¿Bienestar personal sostenible?
Últimamente, a raíz de la crisis, se habla mucho de crecimiento sostenible, entendiéndose por ello: Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades. Tendría ese modelo de crecimiento tres patas fundamentales: ambiental, económica y social. En la “pata” económica nos encontramos metidos de lleno y no sorprende leer frases como la de Pierre-René Beauquis, geólogo y economista que nos dice que :Esta crisis, más que ´subprime´, ha sido del petróleo. Por lo que se hace necesario un cambio de actitud en cuanto a crecimiento económico. Si el tema interesa recomiendo ver en el programa Singulars la entrevista a Marcel Coderch (en catalán), vicepresidente de la CMT.
Ya hablé en otro post de lo concerniente al tema medioambiental, pero me gustaría hacer énfasis aquí en un aspecto poco tratado en el ámbito social: el bienestar personal sostenible. Se que a muchos os sonará un término extraño, pero trataré de explicarme. Todos queremos tener una mejor calidad de vida, pero la mejora tiene un “techo”. Y lo tiene por los aspectos que he citado antes, tanto económicos, como medioambientales y de recursos. Pero eso no es intrínsecamente malo, aunque pueda parecer que nos está poniendo un límite. En realidad es una oportunidad de replantearnos nuestra vida y nuestro valores, lo que de verdad importa, lo que necesitamos y lo que es superfluo.
En un precioso artículo titulado Momentos de Maruja Torres con motivo de su 67 cumpleaños, hace un repaso de su vida y encuentra que lo que destacaría de su vida son momentos. No habla de los premios, ni de los grandes éxitos, sino de esas pequeñas cosas de cada día, de los olores de su infancia, del sol en la piel, del sabor de la sal de un mar sin contaminar, de los grandes amigos, de todos esos momentos que te dejan sin aliento, del primer beso, o tal vez del más sentido, de todas esas experiencias que han marcado el curso de nuestra vida y hacen que a día de hoy seamos como somos. La mayoría de ellas no cuestan dinero pero a la vez no tienen precio. Y no hace falta que nos reprimamos de ninguna de ellas, forman parte de una vida sostenible.
Quizás es una entrada un tanto utópica en un mundo tremendamente materialista, pero si queremos seguir creyendo que otro mundo es posible, tendremos que recuperar el disfrute en el aquí y ahora de todos esos instantes que algún día, si tenemos la suerte de llegar a una edad avanzada, recordaremos con ternura y emoción. Es algo que cada vez veo más en mi sesiones de coaching, personas que descubren lo que de verdad importa en la vida y deciden emprender nuevos caminos menos materialistas.
Porque la felicidad, como dice mi estimado Punset, es más una sensación de paz y bienestar que no de momentos cumbre y se encuentra en la sala de espera de la felicidad, es decir, en cada paso del camino. Por eso, elige un camino con corazón.
¿Cuáles son los momentos de tu vida que recuerdas como únicos?
Mertxe Pasamontes
Comments
Buenos días, Mertxe. Encantado de concerte 😉
Y sí, llevas razón. No es utopía. TODOS, absolutamente, TODOS, nos quedamos con esos momentos “pequeños” de la vida. Incluso aquellos que se identifican con su ego y tienen, por ´máscara´de la vida, lo material, también se quedan con el primer beso, el sol en el cuerpo, un abrazo de su madre…
También es cierto que conforme pasa el tiempo, momentos que no fueron malos, los edulcoramos e idealizamos hasta tal punto que lo pasado siempre resultó mejor y fantástico.
Como bien apunta Punset, mejor quedarse en una sensación de paz diaria, para tener bien alineados mente y espíritu.
Un saludo!
Hola Jesús
Gracias por tu aporte, es bueno saber que hay más personas que comparten esa visión de la vida!
Vale, es verdad.. .hay que pararse de vez en cuando y pensar hacia donde vas, pero al mismo tiempo, y como dices, a veces no es fácil parar cuando entras en la vorágine del día a día.
Lo que opine Maruja Torres y otros similares está muy bien…hablan mil veces mejor de lo que yo lo haría o haré nunca, pero resulta muy fácil referirse a las pequeñas cosas y a los “placeres mundanos” cuando estás en la cima del mundo. Me fio más de lo que diga Maruja Torres sobre Zapatero, la élite social o el mundo de la cultura que de otra cosa, porque ya me puedo imaginar que es para ella “momentos” y no dudo que sean ciertos, pero no se pueden poner como ejemplo de por donde debes llevar tu vida. Vivimos un exceso de gurusismo, de iluminados y de gente diciéndonos que hay que hacer.. ah! y de otros que un día al año hacen una aportación en el Teletón y encima hay que agradecérselo.
Ayns.. que me he ido de foco, verdad? sorry.. siempre me pasa lo mismo en tu blog. Espero que sepas disculparme.
Por lo demás, tu post sensacional.
.-= Ahora mismo, en el blog de David Soler: Teoría o filosofía 2.0: los 6 grados de relación de amistad en Facebook =-.
Es totalmente cierto lo que dices. Yo ponía a Maruja Torres como inspiración, no como modelo a seguir, de alguien que disfruta de la vida (bajo mi punto de vista y sin demasiados complejos).
Y me encanta que te vayas del foco, así aparecen más puntos de vista y se vuelve más interesante!
me gusta mucho este tema porque es muy importante para todo, pero no todos somos capaces de adoptar una posición correcta, es decir les falta más de este valor tan importante.
Así es Yaritza, falta mucha conciencia de los valores que necesitamos para que este mundo siga funcionando…