Conocer nuestro cerebro
Una de las últimas fronteras de la ciencia es el conocimiento en profundidad del funcionamiento de nuestro cerebro y de cómo un órgano físico como el cerebro puede generar algo tan etéreo como es la «mente». Ese conocimiento cada vez más profundo nos puede ayudar a entender cada vez mejor cómo funcionamos, porqué nos comportamos de una determinada manera, qué cosas se pueden hacer para que nos sintamos mejor…. Por eso tengo la intención de hacer una serie de píldoras sobre el cerebro, su funcionamiento, investigaciones de los últimos años, etcetera… La idea es que sean unas píldoras que pongan el énfasis en lo divulgativo pero que a la vez nos ayuden a aproximarnos con un cierto rigor a ese maravilloso órgano que es nuestro cerebro. Y sobre todo, que nos sirvan para entendernos mejor y comprender de manera más extensa nuestro comportamiento.
Hoy para empezar sólo explicaré brevemente qué es el encéfalo y cuáles son sus principales partes, según la clasificación clásica de Paul Mclean que divide el encéfalo en tres subestructuras o partes:
El cerebro reptiliano:
En el encontramos dos estructuras:
Cerebelo: responsable de la función psicomotora, el cerebelo coordina la entrada sensorial del oído interno y los músculos para el control adecuado de la posición y el movimiento. Recientes investigaciones han constatado que es la parte más activa del cerebro. Cuando aprendemos una actividad y la grabamos en el cerebelo nuestro cuerpo puede llevar a cabo esa acción de manera automática sin que intervenga nuestro pensamiento consciente. Lo mismo sucede con las habilidades, actitudes, hábitos y actos repetidos. Más de la mitad de las neuronas que componen el cerebro humano se encuentran en el cerebelo.
Tronco encefálico: ubicado en la base del cerebro, forma el vínculo entre la corteza cerebral, la materia blanca y la médula espinal. Participa en el control de la respiración, el sueño y la circulación.
El mesencéfalo o sístema límbico:
Está formado por múltiples subeestructuras: tálamo, hipotálamo, sistema límbico, amígdala, hipófisis, ganglios basales, sistema de activación reticular e hipófisis. Se le conoce también como cerebro emocional y aunque ocupa una parte relativamente pequeña del encéfalo está implicado en múltiples comportamientos. Controla gran parte de las funciones automáticas como, por citar algunas, la temperatura corporal o la digestión y los sistemas hormonales. Está implicado también en las importantes funciones de lucha y huída, alimentación y apareamiento.
El neocórtex
Es la capa más externa del encéfalo y la más nueva evolutivamente hablando, que está formada por materia gris y blanca (neuronas y células de la glia). Es la estructura en donde se crea nuestra conciencia, la creatividad y hace todas las funciones que entendemos por superiores: razonamiento, planificación, racionalización, memorización, análisis, comunicación verbal, etc…Está dividido en dos hemisferios unidos por el cuerpo calloso. Se subdivide también por lóbulos: frontales, parietales, temporales y occipitales. Es la parte del cerebro que más nos diferencia en volumen y complejidad del resto de mamíferos, la parte que nos hace verdaderamente humanos.
No pretendo que os tengáis que aprender todos los nombres y partes, pero espero que sirvan de punto de referencia cuando en otras píldoras hable de cómo funciona el cerebro o de algún experimento sobre que estructuras están implicadas en algún comportamiento específico. Siempre es útil para entenderlo mejor poder ubicar la parte nombrada y entender más o menos a que estructura corresponde.
Por hoy no me alargo más con el tema. Sólo espero que esta nueva sección, que creo que será quincenal, sea de vuestro agrado y me hagáis llegar vuestros comentarios al respecto.
Mertxe Pasamontes
Comments
Me parece interesante que pongas al alcance de todos nosotros los avances que se están haciendo en el estudio del cerebro, que según tengo entendido sigue siendo un órgano bastante desconocido dada su complejidad.
Éxitos con la nueva sección!
Interesante, y si lo unimos al post anterior – sobre cómo comunicarnos convincentemente – cae de perlas. Supongamos que sabemos lo que hablamos porque lo hemos vivido y porque lo hemos estudiado, cumplimos los requisitos básicos, pero… si no sabemos cómo funciona el cerebro humano a nadie le va a importar.
Además de los requisitos anteriores hay que tener en cuenta nuestra naturaleza, cómo estamos hechos, y por supuesto, los 3 cerebros.
Para ser tremendamente convincentes ésta es la fórmula; háblele directamente al cerebro reptil, al instintivo, al básico, al animal… pero espere, hay que matizar, diríjase al mamífero, al sistema límbico, a las emociones, llévelas al máximo de excitación – es muy fácil – y no se detenga en detalles, sin remordimiento.
Por supuesto, haga como si estuviera hablando con el cortéx, simule que el asunto es inteligente, de datos, argumentos inteligentes, pruebas «irrefutables»; de esa manera no crea conflictos y los 3 están felices y obedecen mansamente.
Un detalle, se necesita un orden; primero revuelva emociones, luego sea inteligente y luego dispare al animal para que tome la decisión de compra o de voto o de opinión o lo que sea, poco importa.
Si el reptil olfatea que eso es lo que quiere, lo que le gusta, lo que le han dicho, lo que supone que tiene que creer, lo que todos los otros hacen, y entonces es la verdad, déselo, lo desea ardientemente porque es posesivo, territorial, y como mamífero, gregario. De hecho, todas las decisiones de, por ejemplo compra, las toma el instinto de una manera emocional, para nada inteligente.
Sintetizando: 1 Cautive al principio, 2 bla bla bla bla (inteligente) y 3 remate, el cierre, la decisión; 1 y 3 son fundamentales y tienen que ser cortos pero sustanciosos; 2 es relleno, sedativo, tranquilizante.
Así es que somos manipulados, así es que manipulamos. Somos dirigidos, gobernados por la parte más irracional, instintiva, de nuestro ser y hay quienes en hacer uso de eso son magos de verdad; además, tienen el poder, el dinero y los medios para hacerlo a su máxima expresión de sofisticación.
Por otro lado y como detalle anecdótico; genéticamente hablando, somos diferentes un 2% del chimpancé.
¿Qué tan inteligentes somos en verdad? Tal vez… ¿un 2%?
En verdad, y si las cosas cosas son así, parece que nuestra especie apenas va a comenzar un poco más adelante el camino de la evolución inteligente, ¿o será que ya comenzamos?
Excelente post, Mertxe. Iniciar una nueva linea de articulos en referencia al cerebro, a sus partes y a su funcionalidad; es algo realmente interesante. Bueno,ahora tendremos que esperar quince dias más para la próxima entrega ¡lástima!
Muy buena ide,a Mertxe! Y muy bien expuesta: clarito, clarito 😉
Gracias 🙂