Cambiando tu cerebro
Algo que a veces no pensamos es que nos volvemos “adictos” a nuestras emociones y estados. La palabra adicto pude sonar un poco fuerte aquí, pero es la pura realidad: nuestro cerebro segrega substancias químicas delante de las situaciones que a base de repetirse (por ejemplo, si tenemos tendencia a enfadarnos delante de las cosas) se acaban convirtiendo en nuestras emociones/estado favoritos (aunque en si mismos sean negativos). El cerebro siempre tiende a mantener la homeostasis (es decir, el equilibrio interno) y en consecuencia, intentará situarnos como sea en esos estados “favoritos” (incluso haciéndonos algunas trampas inconscientes para nosotros).
¿Cuál es la consecuencia de todo esto? Que el cambio se convierte en algo muy difícil, ya que hemos de pasar por una fase de “desequilibrio” antes de conseguirlo. La incomodidad que nos provoca ese desequilibrio, nos hace la mayor parte de las veces abandonar nuestros propósitos de cambio y volver al estado “conocido” aunque en realidad no sea el mejor para nosotros. La buena noticia es que si logramos superar esa etapa de incertidumbre, de sentir cosa diferentes, de tener un ligero malestar o extrañeza, la gratificación es grande ya que el nuevo estado que hemos querido generar, se convertirá en breve, en nuestro estado favorito.
Entonces ¿qué podemos hacer?. Atrevernos a pasar esas pequeñas incomodidades que permiten a nuestro cerebro seguir en permanente evolución y a nosotros mismos andar por nuevos senderos más positivos para nosotros mismos.
Y tú que prefieres ¿seguir andando por los caminos trillados o adentrarte en caminos desconocidos abiertos a nuevas posibilidades?
Mertxe Pasamontes
Comments
Lo que me hace sentir sosiego de verdad es la capacidad de poder predecir los aconteres más inmediatos. Es difícil soportar la presión día tras día de situaciones que no controlamos o que no sabemos en qué pueden derivar. Es por ello que la rutina diaria es tan deseada (aunque no se manifieste ostensiblemente) por algunas personas. Al ser rutina se puede predecir. Al predecir me siento tranquilo. Ahora bien, cuando debemos provocar un cambio debemos salir de esa zona cómoda y entramos en la imprevisión. Ese malestar que podamos sentir debemos soportarlo como preámbulo de nuevos momentos en que podamos de nuevo predecir, y por tanto controlar nuestras vidas. LO genial sería poder predecir sin caer en la rutina. Sería como un pequeño milagro.
Es como tu dices para muchas personas. La rutina les proporciona una vida predecible en la que pueden sentirse en la ilusión de la tranquilidad. pero lo que hay que evitar no es cambio sinó el pensamiento catastrofista acerca del futuro. Lo desconocido no tiene porqué ser peor que lo que ya conocemos. De hecho, puede ser un mundo de nuevas posibilidades.
Sólo cerrando las puertas detrás de uno se abren ventanas hacia el porvenir.Si no piensas en tu porvenir, no lo tendrás.Actuad,cambiad roles y un hermoso e infinito mundo se abrirá ante nosotros.
Actuamos como si la comodidad fuera lo más importante en la vida, cuando lo único que necesitamos para ser realmente felices es algo por lo cual entusiasmarnos.Atrapa tus sueños.
Somehow i missed the point. Probably lost in translation 🙂 Anyway … nice blog to visit.
cheers, Freakishly!