Cómo ser optimista en la era post-covid

Ser optimista a pesar de las dificultades
Ser optimista en la era post-Covid no va a ser una opción sino una necesidad . Pero no de una forma naif y conformista, sino de una manera práctica e inteligente. No podemos quedarnos mirando la leche derramada, hemos de encontrar maneras de salir adelante a pesar de las dificultades.
Y para eso hay un sistema probado y eficiente que es el optimismo pragmático.
Qué es el Optimismo pragmático
El optimismo pragmático parte de la idea de que en la actualidad es casi una obligación moral ser optimista. Que vivimos en un mundo lo suficientemente cínico y desmotivado como para tomar una actitud derrotista. De que hemos de sacar nuestra fuerza interior y nuestras mejores cualidades y recursos para hacer los cambios que son necesarios hacer.
Los que me leéis sabéis desde hace tiempo que soy defensora de lo que yo llamo el Optimismo inteligente, del que he hablado en varias ocasiones Por eso me ha gustado encontrar en un programa Redes de hace unos años, a Marc Stevenson y su idea-proyecto del Optimismo Pragmático que tiene un espíritu muy parecido a lo que yo llamo el Optimismo inteligente. Ese proyecto se ha consolidado en The League of Pragmatic Optimists (LOPO) que pretende crear espacios de reunión y debate en diferentes lugares del planeta para que las personas puedan juntarse a colaborar. La idea es que personas optimistas que piensan que pueden contribuir de algún modo a cambiar el mundo se reúnan y compartan sus ideas.
Mark Stevenson es autor del libro: Un viaje optimista por el futuro en el que recoge sus conclusiones después de viajar durante un año y medio y conocer a científicos de diferentes disciplinas para comentar lo que la ciencia podrá aportar a nuestro futuro.
Los ocho principios del Optimismo Pragmático
Cómo puedes convertirte en un optimista pragmático:
1. Ten un optimismo ambicioso, no te conformes con cualquier cosa para tu futuro. Hay que estar preparados para soñar con el futuro tal como queremos que sea. Aunque ahora parezca imposible. Busca tu visión. Atrévete a pensar a lo grande a pesar de las circunstancias.
Y si no sabes cuál es tu visión, este es tu curso: Descubre tu pasión. Totalmente online y a tu ritmo.
2. Las personas que hacen cosas que merecen la pena, están en proyectos que son más grandes que ellas mismas. Es como si te debieras a un fin superior, sea este del tipo que sea. La conducta altruista y prosocial se ha demostrado que es de las más gratificantes para nosotros mismos de las que podemos tener. Busca tu misión.
Si no sabes cuál es tu misión, en el curso comentado también la encontrarás.
3. Comparte tus ideas, no las protejas. Cuando las ideas se comparten, crecen, se amplifican. Una idea aislada puede acabar estancada y no ir más allá. Y no sólo hay que compartirlas, hay que ponerlas a prueba, testéalas. Como dice Stevenson: La innovación es el lugar en donde las ideas practican el sexo.
4. Toma las decisiones basándote en los principios de la evidencia científica, en los hechos objetivos. No se trata de decidir según las propias creencias sino en base a aquello que está probado que funciona. Un buen contra-ejemplo sería el de los políticos, que toman las decisiones basados en su ideología y no en lo que realmente funciona como hace un ingeniero cuando construye un puente.
Y en tus proyectos usa un método de ensayo y error rápido y eficaz. Idea- prueba-resultado- modificar idea inicial. Y así en bucle.
5. No pasa nada si te equivocas, de hecho equivocarse es una manera de avanzar hacia el acierto. El problema es no probarlo, no el hecho en si de fallar que puede ser una estrategia más para avanzar. Como dice Seth Godin: la mejor manera de empezar a avanzar es tomando el camino equivocado.
Recuerda el punto anterior: ensayo- resultado-aprendizaje-nuevo ensayo.
6. Somos lo que hacemos y no lo que tenemos intención de hacer. Somos lo que hacemos y no lo que sentimos o imaginamos. Y la mejor manera de ser lo que somos es por tanto llevándolo a la práctica. Hay que pasar a la acción, no quedarse en la contemplación. Hay que poner las ideas en práctica. Y si no sabes cómo, pide ayuda.
7.Mantén tu cinismo bajo control pues tras el cinismo, de manera oculta, hay muchas veces una falta de ambición y la creencia de que las cosas no pueden cambiarse. O que no vale la pena que se cambien. El cinismo es una buena excusa para la pereza ya que si no va servir de nada, para qué hacer nada. No te escudes en eso para quedarte paralizado. Piensa en positivo.
8. Trata de pensar cualquier proyecto como un torneo en varias rondas. En cada ronda, vas a fallar un número de veces, mayor al principio y menos conforme tus ideas se vayan conociendo y comprendiendo. En la primera ronda vas a perder 9 veces de cada 10. Por tanto, vas a fallar muchos intentos al principio e irás acertando de manera paulatina cada vez más. Trata de no confundir el resultado de una ronda con el torneo entero. Ser optimista es algo que se trabaja.
Conclusiones
Creo que estos principios son unas buenas guías para moverse hacia un estado más productivo, más positivo y con más opciones de realmente poder cambiar las cosas. Es también un modo de no caer en ese cinismo que nos hace pensar que no vale la pena intentar nada pues nunca conseguiremos ningún cambio positivo ni para nosotros ni para el entorno. Es ser optimista de verdad, no de cartón pluma.
Así que yo te animo a que los pruebes, a que vayas incorporando estos principios a tu vida, tal vez uno por semana, o uno nuevo cada vez que hayas realmente incorporado el anterior. No creo que vayas a perder nada por hacerlo y es posible que te sorprendas de los resultados obtenidos, especialmente si lo aplicas de un modo consistente. Porqué recuerda: ser consciente produce opciones.
¿Te consideras un optimista pragmático o inteligente?
Libros recomendados:
- Un viaje optimista por el futuro de Mark Stevenson
- Optimismo vital de Bernabé Tierno
Escuchar podcast:
Mertxe Pasamontes
Comments
El optimismo es la respuesta.