¿Decides "en caliente"?
El título de este post tiene un doble sentido y no sólo por hacer un juego de palabras sino porque voy a a hablar de esos dos sentidos: el hecho de tomar una decisión bajo un estado de excitación sexual y el hecho de decidir con nuestras emociones alteradas (ansiedad, enfado, decepción…).
Y para hacerlo me voy a basar en los estudios que aparecen en el libro de Dan Ariely Predictably irrational (publicado en español por la editorial Ariel bajo el título Las trampas del deseo) del que ya os hablé en este post y que creo que iluminan de forma notable el modo en que nos comportamos en ciertas situaciones difíciles o comprometidas.
Los estudios de Ariely comparan en diversas situaciones a estudiantes del MIT (es la población que tiene más a mano para realizar los estudios y donde más fácilmente puede obtener consentimiento para hacerlo) a los que por su nivel cultural y de inteligencia, podemos considerar personas con una capacidad elevada de tomar decisiones racionales y bien ponderadas. Ariely en esta ocasión entra en un terreno delicado y todavía tabú: el sexo. En la primera parte del estudio les entrega a los estudiantes unos portátiles para que a solas en su habitación respondan una serie de preguntas sobre conductas sexuales que van desde las más “normales” a prácticas de mayor “atrevimiento” (incluidas preguntas sobre prevención de embarazos y ETS). En una segunda fase del experimento, las mismas preguntas eran hechas en un estado de excitación sexual (se les pedía a los participantes que miraran fotos y películas excitantes antes de responder). Los resultados fueron que en la capacidad de predecir lo que harían en un estado de excitación sexual fue bastante pobre, ya que cuando había excitación eran casi el doble de propensos a entrar en conductas de las más atrevidas que cuando habían respondido en un estado sin esa excitación. Y un 25% más propensos a tener sexo sin preservativo. Creo que muchos ya os podréis hacer una composición de lugar de en que situaciones puede encontrarse alguien en estado de excitación, casi sin saber cómo….
Ariely concluye:
Incluso la persona más brillante y racional, en el calor de la pasión, parece estar absolutamente y completamente separada de la persona que ella creía que era.[…] En un estado sin excitación los lóbulos frontales (parte del cerebro que controla la toma de decisiones) están en pleno funcionamiento, y la persona está en pleno control de su comportamiento. Pero cuando está en un estado de excitación sexual y el cerebro reptiliano (parte instintiva) toma el cargo, se convierte en alguien irreconocible para sí misma. […] El estudio sugiere además que nuestra incapacidad para entendernos a nosotros mismos en un estado emocional diferente, no parece mejorar con la experiencia.
Estos estudios, además de las implicaciones que tienen en el terreno del comportamiento sexual ya que por decirlo finamente, si no quieres meterte en líos, más te vale que te alejes de las conductas en las que no quieres caer (una vez metes un pie dentro, es muy probable que metas los dos ;)) , tienen muchas aplicaciones en el modo y el momento en que tomamos una decisión. Si estás “en caliente”, y ahora me refiero al otro sentido, es decir, enfadado, nervioso e incluso eufórico, es posible que las decisiones las esté tomando tu cerebro reptiliano en lugar de tus lóbulos frontales. En ocasiones, como hemos hablado otras veces, esa intuición o decisión emocional puede ser muy adecuada pero también puede meterte en un gran embrollo.
Por ello, el consejo de contar hasta diez, puede ser más útil de lo que parece. Y para hacerlo todavía más práctico yo añadiría: si estás en un estado emocional perturbado y se te presenta una decisión a tomar, sigue los siguientes pasos:
– Si puedes postergarla, hazlo sin dudarlo.
– Si es algo que no puede esperar, trata de tomarte un respiro, una pausa y relajarte. Utiliza la técnica que mejor te vaya pero procura que tu enfado, disgusto, euforia, ansiedad…quede en un nivel mínimo. Si eso no te es posible, intenta tomar la opción menos arriesgada o con menores consecuencias. Al día siguiente lo agradecerás.
– Si has podido esperar, anota no obstante cómo te sentías y que te hubiera gustado hacer en ese momento. Cuando estés calmado es una información que podrás analizar y te servirá de referencia.
– Utiliza este sistema que ya expliqué, si tienes ocasión de hacerlo y la decisión es realmente importante.
– Si te encuentras con frecuencia en situaciones que has de tomar decisiones bajo mucha presión, entrénate para hacerlo de manera creativa.
– Si ya has metido la pata, trata de arreglarlo cuanto antes mejor.
En cualquier caso trata de recordar lo que dice Ariely, que aunque creemos conocernos muy bien, somos bastante malos prediciendo lo que haremos cuando estemos bajo el influjo de un estado emocional fuerte.
¿Te has encontrado alguna vez decidiendo “en caliente? ¿Salió bien?
pd. Si quieres comprar el libro puedes hacerlo clickando en la imagen
Edito para añadir el vídeo de Ariely en el Ted por si hay algún interesado:
Mertxe Pasamontes
Comments
Ehm, ahm… siento poner la nota “típica” en mí, pero es lo que yo siempre llamo “pellizcarse un huevo”.
El problema es que yo tengo callo en uno ya, y no me duele, y en el otro ya se está formando…
Pero sí, contemporizar está infravalorado. Y no sólo en el ámbito sexual (ya aprovechando el buen juego de palabras con la imagen), sino en todos los ámbitos de la vida.
Y cada vez estoy más convencido que la gente no es capaz de controlarse lo más mínimo, ni siquiera en lo relativo a sus necesidades básicas.
Ya sobre otros terrenos más profesionales, mejor ni hablemos, porque igual me hecho a llorar.
Eso sí, reitero: soy un temerario. Aunque muchas veces hay cosas que están más pensadas de lo que quien me conozca superficialmente puede llegar a creer 😉
.-= Ahora mismo, en el blog de Esteban Mucientes: ¿Qué queremos =-.