La insoportable levedad del ser de Milan Kundera

Milan Kundera es uno de esos autores que no permiten una aproximación superficial a su obra. O entras de pleno en ella, o te quedas fuera. Si entras te ves transportado a un mundo no solamente literario, sino filosófico, psicológico, existencial… Sus personajes no solamente se enfrentan a situaciones de la vida cotidiana, sino que cada uno de esos encuentros con el amor, con las relaciones, con los demás, les hacen plantearse la existencia en todas sus dimensiones. Por ello, es otro de esos sutores, como he dicho con varios de los comentados en el blog, que o te encantan o no puedes soportar. No admite medias tintas.

Me he decidido a presentarlo con su obra más conocida y tal vez la que lo impulsó a la fama, si bien tiene otras de igual calidad o incluso mejores (La inmortalidad me parece soberbia, por citar un ejemplo). La insoportable levedad del ser narra las aventuras y desventuras amorosas de Tomás, un soltero empedernido enamorado de Teresa, pero que no es capaz de renunciar a tener otras relaciones, convirtiéndose esas infidelidades en un lastre insalvable para la relación. Dicho así podría parecer un argumento manido, bastante común, pero la maestría de Kundera convierte esa simplicidad en una obra de enorme profundidad y complejidad. Es además Kundera un narrador omnisciente, que en ocasiones interviene en la narración haciendo un guiño complice al lector.

Os extraigo alguns citas para que os hagáis una idea:

Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como Jesucristo a la cruz. […]

No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. […]

La persona que desea abandonar el lugar donde vive no es feliz. […]

No, no fue la superstición, fue su sentido de la belleza el que la liberó de la angustia y la llenó de ganas de vivir. Los pájaros de la casualidad volvían a posarse en su hombro. […]

Las citas serían interminables, ya que en cada página hay alguna frase digna de destacar. Si estás buscando una lectura superficial o de entretenimiento, éste no es tu libro ni tu autor. Sin embargo, si te apetece sumergirte en las profundidades del alma humana, oír su diálogo interno, estás de suerte.

Mertxe Pasamontes