Víctimas, verdugos y silencios
Entre los castigos dolorosos que se le puede hacer a un ser humano está el hecho de apartarlo del grupo, de darle de lado como se dice vulgarmente. Otro modo, incluso más cruel , es no sólo el hecho de ningunear a alguien, sino además acosarle psíquica o físicamente para humillarle y maltratarle. Desgraciadamente han sido noticia algunos casos de bullying como el de la adolescente canadiense Amanda Todd que después de que un acosador colgara unas fotos suyas semidesnuda creando un perfil falso en Facebook, fue ridiculizada y rechazada por sus compañeros (¿lo lógico no hubiera sido perseguir al acosador y no a la víctima?) lo que le llevó incluso al suicidio.
Hay casos que afortunadamente no tienen un final tan trágico pero no por ello son menos dolorosos. La víctima del bullying (acoso escolar) o del mobbing (acoso laboral), sufre prácticamente siempre secuelas psicológicas que suelen requerir de ayuda profesional para resolverse.Cuando no se da esta ayuda, las secuelas pueden persistir durante muchos años: inseguridad emocional, baja autoestima, desarrollo de somatizaciones, estrés, ansiedad, insomnio, etc. Es obvio que no es un asunto baladí.
En el bullying hay dos figuras básicas, la víctima y el acosador. Me gustaría hablar de esto narrando el caso de Carla Herrero, premio al mejor Treball de recerca, trabajo del crédito de síntesis del final del bachillerato que dedicó a investigar la necesidad de pertenencia al grupo y el por qué del acoso escolar. Ella sabe lo que es que sufrir ese acoso en sus propias carnes y decidió investigar sobre ello y contarlo, hacerlo público . Uno de los refugios que tuvo en esa soledad a la que le condenó el que se suponía que era su grupo de iguales fue la escritura. Creó un Blog en Internet bajo el seudónimo de (o su otro yo, como ella misma lo llama) Silay Alkma e incluso ha publicado un libro con sus escritos, Alma de cristal. Porqué sí, el principal “defecto” de Carla (o Silay) es ser sensible. Su libro, destila tristeza, más allá de la melancolía propia de la adolescencia. La tristeza de quién se siente diferente y quiere ser “igual” para integrarse en el grupo. Publicó también un vídeo en el que recogía fragmentos de adolescentes que se sienten de esa manera al ser ignorados por sus compañeros. Aquí os lo dejo:
Somos seres sociales como ya he comentado en otras ocasiones y necesitamos del grupo para sobrevivir en sociedad. Nuestro sentido de pertenencia nos lleva a buscar gente afín con la que sentirnos acompañados y más en el período de la adolescencia, en que nuestro carácter se está consolidando y estamos haciendo nuestros primeros pasos en el mundo de afuera, ese en el que ya no están nuestro padres para protegernos. La autoestima aún es frágil, existen muchas inseguridades, el cuerpo cambia y la mayoría de las veces el adolescente no sabe cuál es su lugar en el mundo, cuál es su camino. El grupo de amigos es un puntal, personas que pueden entenderle y ayudarle a transitar por esa etapa, que el que más o el que menos, puede recordar como una época de desajustes y dificultades emocionales. Es además uno de los momentos de nuestra vida en que nuestra necesidad de aprobación es mayor.
Quizás os estéis preguntando porqué hablo de esto. Existen varias razones que os voy a comentar. La primera es porque cuando leí sobre el caso de Carla me impactó. Pensé que es una de esas realidades que no pueden quedar escondidas. Hay muchas otras, lo sé, pero pienso que esta situación del acoso escolar puede servir de ejemplo o metáfora de muchos otros acosos, abusos o maltratos. Porque es tarea de todos evitarlos. Las Redes Sociales han amplificado algo que ya existía pero que ahora con un vídeo colgado en Youtube, puede ser demoledor. Todos podemos aportar algo para que el aislado sea el abusador, el maltratador, el acosador y no la víctima. Para que la vergüenza recaiga sobre el verdugo y no sobre la víctima. Para que cada uno desde su posición, padre, madre, profesor, estudiante, compañero, amigo, etc…ponga límites a esos abusos, los desaliente, no ría las gracias de quién no hace gracia. No aliente, en ningún grado, ningún tipo de crueldad hacia los demás, sea en la escuela, en el trabajo, en el grupo de amigos o en las Redes Sociales.
Porque en ello nos va mucho. Nos va el tipo de sociedad que queremos ser ahora y en el futuro.Porque no estoy hablando de no poder disentir o criticar algo que nos parece criticable. Estoy hablando de criticar para humillar. Por eso hemos de pensar si queremos ser una sociedad respetuosa con los demás, tolerante y que permite la expresión de las emociones y la vulnerabilidad o preferimos seguir siendo una sociedad intolerante, ácida y que disfruta del escarnio público.Como en la Edad Media. Una sociedad en la que hay programas de TV que viven de gente que voluntariamente expone sus “rarezas” o intimidades sabiendo que muchos se reirán de ellos y serán humillados.
¿En que tipo de sociedad quieres vivir?
Mertxe Pasamontes
PD: Si quieres, puedes comprar mi nuevo Ebook, Rompe tus cadenas mentales. Y atrévete a cambiar.
Comments
Hola Mertxe, en primer lugar gracias por los posts que escribes habitualmente, es muy amable de tu parte que compartas parte de tu sabiduria y tiempo con tus lectores.
Dicho esto, escribo para hacer una pequeña queja y peticion:
estoy de acuerdo que el maltrato es una lacra que se debe quitar de nuestra sociedad, pero en tu post haces referencia a la persona que maltrata como “el abusador, el maltratador, el acosador”, dejando de manera implicita y sutil que se trata de un hombre.
Estos pequeños detalles demonizan al hombre por ser hombre y no hacen mas que empeorar su situacion en esta sociedad, de manera injusta creo yo.
Yo por mi condicion de persona con asperger y por ser hombre he vivido un poco el acoso en algunas etapas de mi vida y tengo que decir que la mayoria de las veces este maltrato sicologico fue ejercido por mujeres, muy crueles en su mayoria.
Creo que habra muchos hombres que han vivido esto y peores casos. Asi, creo que seria de justicia que al referirte a “un maltratador/acosador/…” lo hicieras como “persona maltratadora/acosadora/…” o hacer explicito el uso “maltratador o maltratadora”.
Solo pido esta pequeña correccion en el texto del post, si esta a bien pedirlo.
Sin mas, me reitero en agradecerte tu trabajo en tu web de la que sere lector espero que por mucho.
Un saludo afectuoso
La violencia es el último recurso del incompetente.
Isaac Asimov (1920-1992) Escritor y bioquímico estadounidense.
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Martin Luther King (1929-1968) Religioso estadounidense.
Por desgracia ha habido siempre acosadores tanto hombres como mujeres antes no se llegaba a saberse y tampoco quizás fueran tan graves, desde pequeños los niños temen que se pongan lentes pues saben que lo demás niños se van reír y llamarlos cuatro ojos ahí tendría que entrar rápidamente el profesor y cortar las burlas que hacen que miles de niños guarden sus gafitas dentro de sus mochilas y por no ver pasen a ser niños cortos que no rinden, después hay el acoso verbal en el matrimonio por ambos puede llegar a no dejar vivir.
A si sería interminable amigos vecinos jefes y los que nos dicen que no aman y son crueles.