Cómo miras el mundo
El modo en que miramos el mundo determina en gran medida lo que vemos en él. No es la primera vez que hablo de los mapas mentales, pero me gustaría profundizar un poco más en el modo en que determinan lo que nos encontramos fuera. Porque aunque parezca mentira muchas veces encontramos exactamente aquello que estábamos buscando de manera consciente o inconsciente.
Cuando estamos en cualquier situación, el modo en que la interpretamos depende de nuestro mapa mental. En nuestro mapa mental están nuestras creencias, nuestros valores y principios y las experiencias que hemos tenido. Y junto con todo eso está nuestra “personalidad” o el “ego” que en cierto modo es la suma de todo ello, más algunos factores genéticos y fisiológicos. Por tanto, es muy infrecuente que podamos percibir la realidad de manera objetiva.
El mejor modo de cambiar es cuestionarnos nuestras propias creencias, pero es muy raro que lo hagamos de verdad. Porque además hacerlo es duro. Por mucho que se nos llene la boca de lo bueno que es cambiar, hacer cosas diferentes y salir de nuestra zona de confort, la realidad es que la mayoría de veces lo que buscamos es que nos confirmen nuestras creencias y nuestro modo de ver el mundo. Y la cosa se complica más si cabe, si hay algún conflicto interno. Porque entonces, si no has trabajado poco en ti mismo, lo que harás es proyectar ese conflicto al exterior. Y ya tenemos el lío armado. Porqué el exterior se resiste a que lo cuadricules dentro de tu mapa….
Veamos algunos ejemplos:
– Vas a hacer unos trámites y estás convencido de que te van a tocar los empleados más bordes. De manera casi imperceptible, te muestras huraño. Y te encuentras que los empleados que te atienden no son extremadamente simpáticos. De lo cuál deduces que estabas en lo cierto.
– Conoces a alguien y sin saber porqué no te cae muy bien. De manera inconsciente buscas en esa persona cualquier detalle que justifique que en realidad no es muy simpática. Y obviamente, los encuentras…
– Estás pasando una mala época contigo mismo pero no sabes cómo resolverla. Empiezas a buscar fuera todo aquello que puede resultar perturbador para justificar tu estado interno.
– Te cuesta confiar en la gente. Conoces a alguien muy abierto y transparente. Empiezas a tratar de ponerlo a prueba para que cometa un error y así justificarte a ti mismo que no se puede confiar en nadie.
– Crees que el mundo es un lugar triste y cruel. Te miras las noticias de sucesos, hablas de las desgracias ajenas, te quejas y consigues así mantener esa vision del mundo.
Mira lo que explica este cuento:
Al atardecer, un pastor se disponía a conducir el rebaño al establo. Entonces contó sus ovejas y, muy alarmado, se dio cuenta de que faltaba una de ellas. Angustiado, comenzó a buscarla durante horas, hasta que se hizo muy avanzada la noche. No podía hallarla y empezó a llorar desesperado. Entonces, un hombre que salía de la taberna y que pasó junto a él, le miró y le dijo:
–Oye, ¿por qué llevas una oveja sobre los hombros?
A veces como el pastor, estamos buscando fuera lo que está dentro. Con un poco de habilidad, podemos lograr confirmar lo que creemos del mundo en casi todas las ocasiones. Y así, nos mantenemos dando vueltas en el mismo lugar durante años. No es que lo hagamos de un modo consciente, eso sería ya todo un avance. Es que lo hacemos sin ni siquiera darnos cuenta, creyendo que somos libres de pensar lo que queramos. Y eso es lo grave. Que estamos en una cárcel mental que ni siquiera vemos. Y repetimos las mismas cosas sin cesar, creyendo incluso que estamos haciendo cosas diferentes. Por eso sólo hay una opción: salir de la cárcel.
¿Quieres salir de tu cárcel mental?
Escuchar podcast:
Comments
Hola Mertxe. ¿Cómo salgo? Gracias.
Hola Dani
Hay que trabajar en ello. Cada persona tiene por su historia personal un punto de partida diferente. Generalmente se requiere de ayuda porque uno mismo no es objetivo para hacerlo.
La vida es fascinante: sólo hay que mirarla a través de las gafas correctas.
DUMAS, Alexandre
¿Qué es un espíritu cultivado?. Es el que puede mirar las cosas desde muchos puntos de vista.
AMIEL, Henri Frédéric
Hola, ¿por qué muchas veces si sabemos que hacer algo nos beneficiará en mucho, no lo hacemos? ¿en dónde está la “llave” que nos permite pasar a otros hábitos nuevos? ¿cómo podemos permitirnos hacer que logremos lo que ya sabemos que nos beneficiará? ¿en dónde o cómo el peso del miedo cede ante el gozo o beneficio para realizar el cambio?