Encuentra la felicidad en dónde realmente está

¿Dónde se encuentra la felicidad?
Muchas veces nos preguntamos dónde se encuentra la felicidad, si en nuestro mundo interior o en el mundo externo. Una de las consultas más frecuentes que me encuentro en terapia es precisamente esa: si es mejor hacer un cambio externo (por ejemplo, de trabajo) o interno (aprender a tomárselo de otra manera). Al enfoque que hace hincapié en alterar las circunstancias materiales para conseguir el bienestar se le denomina externalismo. Por el contrario, al que pone el énfasis en alterar los propios valores, las creencias y los estados emocionales se le denomina internalismo.
Estos enfoques no constituyen sólo un enfoque personal sino que hay mucho más detrás. El materialismo y el consumismo serían la aplicación práctica de ese enfoque externalista, en el que te venden que la felicidad está en tener cosas materiales y cuantas más mejor. Y la autoayuda más ramplona y comercial se situaría en el extremo opuesto, en poner toda la responsabilidad de tu felicidad en ti mismo y en el modo en que te tomas la vida. Si no eres feliz es porqué no quieres, te vienen a decir. Ambos enfoques me han dado siempre grima y he tratado de dejarlo claro en multitud de posts en que de uno u otro modo he hablado sobre esos temas. No puedo olvidar que yo soy psicóloga y que trabajo básicamente con el estado interno de los demás. Pero eso no me obliga a un enfoque totalmente internalista y no lo tengo. En eso difiero de mi colega Rafael Santandreu y su reciente libro Ser feliz en Alaska. Hay mucho de cierto en lo que explica, pero no llevado a ese extremo ni con esa contundencia.
Por suerte no estoy sola en ese enfoque mixto, de factores internos y factores externos. En un estudio reciente Ahuvia y colaboradores ha situado la felicidad en un adecuado equilibrio entre los factores internos y los externos. Es un enfoque que va más allá de la psicología y tiene en cuenta también factores sociales, antropológicos e incluso filosóficos. En algo se tenía que notar mi formación en Humanidades.
Los autores hacen una amplia revisión de investigaciones que apoyan el internalismo como la vía hacia un mundo feliz. Y es cierto que hay evidencias, y la meditación es una de ellas, de que trabajar en nuestro mundo interno nos puede conducir a mayores cuotas de bienestar y felicidad. Pero este enfoque presenta algunos problemas. Uno es el hecho del tiempo que se necesita para ser un maestro en el manejo del mundo interno. No es algo que se consiga en cuatro días como pretenden hacernos creer algunos . Cuando os he hablando de los beneficios del Mindfulness, a pesar de que algunos se puedan notar rápidamente, siempre os insisto en que requiere de constancia y perseverancia. Las escuelas importantes (que no los charlatanes de la autoayuda), como las terapias basadas en Mindfulness y las cognitivo conductuales, animan a cambiar las circunstancias externas cuando sea necesario y se pueda y reconocen el tiempo que se ha de invertir para dominar la propia mente. No es un camino que se haga en dos días.
Pero en el enfoque externalista tampoco todo es coser y cantar. Los ejemplos que ponen los autores y que podríamos enumerar de este enfoque exceden en mucho el espacio de este post: toda la publicidad de las marcas, nuestro modelo social y todos los libros y cursos que te dicen que la felicidad está en conseguir el éxito y que eso depende totalmente de ti. Son obvias las limitaciones de este enfoque. Y también el mundo al que nos ha llevado.
El enfoque óptimo estaría pues en el interaccionismo: una dinámica entre lo interno y lo externo, un equilibrio entre ambos mundos. La frase que para mi resumiría ese enfoque sería: valor para cambiar lo que puedo cambiar, fuerza para soportar lo que no puedo cambiar y sabiduría para ver la diferencia. Cada persona tendrá una sensibilidad diferente a la influencia de ambos aspectos. Habrá personas a las que las circunstancias externas les afectarán más y pondrán más atención ahí. Como habrá quien tenga más facilidad que otros para ser un maestro de sus estados internos y necesitará menos de lo externo. Esa es una de las habilidades de la terapia y el coaching: saber ver cómo es la persona que tienes delante y ayudarle a que ella encuentre su propio camino. A veces tendrá que hacer más cambios externos que internos. Y en ocasiones será al revés. O habrá un equilibrio entre ambos. Lo que es muy difícil es que sólo haga falta hacer un tipo de cambios, la clave suele estar en la dinámica e interacción. Por eso las recetas y métodos cerrados no suelen ser efectivos. Los seres humanos somos complejos y dinámicos.
Con esta base he elaborado el curso de desarrollo personal que espero poderte ofrecer en breve: con el hecho de que trabajes en ti mismo y también en tus circunstancias externas. La felicidad está en algún punto de ese camino y tú trabajo será encontrar ese lugar. Yo sólo puedo mostrarte el rumbo, tú tienes que encontrar el punto en donde todo eso converge para ti. Y con mi ayuda y tú trabajo ese lugar emergerá para ti.
Lectura recomendada:
Una pequeña obra maestra titulada 101 Cuentos Clasicos De La India de Ramiro calle. Pequeñas perlas de sabiduría en forma de cuentos breves.
¿Dónde se encuentra la felicidad? ¿Sabes encontrar el equilibrio entre lo externo y lo interno para sentirte feliz?
Mertxe Pasamontes
Comments
Muy interesante tu post, comparto mucho contigo sobre el hecho de ser feliz. La felicidad se compone de agentes externos e internos, y generalmente las personas que cuentan con los medios externos, se olvidan de los medios internos, y viceversa. También déjame agregar algo mas, a veces las personas suelen generar una dependencia de otras personas para encontrar esa felicidad, te comparto un post sobre ese tema http://univercia.com/2016/04/09/feliz-no-necesito-nada-mas/ que también es muy interesante de analizarlo. Saludos.