La importancia de la salud mental
Durante estas vacaciones he estado pensando bastante en el modo en que nos tomamos las cosas cuando nos sentimos bien, lo fácil que resulta todo. Ya sé que no estoy descubriendo la pólvora pero también es cierto que muy a menudo las cosas más obvias son a las que menos atención les prestamos. Y cuando miro a mi alrededor, no puedo dejar de darme cuenta que cuando una persona está bien consigo misma, también lo suele estar con los demás y parece que la vida le resulta más sencilla. Es cierto también que hay situaciones excepcionales. Y graves. Y ahí, cada uno se apaña como puede, según sus recursos internos, el apoyo social que tenga y la gravedad de la situación.
Cuando uno no se siente bien, está indicado realizar una psicoterapia. Descubrir porqué no estás conforme con la vida que llevas y qué te hacer sentirte insatisfecho. Y no sólo es algo que diga yo, en un intento de barrer para casa. Richard Layard, director del Programa de Bienestar en la London School of Economics and Political Science (LSE) del Reino Unido declara en una entrevista en el Huffington Post, en un artículo titulado Razones por las que la salud mental debería situarse en primera fila:
“Si usted tuviera mil millones de dólares para hacer del mundo un lugar mejor, ¿en qué los emplearía? Mi respuesta es siempre la misma. Me gustaría emplearlo en tratamientos psicológicos modernos, basados en la evidencia, para las personas con depresión y ansiedad y para los niños con trastornos de conducta”
Otras razones que aduce son:
- Porque los trastornos de salud mental constituyen un problema “masivo”, con un grave impacto en la vida de las personas. “En los países ricos son la principal causa de pobreza, siendo responsables de más pobreza que la que produce cualquier enfermedad física”:
- Porque los trastornos mentales suponen importantes costes para el resto de la sociedad. Entre los adultos en edad de trabajar, los problemas de salud mental son los responsables de tantas bajas y gastos sociales como todas las enfermedades físicas juntas. Y entre los niños, los trastornos de conducta suponen el mejor predictor de criminalidad.
Y además considera que el coste que pueden tener, comparado con los buenos resultados que se obtiene en muchos de los casos, hace que en realidad no sean un gasto sino una inversión que se recupera en el corto y en medio plazo. Y sí, tendría que haber más recursos en la Salud Pública para ofrecer estos tratamientos.
También es cierto que para realizar estos tratamientos, están surgiendo nuevas opciones como la psicoterapia online. En un estudio reciente, explicado en este post, se ha mostrado que la psicoterapia online tenía la misma efectividad en el tratamiento de la depresión que la psicoterapia cara a cara, e incluso los pacientes del modo online mostraban menos síntomas en el largo plazo. Esta mayor mejoría parece que es debido a la posibilidad de releer lo enviado por el terapeuta una vez acabada la terapia. Es obvio que un estudio no es concluyente, pero es bueno que abran nuevas vías que además pueden abaratar los tratamientos y acercarlos a más personas.
Lo importante es ser consciente de que nuestra salud mental no es cosa baladí. Que no cuidarla puede suponer muchos más perjuicios de lo que nos podamos imaginar. Y que hay modos de hacerlo. Porque al final de lo que se trata es de conseguir estar lo mejor posible para disfrutar de la vida lo máximo que podamos. Y para eso vale la pena utilizar todo aquello que nos pueda ayudar. A partir de aquí, la decisión como no podría ser de otro modo, ya es cosa de cada uno.
Escuchar podcast:
¿Crees que la salud mental es tan importante cómo la física?
Mertxe Pasamontes
Comments
Hola Mertxe, buen post !!
Me suscita una pregunta relacionada con la salud mental.
Es la siguiente:
¿Puede una tercera persona inducirnos a un estado de debilidad mental?
Por ejemplo, una pareja que no nos trata bien, que nos menosprecia e infravalora puede con su actitud hacernos cada vez más débiles, con menos confianza en nosotros mismos de manera que a la larga acabemos teniendo miedo a casi todo, y que al dejar esa relación vuelven casi automáticamente las ganas de vivir, las ideas de emprender y, en definitiva, la confianza en uno mismo.
Hola María
Gracias pro comentar. En cuanto a tu pregunta, claro que una persona que nos trata mal puede influir en nosotros negativamente, ¡no somos de piedra!. Igual modo que las expectativas positivas de los otros sobre nosotros nos alientan, las negativas nos pueden llevar a sentirnos más inseguros. Las emociones se contagian….
Hola, yo también estoy de acuerdo en la importancia de la salud mental. Sobre todo porque pienso que la salud física es un reflejo de la mental, hay numerosos estudios que evidencian la gran cantidad de enfermedades psicosomáticas y cada día se descubre alguna más. Me pregunto si algún día no se descubrirá que todas las enfermedades son psicosomáticas.
También me hace pensar cuando dice que las enfermedades mentales son la principal causa de pobreza en países desarrollados. Yo creo que tiene razón y resulta escalofriante, sobre todo al ver como crece el número de personas con algún tipo de trastorno y ver la poca o ninguna prioridad que le dan los sistemas de salud públicos.
Gracias Miguel por comentar. Sí, es un tema escalofriante pensar que la enfermedad mental se empareja de ese modo con la pobreza. Y darse cuenta de los pocos medios que se ponen para evitarlo….
Como decías al principio del post, a veces los razonamientos que a nosotros nos parecen obvios y que no descubren nada, en realidad esconden reflexiones que a menudo, mucha gente ni siquiera se plantea. Para mi es evidente que la vida se basa en intentar ser lo más felices posibles, y hacer todo lo que esté en nuestra mano para disfrutarla. De todas maneras, hemos de luchar contra una sociedad que infravalora las problemáticas psicológicas (cada vez menos, por suerte), pero es cierto que muchas veces ni nuestro entorno más allegado, ni ni siquiera nuestros médicos son capaces de reconocerlas y mucho menos de animarnos a tratarlas mediante terapia. Se sigue asociando la depresión, el estrés, la ansiedad con personalidades débiles o autosugestivas. Por suerte, cada vez más las personas obvian los comentarios de la sociedad, y apuestan por solucionar sus problemas y mantener una vida feliz y plena.
La buena salud viene de la cabeza.
SÉNECA, Lucio Anneo