Libre o cautivo: el poder de la mente
Un antiguo cuento indio.
Era un hombre que había sido encarcelado. A través de un ventanuco enrejado que había en su celda gustaba de mirar al exterior. Todos los días se asomaba al ventanuco y cada vez que veía pasar a alguien al otro aldo estallaba en sonoras e irrefrenables carcajadas. El guardián estaba realmente sorprendido. Un día ya no pudo más y le preguntó al preso:
-Oye, hombre, ¿a qué viene esas risotadas día tras día?
Y el preso contestó:
– ¿Cómo que de qué me río?¡ Pero estás ciego! Me río de todos esos que están ahí. ¿No ves que están presos detrás de estas rejas?
Así somos muchas veces, ciegos a nuestra propia realidad, engañándonos a nosotros mismos sin ni tan siquiera ser conscientes de que lo hacemos. Esto se puede hacer de muchas maneras: no queriendo ver nuestra verdadera situación, poniendo excusas, echando la culpa a causas externas o a otras personas, convenciéndonos de que tampoco es tan malo, etc.
¿Crees que tu situación actual es la que tú has escogido?¿Eres libre o miras a través de la reja?
Mertxe Pasamontes
Comments
Con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver y esa misma mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad, o tú verdad mejor dicho.Y llega entonces el momento,de, no saber diferenciar la verdad de la mentira,de,quienes somos realmente,el autoengaño y la confusión nos atenaza,y perdemos nuestras propias referencias.Llegó el caos.
Sí se puede cuando estás decidido , cuando comprometes tu voluntad para lograr lo que deseas alcanzar.
Sí se puede cuando ante cada obstáculo muestras temple y con mayor decisión los empiezas a enfrentar.
Sí se puede si ante cada fracaso buscas reconocer tus propios errores, lo que te permitirá acumular sabiduría y todos tus sueños realizar.
Sí se puede si ante los conflictos mantienes una actitud positiva y, a pesar de las adversidades, tu ánimo no comienza a menguar, así, no habrá cima que no puedas alcanzar.
Sí se puede cuando ante los negativos y escépticos mantienes una sonrisa y la alegría se convierte en tu fiel compañera… siempre amigos podrás cautivar.
Sí se puede, cuando ante la duda y la incertidumbre, tu fé te mantiene firme.
Sí se puede, si tienes el coraje de vivir intensamente y haces de cada día, una fascinante aventura… La muerte, entonces, será una angustia que nunca llegará.