7 ideas para pasar las vacaciones en compañía y disfrutarlas
Ya hablé hace unos pocos días de aprovechar el período de descanso veraniego para tomarte unas vacaciones mentales. Pero además de eso, hemos de pensar que las vacaciones, salvo excepciones, suelen ser un tiempo y un espacio que compartimos con otras personas. Solemos irnos de vacaciones con nuestra pareja, nuestros hijos, otros familiares o unos amigos. Vacaciones en compañía. Creo que todos hemos oído (o vivido) historias de personas que tras unas vacaciones con unos amigos dejaron de serlo. Porque a pesar de ser unos días de ocio y asueto, en que parece que lo único importante es divertirse, la convivencia es intensa y eso facilita que surjan roces de todo tipo.
Cuando convivimos con otras personas surgen choques de mapas mentales. Cada persona tiene su modelo del mundo y con él sus expectativas y gustos acerca de cómo quiere pasar esos días. Si estás de viaje con unos amigos es posible que surjan discrepancias del tipo: quiero visitar el mayor número de sitios posibles versus prefiero ver pocos y bien; mejor nos comemos un bocadillo y ahorramos en eso versus me gusta ir a restaurantes y probar la gastronomía local; prefiero madrugar y aprovechar el día versus conozcamos la ciudad de noche aunque luego nos levantemos tarde; y así podríamos seguir hasta el infinito. De lo primero que hay que ser conscientes es que ninguna opción es mejor que otra, son sólo cuestión de gustos y prioridades.
¿Qué podemos hacer para evitar esos conflictos? Vamos con una serie de propuestas:
– Hablar antes del viaje. Antes de realizar el viaje estaría bien sentarse y compartir expectativas. De ese modo podemos ver en qué coincidimos y en qué no previamente. Verlo sobre el terreno, cuando estamos pegados a la decisión es mucho más difícil. No hay que pensar que es algo que resta espontaneidad al viaje, sino algo que evita conflictos.
– Dar libertad. Ir de viaje juntos no significa que tengamos que hacer todos lo mismo todo el tiempo. Podemos hacer algunas actividades conjuntamente y otras por separado. Es mejor eso que hacer algo a regañadientes y sin ganas.
– Respetar. Dar libertad requiere del respeto hacia el mapa mental del otro, sus gustos y deseos, sin juzgarlos. No estamos en un concurso para ver quien tiene la mejor propuesta, sino en un espacio para tratar de pasarlo lo mejor posible.
– Ser flexible. Tampoco se trata de pasar las vacaciones yendo cada uno por su cuenta y sin coincidir en nada. Ya he hablado alguna vez de lo bien que nos va flexibilizar nuestro mapa mental. Podemos aprovechar la ocasión para probar a hacer cosas diferentes a las que hacemos normalmente y experimentar cómo nos sentimos. En el equilibrio, entre uno y otro extremo, está la respuesta.
– Moderar las expectativas. Las cosas no siempre salen como teníamos planificado y mucho menos en vacaciones. Estamos sujetos a muchos imprevistos que no podemos controlar. Tener unas expectativas moderadas y tomarse los cambios con calma es algo también de gran ayuda.
– No te amargues. Si tu avión sufre un retraso o el día sale lluvioso, no te amargues. Trata de tomar las cosas como vienen y de ponerles un poco de sentido del humor. Alguien amargado y quejándose todo el rato dentro de un grupo se hace muy difícil de sobrellevar.
– Agradece la oportunidad. Muchas gente no puede ni plantearse ir de vacaciones. Agradece poder hacerlo y no te fijes en los pequeños inconveniente que te puedas encontrar.
Al final, casi todo está en la actitud. No es cuestión de que tengas que conformarte con todo o impostar una alegría que no sientes, pero tampoco que estés fijándote en cualquier detalle criticable. Disfruta, que la vida es más corta de lo que parece.
¿Con qué actitud te tomas las vacaciones?
Post publicado originalmente en Lainformación.
Escuchar podcast:
Mertxe Pasamontes
Comments
Lo pedí todo a fin de poder disfrutar de la vida, y se me dio la vida de manera que pudiese gozar de todo.
Anónimo
Al final,
lo que importa no son los años de vida,
sino la vida de los años”
(Abraham Lincoln)
Los hombres que no perdonan a las mujeres sus pequeños defectos jamás disfrutarán de sus grandes virtudes.
GIBRAN, Gibrân Jalîl
Hermoso. Suerte con tu libro.