¿Buscas aprobación?

Todos recordamos momentos de nuestra infancia, por motivos muy diversos. Algunos pueden parecer hechos insignificantes cuando los vemos desde la perspectiva de adultos, pero una segunda lectura nos puede dar información valiosa. Cuando era pequeña me gustaba mucho dibujar, imagino que como a la mayoría de los niños. Recuerdo algo que sucedió cuando tenía unos cinco años. Había hecho un dibujo, creo que de una casa de campo y pinté el cielo de color amarillo. Cuando le mostré el dibujo a la profesora me dijo: El cielo es azul, no amarillo. Yo la miré con sorpresa pues cuando miraba hacia el sol, yo lo veía amarillo, pero acepté su criterio «de adulto».Y pinté el cielo azul. Los niños que piensan por si mismos no encajan en el sistema.
Puede parecer una anécdota sin importancia (aunque el hecho de que la recuerde, demuestra que tiene importancia para mí) pero es un buen ejemplo de lo que Wayne Dyer, en Tus zonas erróneas (sí, es autoayuda, pero tiene verdades como puños) llama la educación en la búsqueda de aprobación. La educación que hemos recibido (y que muchos niños siguen recibiendo) se basa en que actúen como se espera de ellos y que de algún modo no actúen con su propio criterio, sino que chequeen previamente con otra persona (los padres, los profesores, un adulto) si es o no adecuado lo que van a hacer.Afortunadamente también existen otros tipos de educación.
Eso crea ya desde pequeños una dificultad para tener criterios propios y lamentablemente, una huella en la autoestima, ya que no se consolida fácilmente la confianza en uno mismo si constantemente hay que pedir aprobación ante cada uno de nuestros actos. O hay que sufrir la desaprobación cuando no actuamos según lo esperado (y hay miles de maneras de demostrar eso, desde una bronca evidente hasta un leve gesto de disgusto). Es un modo de inculcar un mensaje en el que lo que otra persona piensa de ti, es más importante que lo que tú piensas de ti mismo.
Es normal sentirse a gusto con la aprobación de los demás, es un refuerzo y eso no tiene nada de malo. El problema viene si esa actitud te condiciona, si te hace estar demasiado pendiente de las reacciones de los demás, de sus comentarios, de sus expresiones. Se que en este punto muchos pensarán, «a mi no me sucede eso», pero les invito igualmente a que examinen sus actos y descubran las sutilezas que a veces esconden. Y por cierto, comportarse en una determinada situación del modo totalmente opuesto al esperado (por ejemplo, presentarse en tejanos y bambas en una cena de gala) , es también una búsqueda de aprobación, lo único que desde el lado «rebelde». Llamar la atención es otro modo de búsqueda de aprobación.Hay ejemplo claros como el que aparece en la Contra de Katie Price, modelo (Jordan), escritora, empresaria que vive en un permanente Reality Show de su propia vida, que a pesar de decir sentirse muy a gusto consigo misma y con sus actitudes provocativas luego afirma: «Tengo éxito para vengarme de los que me desprecian«. Sospechoso, ¿no?
El camino hacia ser uno mismo no es siempre fácil.
¿Crees que buscas a menudo la aprobación? ¿Cómo te sientes cuando te desaprueban?
PD. Ahora ya puedo pintar cielos amarillos 😉
Mertxe Pasamontes
Comments
¡Estupenda reflexión! Me ha encantado.
Buscar la aprobación, es sin duda una manera de relacionarse en sociedad, un mecanismo que nos hace buscar patrones establecidos, y comportarnos como grupo frente al individualismo.
Sin duda lo anterior tiene grandes ventajas sociales, a mi personalmente no me gustaría vivir una sociedad en donde todo el mundo se rigiera con sus propios patrones, y le diera exactamente igual la opinión de los demás.
Pero tampoco es menos cierto que esto nos condiciona en ocasiones de sobremanera, así que también estoy de acuerdo en que debemos sobreponernos a esa exigente y extenuante búsqueda de la aprobación externa, para ser mejores y más felices.
Como siempre, deberá ser una cuestión de delicado equilibrio.
PD: Me declaro un «aprobodependiente» empedernido.
.-= Ahora mismo, en el blog de Fernando: Detenidos por introducir "Bombas lógicas" en Software =-.
Los seres humanos, somos seres sociables, apenas podemos vivir aislados, necesitamos de los demas, por eso la aprobacion y desaprobación es tan efectiva entre nosotros. vernos excluidos de nuestro grupo es muy duro, dificil de soportar para una mayoria, mientras mas cerca del nucleo estan, mas protegidos se sienten, y haran todo lo posible para que ese nucleo no se disuelva, aprobando y desaprobando los pensamientos y acciones de los que llegan despues,llegando incluso a acciones extremas como matar o destruir a aquellos que parezca que ponen en peligro su grupo.
Esta en nuestro crecimiento interior en ser consciente de donde vamos en ser uno mismo, el que nos permite alejarnos del centro, ver todo desde una vista mas amplia, en los que nos permite comprobar la existencia de otros grupos y la posibilidad de una interrelacion armoniosa entre grupos. aunque hay que pagar el precio de abandonar la zona de comodidad de cada uno e incluso afrontar la soledad de vez en cuando.
