¿Eres bueno o el mejor?

El día 31 de Octubre estuve en Calamocha participando en el Día del Emprendedor de Aragón. Antes de mi ponencia sobre Networking había una de Internacionalización a cargo de Pedro Pablo Andreu, director de Internacionalización de la empresa Fersa. Pedro Pablo tiene una amplia experiencia en EEUU ya que ha estudiado allí y además es profesor en la Universidad de Harvard. Una de las cosas que comentó, es que los estudiantes cuando piensan en su futura profesión, lo hacen en los siguientes términos: voy a ser el mejor en….
No quiero caer en tópicos ni clichés, simplemente rescato la anécdota para hablar del tema de la profesionalidad. Se habla mucho de la productividad, pero poco de la profesionalidad. Y para mí no es del todo obvio que sean conceptos que van unidos. Uno puede hacer muchas cosas y hacerlas mediocremente. O hacer muy pocas y realizarlas con un alto grado de excelencia. Y no estoy hablando de ser un perfeccionista y obsesionarse hasta el extremo con cada detalle nimio. Estoy hablando de ese valor añadido que un buen profesional imprime a cada cosa que hace, ese algo que tal vez si no está, no lo echas de menos, pero que cuando está te impresiona gratamente.
De vuelta de la ponencia, me encontré con que mi cálculo de tiempo había sido excesivamente generoso y tenía que esperar bastante. Me dirigí a la ventanilla de la estación y en menos de 30 segundos tenía plaza para el Ave anterior. Que obviamente salió y llegó a su hora en punto. Es por tanto un servicio que se distingue por su calidad y que cuando añada algunos enchufes fuera de la zona de primera y un servicio de wifi, será ya excelente. Mejor no entraré en compararlo con los servicios de Renfe en Cercanías, ya que arrojan dos visiones de la misma compañía completamente diferentes e incongruentes la una con la otra.
Tanto los servicios y productos de una empresa, como los de un profesional libre o el trabajo que alguien desempeña dentro de una empresa, pueden ser buenos o «los mejores». Para ser el mejor has de creer en lo que haces, apasionarte con ello, ser perseverante, aceptar que siempre tienes que seguir aprendiendo y mejorando y escuchar los feedbacks, sean estos positivos o negativos. Con todo ello entras en un proceso de mejora continua y es lo que permite a un profesional o empresa «dejar huella». Porque aunque puede haber un mercado para un producto o servicio mediocre, el mercado que nunca faltará es para el que es excepcionalmente bueno. Y no por bueno estoy hablando de «el más caro» ni de lujo. No hace falta ser Apple para tener fannboys. Ese extra que fideliza al cliente lo puede dar un bar de menús escogiendo unos ingredientes de suficiente calidad, cocinándolos con esmero y tratando a cada cliente como si fuera el más importante que han tenido. O lo puede dar un servicio de Hosting cuando te resuelve una incidencia en menos de una hora. O lo puede ofrecer el médico cuando te escucha un par de minutos más de lo imprescindible, pero te permite quedarte tranquilo.
Hay que amar lo que se hace y sentir que estás haciendo una contribución única, por pequeña que parezca. ¿O es poca cosa la sonrisa de ese cliente satisfecho?. Por tanto, sólo me cabe preguntarte, si en lo tuyo, ¿eres bueno o el mejor? .
Mertxe Pasamontes
Comments
Hola Mertxe,
Me gusta la aclaración de dejar al lado el perfeccionismo. Yo peco de eso y pensar en ser la mejor puede no ser lo ideal para mi. Lo sustituyo por dar lo mejor de mi y ofrecer el tipo de servicio que a mi me gustaría recibir.Yo siempre me pregunto qué haría que mis clientes estuvieran más satisfechos todavía, qué me haría a mi sentir encantada con este servicio. Ya sabemos que nosotros somos nuestro cliente ideal : )
Un saludo,
«ese algo que tal vez si no está, no lo echas de menos, pero que cuando está te impresiona gratamente.»
A veces ocurre lo contrario, cuando está no se percibe porque todo fluye sin problemas, pero cuando falta, de repente todo funciona mal. Hay personas que desarrollan una labor silente, supliendo con proactividad, voluntad y esfuerzo muchas deficiencias de la organización e incluso de los compañeros.
Completamente de acuerdo en que la clave es amar lo que uno hace. Además es algo que ni se puede simular ni disimular… y el cliente «receptivo» lo nota al momento. Yo lo que me pregunto todos los días es: ¿esto lo mejor que puedo hacer con el tiempo/presupuesto que me dan? Cuando la respuesta es sí me voy contenta a dormir… eso es la excelencia para mí. Lo otro, ser el mejor, es territorio de unos pocos 😉
Amar lo que uno hace.Dejar huella en tí mismo como en los demás.Sentir para transferir esa pasión por todo lo que uno hace.
Completamente de acuerdo en que la clave es amar lo que uno hace.
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