El reto de la vida cotidiana

En estas fechas es frecuente que se habla del síndrome postvacacional (yo misma lo he hecho otros años), que si bien no se considera como un síndrome clínico, si que podemos decir que es una reacción bastante común en nuestra sociedad en personas que vuelven de nuevo a su vida cotidiana después de haber tenido un paréntesis vacacional. Suele darse una cierta apatía, una sintomatología depresiva leve, algo de ansiedad, etc… Nada que en general (a veces requiere tratamiento o supone el comienzo de un cambio) no se arregle por si solo al cabo de pocos días, pero que llama lo suficiente la atención como para que se hable de ello.
Porque la verdadera dificultad, en muchas ocasiones, no está en enfrentarse a retos, pues aunque estos puedas resultar complicados también son estimulantes, nos motivan, nos empujan a actuar. Lo realmente difícil es ser feliz en lo rutinario, en lo cotidiano, en la normalidad del día a día. Para ello me gustaría citar unas palabras de Edurne Pasaban, que creo que son muy significativas (toda la entrevista merece la pena pero no está disponible vía web):
Entrevistador: Ya era alguien de gran éxito
Edurne: Bueno, pero personalmente…Podía tener éxito deportivo. Eso no vale para nada. Al final, el día a día no te lo da la gente que te admira y te pide autógrafos. Eso te puede poner mejor el ego. Pero con el ego no se vive. La realidad está en la tierra, cuando te vas a casa y te estás haciendo la comida y estás sola y te tiras en el sofá…Esto es la realidad. Lo otro es fantasía.
Edurne nos está hablando de un fenómeno muy claro, aunque muchos parecen haberlo olvidado: la diferencia entre el espacio público y el privado, entre el personaje público y el íntimo, entre la vida «profesional» y la personal…Muchos alimentan sus egos con followers, amigos en Facebook, éxitos profesionales….pero eso al final, como dije en este otro post, eso es perfumería. El verdadero desafío está en lo cotidiano, en el encuentro con uno mismo en el aquí y ahora.
Y no estoy diciendo con esto que los retos no estén bien, que lo están. Ni que el éxito profesional no sea algo a lo que podemos aspirar y de lo que podemos disfrutar. La misma Edurne explica en la entrevista que superó su depresión yendo a la montaña y marcándose retos. Aún hace más grande la hazaña, si cabe, de ser la primera mujer en coronar los catorce ochomiles que lo hiciera estando bajo tratamiento para la depresión (lo siento por la coreana Miss Oh, pero para mí Edurne es la primera). Pero luego hay que volver a la tierra, a lo cotidiano, hay que volver a estar con uno mismo...
Y ese es el gran reto: estar con uno mismo en el aquí y ahora, sea cual sea este aquí y ahora. Sin distracciones, ni interferencias. Sólo tú contigo mismo. Muy difícil de realizar, pero cuando superas ese reto, cuando te sientes bien ahí en ese instante, la vida te coge de la mano y empieza a danzar contigo.
Como muchas veces he dicho, lo ideal es encontrar ese equilibrio entre estar dentro y estar fuera, entre desconectar y conectar, entre estar en contacto con los demás y con uno mismo, entre retarse y disfrutar de lo que se tiene, etc..
Es un camino que cada uno ha de recorrer a su modo y siguiendo sus propios pasos.
¿Sientes que hay equilibrio en tu vida entre lo exterior y lo interior? ¿Cómo es tu vida cotidiana?
Mertxe Pasamontes
Comments
Pienso que la vida es muy dura, mas tiempo del deseable y quiza la clave de sobrellevarla sin que nos destruya, sea eso, vivir el día a día con la serenidad de quien se gusta como compañia.
.-= Ahora mismo, en el blog de ane: Era – Gregorian música divina =-.
Leyendo tu post,especialmente la parte de la diferencia entre lo público y lo privado, he recordado una anécdota que leí en una entrevista a Barack Obama cuando todavía estaba peleando con Hillary Clinton para ser el candidato oficial del partido demácrata.
Decía que venía de un Congreso, en su coche, muy orgulloso por haber sido aprobada una ley, de la que era copatrocinador, que limitaba y controlaba el uso de armas convencionales. Mientras pensaba en la gran trascendencia que esto tendría a nivel mundial y lo orgulloso que estaba de haber participado en la promulgación de la ley, sonó el teléfono.
Era Michelle, y la primera palabra que dijo fue: «Hormigas». Barack, que todavía estaba «en la nube» pensando en la dimensión de su logro y en la posteridad, no entendía nada, y contestó: «¿Hormigas?». Y Michelle dijo: «Si, hormigas. Tenemos hormigas en la cocina, así que para en una ferretería y compra un spray antihormigas antes de volver a casa.»
Así que, el hombre que acaba de ahorrar unas cuantas muertes a su país y que había dado un salto de gigante en su trayectoria, que le habría de llevar a ser el primer presidente afroamericano en la historia de los EEUU, desvió su coche de la ruta de vuelta a casa y fue a comprar un spray antihormigas.
Un saludo,
Celestino Martínez.
.-= Ahora mismo, en el blog de comunicoluegovendo: ¿Contratarías a Mourinho como Jefe de Ventas =-.
Siento que hay equilibrio en mi vida, entre lo exterior y lo interior.
Solo en raros momentos puedo tener un minuto de duda,pero desde hace tres años mi vida esta muy equilibrada,me siento bien conmigo misma cosa que antes duda muchas veces,no crea nadie que no me duele ponerlo
pero al quedarme viuda he aprendido una nueva forma de vivir mas plena de sonrisas y deseos nuevos,en ocasiones me siento como si fuera joven,solo que me doy cuenta de contrario debido a mis huesos
si no fuera por eso seria perfecta.
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Odio la vida cotidiana, lucho contra ello todos los dias pero no hay caso, la coteidaneidad me mata.