Erlik khan.
.-= Ahora mismo, en el blog de Erlik Khan: De Reformas =-.
Está claro que como comentáis, en el equilibrio está la gracia, como casi siempre. El problema es cuando nos escoramos demasiado hacia el lado de que nos aprueben….
Anoche durante una cena comentamos con mi amigo @sokrtes que la Universidad no prepara a los profesionales para exponer en público, para dar charlas y ponencias, para defender sus ideas en reuniones…, etc. Él me comentó que en Alemania donde él vive ahora eso no es así, que desde la infancia se prepara a los niños en estas lides y yo le comenté que me gustaría educar a mi hijo de manera que desarrollase su criterio propio y pudiera expresar sus ideas, he encontrado este post que resume estas intenciones y hace una intersante reflexión sobre la aprobación.
¡Gracias!
Hola Gema, si que hay que educar en la seguridad y la confianza para poder desarrollar un criterio propio. Algunas universidades lo hacen, pero el trabajo creo que empieza mucho antes. Y si no se ha hecho, ya es cuestión de cada cual hacerlo por si mismo.
Me gusta mucho lo que escribes, el reconocimiento y la aprobación constituyen el «saco que nunca se llena». No obstante, como bien dices tenemos que pintar el cielo de amarillo sin rebeldía alguna. ¿pensáis que todo esto tiene que ver con la Coherencia?
Un saludo…
.-= Ahora mismo, en el blog de David Blanco: Recetas de Atención al Cliente =-.
Exacto David, si se vive como un vacío el saco nunca se llena. Si se vive como un extra o un halago que recibimos, puede ser muy gratificante.
Buena reflexión!
Trato de aplicarlo con mis hijos.
Por cierto, lo que me ha llamdo la atención de tu dibujo antes de leer el post, no es que el cielo fuera amarillo, sino que el camino que conduce a la casa fuera verde, y el terreno que la rodea marrón.
Carlo
Es que el camino es de hierba 😉 Pero en el terreno de alrededor también hay zonas de hierba.
que razón más grande en la frase «los niños que piensan por si mismos no encajan en el sistema»….. Tenemos la mala costumbre porque se nos ha educado así, pero al fin y al cabo quien nos educa?… a parte de nuestros padres, tenemos otros profesionales, como los profesores del colegio, otros profesionales como los psicólogos infantiles, pero si ellos mismos son los que juzgan el por qué un niño hace o deja de hacer algo «ya no es normal»…. desde mi punto de vista y de siempre he pensado que ningún profesional es profesional del todo porque no deja de ser un apersona con ideas y juicios subjetivos… Tengo otra anédota de una psicologa con la que trabajaba (soy trabajadora social), que una niña también dibujó a su familia en una casa de campo y demás, había pintado incluso un perro, pero no dibujó al padre…. La psicólogo enseguida sacó la lucubración de que había tenido un trauma con el padre quizás por abusos y demás…y una serie de lucubraciones por un simple dibujo… al final se descubrió que simplemente ese padre, viajaba mucho por trabajo, por eso cuando se le mando pintar la familia justo le pilló en uno de sus viajes… pero ni abusos ni leches….. Supongo que todos los que hemos estudiado carrera, también conocemos los profesionales, que han aprobado copiando, y que por ello luego salen las pifias que salen, ahciendo los destrozos que hacen porque al fin y al cabo son los «profesionales» a los que acudimos…. en fin, como anécdota sin más contar esto también.,
como siempre una gran reflexión Mertxe. El problema es que aveces es una persona muy cercana, como una madre, que fiscaliza toda tu vida, tanto lo que te enseñan, lo que ven de ti, lo que quieren de ti, lo que necesitas tu, lo que piensas que piensan de ti… intenta sobreprotegerte tanto, o tiene tanto miedo de que dejes de ser «suya», que acabas confundida, y no eres tu misma quien necesita la aprobación de los demás, sino únicamente la suya, que filtra la de los demás. Así cuando la profesora te dice que el cielo es azúl, vas a preguntarle a mamá como es el cielo en realidad y si la profesora te quiere engañar. Es el colmo de necesitar la aprobación.
Aly
Así es Aly, los padres son muchas veces parte de esa enseñanza de búsqueda de aprobación. Y lo peor, es que como no lo hacen con mala intención, no tiene conciencia de estar imponiendo al niño limitaciones.
Qué fuerte, Mertxe. Recuerdo como en 2º de EGB, en la «asignatura» de plástica hice un dibujo de unas montañas con el cielo «rojo-rotulador».
El comentario del profesor fue poco menos que reírse en mi cara (menos mal que ha cambiado la educación!).
Yo no entendí nada, el atardecer de primavera me parecía bastante rojo. Pero desde aquel momento todos los dibujos que presenté tenían un perfecto azul clarito con nubes de algodón 🙂 aunque en mis notas dibujaba lo que yo quería…
Muy buen post!
Veo que más de uno pasamos por la misma situación… 😉
Ηola
Mе fascinó la manera еn que escribe sobге el tema.
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