Algunos pasos para soltar el resentimiento
Una de las cosas que más nos perjudica es tener resentimiento. Estar resentido significa vivir atado al pasado, a unos acontecimientos que ya no podemos cambiar. Es dejar además que hechos del pasado nos condicionen nuestro presente. Es vivir con amargura. Hay personas que viven aferradas al pasado, como si en lugar de avanzar por la vida mirando hacia adelante lo hicieran mirando hacia atrás. Es bastante obvio que eso no resulta ni práctico ni sano.
Cuando las personas no se comportan según lo esperado, cuando nos decepcionan, cuando nos hacen daño, es normal que nos sintamos mal. Ese dolor puede durar un cierto tiempo y es lógico que así sea. Pero si se prolonga excesivamente en el tiempo empieza a ser un problema que excede en la mayoría de los casos aquello que lo causó. Es posible que tu pareja te dejara y te hiciera sentir muy mal. Pero seguir dándole vueltas tres años después y pensando que nunca podrás tener pareja de nuevo por aquello que te pasó, es a todas luces exagerado. Si a eso le añadimos sentimientos de animadversión o incluso odio hacia aquellos que causaron nuestra desdicha tenemos un problema aún mayor. Porque el principal perjudicado de esa actitud, aunque te cueste verlo, eres tú mismo. Y eso te daña física y psíquicamente. Recuerda lo que dice el aforismo popular: el rencor es un veneno que te tomas tu esperando que dañe a otro.
Olvidar es liberador. Y perdonar aún lo es más. Es cierto que a veces hay cosas que consideramos imperdonables, pero no hay que olvidar que no lo hacemos por el otro, sino por nosotros mismos. Odiar a alguien o guardarle rencor exige gastar una energía, unos pensamientos y un tiempo en eso. Y ese tiempo y esa energía no podemos dedicarlos a otras cosas más provechosas. Además se trata de una “energía negativa”, algo que no contribuye en ninguna medida a que nos sintamos bien. Los pensamientos negativos liberan sustancias en nuestro organismos, como el cortisol, que son estresores.
Algunos pasos que pueden ayudarte a soltar el resentimiento son:
– En primer lugar contextualiza lo que sucedió y recoge la mayor cantidad de datos posible.No es que con esto vayas a conseguir ser totalmnete objetivo, pero tener más datos ayuda a no ser tan subjetivo en el juicio.
– Analiza si puedes pedirle algún tipo de reparación o compensación a la otra persona. A veces no hay que resignarse sino que hay que pedir lo que es justo.
Si realmente no hay nada que hacer para reparar el daño producido pasa a los siguientes pasos :
– Amplia un poco lo que hiciste en el primer punto y trata de ver cómo contribuiste tú a que se diera esa situación. No es cuestión de que te culpabilices pero sí de que asumas tu parte.
– Asume que las personas no siempre actúan como nosotros pensamos que lo harán o deseamos. Es algo que decimos saber pero que con mucha frecuencia olvidamos y no aplicamos.
– Entiende que los otros tienen otro mapa mental, ven el mundo de otra manera diferente a nosotros y que en ocasiones eso va en contra de nuestros intereses.
– Intenta no personalizarlo en exceso. Aunque tú seas el perjudicado es posible que esa no fuera la intención del otro, sino una consecuencia, lamentable para ti, de seguir sus propios intereses.
– No pierdas el tiempo con gente que ya te ha demostrado que no son de fiar. Ni siquiera para guardarles rencor.Y sobre todo no intentes cambiarlos.
– Y como último paso, si eres capaz permítete perdonar de corazón y siente lo liberador que es. Si lo consigues, eso ya no te ata más.
Es posible que aún siguiendo estos pasos te sea difícil soltar el resentimiento que sientes hacia algunas personas. Pero no por ello hay que dejar de intentarlo y disfrutar del poder liberador que tiene dejarlo ir. La vida es demasiado corta para pasarla resentido.
Y si te quedan dudas, ahí va un pequeño relato:
El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.
Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido pero permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
-¿No estás enfadado, señor?
-No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
-¿Por qué?
Y el Buda dijo:
-Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.
¿Crees que es importante soltar el resentimiento?
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Comments
Una persona con resentimientos, mantiene siempre abiertas sus heridas.
La decepción es un daño autoinfligido, por un exceso de expectativas. No hay que intentar cambiar las personas. Hay q darles feedback de forma adecuada, bien y aceptarlas como son, sin hacerlas chantajes.