¿Es lo que recuerdas preciso?

En el post anterior ya hablé de como algunas personas se empeñan en aferrarse a agravios pasados y es lógico pensar que podemos hacer eso gracias a que tenemos memoria. Si no recordáramos el pasado no podríamos aprender de él y por tanto, es una ventaja evolutiva hacerlo.
Lo que a veces no pensamos es que también es una ventaja evolutiva el hecho de «modificar, atenuar, o alterar» esos recuerdos de un modo que nos sean más tolerables o llevaderos. Dicho de un modo más llano: gran parte de lo que recordamos no sucedió tal y como lo recordamos. La convicción que tengamos de que ese recuerdo es cierto y sucedió tal como lo recordamos, no implica que sea «más cierto» que uno del que no tengamos esa certeza. Margarita Diges, catedrática de Psicología de la UAM y especialista en la psicología del testimonio (cómo la víctima de un delito recuerda lo que pasó) nos dice que: «está demostrada empíricamente la falta de relación entre la seguridad del testigo y la exactitud de su identificación«. O sea, que la fórmula judicial «sin ningún género de dudas», por lo menos empíricamente, no significa nada (no entro aquí en que significa en un contexto judicial, ya que no es el objetivo de este post, ni soy experta en el tema jurídico).
No quiero con este post hacer entrar a nadie en pánico ni pensar que estamos en un mundo tipo Blade Runner en que como a replicantes se nos insertan falsos recuerdos (aunque ya hay algún experimento que demuestra que se puede hacer) sino justamente aprovechar la potencia que eso puede tener en el presente. Como se dice en PNL, nunca es tarde para tener una infancia feliz.
Y con ello no se trata de caer en el autoengaño y pensar que nuestra vida pasada ha sido maravillosa cuando no lo ha sido. Ni de cambiar los recuerdos a la fuerza para que sean de otra manera, para implementar un engaño en nuestra mente. Pero si que se trata de relativizar lo pasado. Saquemos de ello la experiencia y la enseñanza, pero una vez hecho, seamos capaces de dejarlo ir. De no recrearnos en las vivencias negativas. De poder releer (lo hemos hecho de todas maneras) esos acontecimientos de un modo diferente, con las experiencias y conocimientos que tenemos en el presente que son diferentes a los que teníamos cuando sucedió.
Estamos en perpetuo cambio y una forma de ser más felices es ese vivir en el aquí y ahora, dejarnos fluir desde nuestro yo más profundo con la existencia y no aferrarnos a aquello que nos hizo daño en el pasado. Piensa que es posible, que eso que tanto te agobia, ni tan solo sucediera tal y como tu lo recuerdas. 😉
Y quizás sirvan de ilustración de lo que es disfrutar las palabras del periodista Gay Talese de 78 años publicadas en la Contra:
Y ahora con los años viajo mucho más ligero de equipaje: la vejez libera. Ya verá.
¿En qué sentido?
Cuanto menos tiempo me queda, más lo disfruto. Y menos tengo que perder: me gasto feliz todo lo que tengo… ¿Para qué dejar ni un dólar aquí? Y cada día me va quedando ya menos cuerpo del que preocuparme, pero, en cambio, mantengo intacta toda mi capacidad de disfrutar de mi trabajo.
Es posible que podamos empezar a disfrutar ya sin esperar cumplir los 78 años.
¿Crees que tus recuerdos son muy precisos? ¿En que te basas?
Mertxe Pasamontes
pd. Todas las fotos que pongo tienen para mi un sentido en relación con el post, pero no tengo claro que se vea esa relación. Si os apetece, podéis decirme qué pensáis, si le veis sentido, etc.
Comments
Obviamente si ni tan siquiera lo que percibimos es absoluto, y se puede interpretar y recibir de muchas maneras; ¿Cómo vamos a poder fiarnos de lo que recordamos si los recuerdos son la huella de lo que vivimos en la arena de la playa que es nuestra mente?
Esto lejos de ser un problema,podemos aprovecharlo: ¡Usémoslo en nuestro beneficio! Olvidemos o relativicemos aquello que no nos aporta ni ayuda, y reforcemos lo que nos da energía para seguir cada vez con más ganas.
.-= Ahora mismo, en el blog de Fernando: Detenidos por introducir Bombas lógicas en Software =-.
Hola, Mertxe!
Nunca pude leer un post tuyo prescindiendo del mensaje que me sugiere la imagen con la que lo ilustras. Siempre tuve la sensación de que la foto era un párrafo «clave» para el conjunto del texto. Era demasiado casual que siempre me sucediera esto, por lo que estaba convencida de que la ilustración formaba parte de tu «intención comunicativa».
Me alegra de que lo hayas explicitado y te animo a seguir con ello: tienes verdadero arte.
Un abrazo
.-= Ahora mismo, en el blog de Ana Maria: DO SCHOOLLS KILL CREATIVITY =-.
Hola Ana!
Que ilusión que ya lo sospecharas y que le vieras una relación. La verdad es que a veces está «traída por los pelos», pero para mi tiene sentido. Ese es el motivo de que en ocasiones, las fotos no son mías, pues no encuentro ninguna que sienta que tiene esa relación.
Gracias!
Creo sinceramente que el tiempo altera los recuerdos pero me alegro de ello puesto que no hace ver que fuímos más felices, de lo que realmente quizás fuese real.
Que necesidad hay de guardar reconres que solo nos hacen sufrir, con ello no digo que sea malo recordar tiempos pasados y momentos muy puntuales en nuestra vida porque creo que si fuera a si seria seres vacíos.
Pero con la edad es mejor mirar hacia delante y dejarse de que ya paso y nunca volverá
Por mas que lo deseemos la vida sigue y si deseas disfrutar de ella mira el dia dia .
Ahondando en este tema de la reconstrucción de los recuerdos del pasado recomiendo ver el documental animado «Vals con Bashir», una arriesgada apuesta del israelí Ari Folman que narra, en clave autobiográfica, la matanza sucedida en los campos de refugiados palestinos de Sabra y Chatila durante la guerra del Líbano.
En realidad es bastante lógico que la calidad y la interpretación de los recuerdos vaya variando con el transcurrir de los acontecimientos del presente y, a mi entender, la razón es que cada vez tenemos otros nuevos recuerdos con los que compararlos.
Una rabieta o un disgusto de niño nos parecerá terrible en su momento y, conforme vayamos experimentando y acumulando experiencias dolorosas, es lógico que vayamos variando la percepción del sentimiento original.
Además, todos llevamos en el ADN la máxima de que todo tiempo pasado fue mejor y tendemos a magnificar lo pasado, para lo bueno y para lo malo. Si a ello añadimos el color de «las gafas» que nos pongamos para mirar atrás, podemos tener tantas versiones de los recuerdos como «retrovisiones» efectuadas.
Un saludo,
Celestino Martínez.
.-= Ahora mismo, en el blog de comunicoluegovendo: La Fnac y el marketing de guerrilla =-.
Tu post me recuerda al cuento indio del elefante y los ciegos al que el Rey manda tocar a cada uno una parte del elefante y despues pes pidiera una descripcion de lo que era un elefante para ellos. Sobre todo cuando varias personas tratan de recordar un mismo acontecimiento. cada uno lo recuerda desde el estado animico y su lugar en dicha escena… ¿ cuantas veces no habremos discutido sobre lo que paso en un momento concreto ? y aun asi ¿que queda en la memoria de dicha escena?.
Mitakuye Oy Asin.
Erlik Khan.
.-= Ahora mismo, en el blog de Erlik Khan: Viaje al Oeste – VIII – Necesidad de Crecimiento Armonico =-.