¿Te arrastra la competitividad?
Si hay algo que se fomenta en el tipo de sociedad en que vivimos es la competitividad. Y para sentirte en esa carrera por ser el primero o el mejor en algo no hace falta que estés en competiciones deportivas o de otro tipo, solo es necesario que desarrolles algún tipo de actividad. Concursos al mejor Blog del año, listas de los mejores en X o los más populares, selecciones de personal, competición por ser el promocionado en el trabajo, etc. Es difícil sustraerse a todo eso.
Y eso sucede a pesar de que ya hace tiempo que hay estudios que muestran como las actividades colaborativas obtienen mejores resultados que las actividades competitivas. Y que la suma de las inteligencias en un grupo provoca una inteligencia superior e imposible de alcanzar por una sola persona. Pero eso choca de lleno con algo que todos tenemos en mayor o menor medida: el ego. Nuestro Ego busca sobresalir, destacar, ser reconocido. Necesitamos ser reconocidos porque necesitamos ser amados y creemos erróneamente que cuando seamos los mejores o los primeros en algo lo conseguiremos. Nadie nos habla de la soledad del vencedor….
Y es que además, hasta aceptando que una dosis de competitividad pudiera ser sana y adecuada, el problema surge cuando hay ansiedad por ganar a toda costa. Cuando ganar o ser el primero en algo se convierte en una obsesión surgen los problemas. Porque no siempre es posible ganar. A veces hay rivales mejores que nosotros. Y si no somos capaces de aceptar eso, además del sufrimiento que nos conlleva, es fácil que se caiga en conductas «poco deportivas». Todos hemos podido ver equipos de fútbol, que en el momento de estar perdiendo un partido, empiezan a hacer juego sucio para ganarlo a toda costa. Se pierde la idea de ganar cuando eres el mejor y se sustituye por la de ganar de cualquier modo. Y en otros deportes sucede igual. Los casos de dopaje son un claro ejemplo de ello.
Y cito el deporte porque es quizás el lugar en donde podemos observar esto más claramente. Pero lo mismo sucede en otros ámbitos. Personas que no dudan en poner todo tipo de trabas y trabanquetas a sus compañeros para conseguir así ser promocionados. Bloggers que utilizan prácticas poco éticas para conseguir más votos. Y podríamos seguir con múltiples ejemplos que seguro que conocéis.
Y no estoy diciendo con esto que competir en sí mismo sea negativo. Lo que es negativo es creer que la única opción es el triunfo. Competir puede ser un buen modo de mejorar en algo, de comprobar nuestro nivel, de motivarnos. No estoy segura de que las escuelas que igualan a todos los niños los preparen mejor para la vida que aquellas que fomentan una dosis de competitividad sana. Porque está bien entender que hay personas mejores que nosotros en ciertos ámbitos. Que no todos somos iguales en todo. Y que eso no nos hace ni mejores ni peores. Y fomentar el disfrute por la mejora, más que por el triunfo. La mayoría de las veces la persona que destaca de verdad en algo (sin trampas) es la que realmente disfruta haciéndolo.
Porque el verdadero trabajo no tendría que pasar por ser mejores en algo sino por ser más conscientes. Conocernos y comprendernos mejor a nosotros mismos. Conocer nuestro Ego y saber cómo ponerlo en el lugar que le corresponde. Y así mismo, saber cómo aprovechar sus cualidades y capacidades para hacer aquellas cosas que realmente nos hacen felices. Tal vez sea ser los primeros en algo pero también puede ser que sea pasar los días mecidos por el dulce fluir de la existencia. Sea lo que sea, lo importante es que esté en conexión con nuestro Yo real, con quien verdaderamente somos. Y ahí sí que toca ir mejorando. Para ser cada día más conscientes. Para ser cada día más nosotros mismos. Para estar cada vez menos sujetos a lo que el exterior nos dice que hagamos y más en consonancia con lo que queremos hacer. Ese será un esfuerzo que valdrá la pena.
¿Eres una persona competitiva? ¿Fomentas la competitividad en otros?
Mertxe Pasamontes
Comments
Hola Mertxe,
La verdad es que solía ser más competitivo, creo que el ego masculino es más propenso a ello.
Ahora también pienso que la colaboración es la mejor forma de avanzar. Un buen ejemplo de eso está en el mundo de los blogs, observando a grandes blogueros como Darren Rowse o Brian Clark te puedes dar cuenta de la forma en que colaboran entre ellos.
Otra cosa que hago en lugar de competir es inspirarme. Observo lo que me gusta de otras personas, reconozco lo que están haciendo bien y luego hago una cosa que para mi es muy importante, que es hablarme amablemente por no hacer las cosas tan bien como otros.
También creo que hay un peligro en evitar la competición y es no dar todo de nosotros. Por eso creo que debe haber un paso más y es tratar de mejorar buscando la excelencia. Con lo que tengo hacerlo lo mejor posible.
Inspirarme, cooperar y mejora personal sería mi estrategia.
Como siempre excelente post.
La competencia puede ser un mal necesario, pero si sacrificas tu familia, tus valores, lo que eres tu, de nada vale ser el primero y estar solo.