obedecer. A mi no me salía y cada vez me sentí más bloqueada, en fin, en lugar de ser un rato de relajación estaba yendo fatal. La profesora trató de ponerlo un poco en orden montándolo ella y luego con la cuerda. Pero cuando me monté yo, de nuevo se ponía a dar vueltas y a hacer lo que quería. La cosa fue de mal en peor hasta que me bloqueé totalmente y empecé a tener miedo y me quise bajar pues tenía la sensación de que el caballo se estaba poniendo cada vez más nervioso y me iba a tirar al suelo. Al final vino la otra profesora, la que me conocía más y me dijo que no podía irme a casa de ese modo, y me hizo subirme a la cuerda. Yo no quería ni subir, lo veía muy nervioso y me daba miedo. Pero echando los restos me subí y estuve trotando a la cuerda. Cuando ya me había relajado un poco, lo soltó de la cuerda, y me dijo que soltara las riendas y me dejara caer abrazándole el cuello. No puedo explicar la sensación que tuve, porqué no hay palabras. Sólo se que el mismo animal que unos momentos antes me estaba asustando, estaba ahí quieto y tranquilo, sin moverse y dejando que le abrazara del cuello. Las lágrimas caían de mis ojos al sentir la intensidad de la conexión que se estaba produciendo. Luego me bajé y me senté en el suelo, a unos metros del caballo. Vino hacia mi y me tocaba con la cabeza. Luego me seguía cuando yo caminaba. Nada de eso había sucedido antes en ninguna clase. Era como si hubiéramos conectado a otro nivel, como si el animal hubiera absorbido todos mis nervios de los días pasados. Yo caminaba junto a él totalmente relajada. Entonces comprendí el gran potencial que tenía el contacto con los caballos, la magia que podía producirse en un instante, sin palabras, sólo estando ahí el uno junto al otro. Y poco a poco fui pensando cómo podía servirle eso a las personas con la que yo trabajaba.
De ahí nació la idea de este proyecto que hoy os presento de la única manera que podía hacerlo, desde mi propia experiencia. Desde ese día han habido muchas más experiencias y en todas ellas he tenido claro, que el caballo sabe, incluso mejor que yo misma, cómo estoy de verdad, cuáles son mis verdaderas emociones en cada momento. Sólo pueden conectar con la verdad que tu cuerpo expresa. Ojalá un día, os deis la oportunidad de vivirlo.
Si queréis más información de la Terapia con caballos o del Coaching o Talleres, la encantaréis en los links.
Mertxe Pasamontes
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Comments
Me ha encantado tu post, sencillo, sin complicaciones, de forma llana y sin elaborados razonamientos, sólo uno terriblemente efectivo, el de “a mi me está funcionado”. Sólo por ello inspiras credibilidad y coraje. También me gusta esta forma de mezclar la energia animal con la energía humana y entender que a pesar de considerarnos “evolucionados” tenemos mucha sabiduría que aprender de la naturaleza más “natural”.
Así mismo te deseo mucha suerte y amor en este nuevo camino que sugiere mucha autenticidad y del que de bien seguro tomaré algunas clases para que me ayudes a contactar con los caballos y con mi caballo interno (centro instintivo/espiritual).
Gracias Gerard, por comprenderlo tan bien.
Has explicado la realidad vivida con los caballos hasta la fecha. Me gusta leerte, se que lo has pasado mal en ocasiones pero ahora disfrutas del caballo y de su entorno y está más feliz aunque no te des cuenta de ello es como si hubieses practicado una comunión con el animal.
Yo solo puedo añadiros que hice una práctica de Coaching con el caballo más grande que había tenido cerca fue una experiencia que deseo volver a pasar es muy gratificante estar cerca y sola del caballo se mueven unos sentimientos que solo con el puedes sentir, animaros a probarlo.
Me gusta este post tan personal donde hablas de tu pareja y tu experiencia con el caballo tras el accidente. Y cómo el caballo actuó de catalizador de una catarsis necesaria. Y la entrega y paz posterior. Muy sugerente. Dan ganas de hacer una sesión de coaching con caballos.
Es lo que tiene hablar desde la propia experiencia Paula. 🙂
Al leer el post y ver la foto me doy cuenta de lo que es de verdad conectar con el fluir de la vida. Te deseo todo lo mejor en tú elemento.
Pues así es Nick, uno de mis elementos…