Felicidad, si no es ahora ¿cuándo?

En un Blog como este en el que abogo por el pensamiento positivo (entendido como optimismo inteligente) no puedo dejar pasar las bellas palabras que nos ofrece Josep López, escritor y asesor de escritores, en la entrevista que le realizan en La contra. Lo primero que haré es citar lo que más me ha gustado de lo que dice:
No hay que sustituir la ilusión por esos pésimos actores secundarios: el positivismo o el conformismo. Hay que aceptar la realidad y a uno mismo con sus limitaciones, pero no hay que dejar de escuchar lo que nos dice el corazón, esas cosas que te hacen vibrar. Y cuando pierdes la ilusión, tienes que pararte e intentar recordar qué es lo que en algún momento te hizo vibrar y reconducir tu vida hacia eso. […]
La ilusión no sólo es proyectarte hacia el futuro pensando que aquello que deseas algún día se hará realidad, sino alimentar el presente con ilusión. La ilusión no huye del presente, significa estar en tu camino, haciendo lo que tú quieres hacer. Tendemos a pensar que la ilusión es una huida del presente.[…]
¿Qué ejercicio propone para conseguir vivir ilusionado?
La conciencia, tomar conciencia cada día de cómo estás, de cómo te sientes y ser consciente de que tú eres algo más que eso que estás sintiendo. Tendemos a identificarnos con nuestras emociones, pero nosotros somos algo más que nuestras emociones, así que podemos transitar por ellas y decidir si queremos seguir estando tristes o cambiar.
Y todo esto que dice, tiene muchas resonancias: vivir el aquí y ahora, desapegarse y desidentificarse, las palabras del genial Eduard Punset «la felicidad está en la sala de espera de la felicidad», tener ilusión, seguir el camino de tu corazón, etc. De todo ello hemos hablado en múltiples entradas. La pregunta es, ¿pero realmente lo haces?
La vida cotidiana nos arrastra en su ritmo en múltiples ocasiones. Estamos además sometidos a miles de estímulos externos y no pocas presiones. Muchas veces la vida parece más una huida hacia adelante que no un ejercicio meditado en el que vamos hacia dónde deseamos. Incluso creo que no siempre es fácil saber lo que quieres realmente, lo que está alineado con todo tu ser, lo que supone tu Norte personal.
Como dice uno de mis maestros, Vicens Olivé: Tener un Norte Personal significa establecer un compromiso consciente con lo substancial, en lugar de mantener un compromiso inconsciente con lo insubstancial.
¿Cómo es tu compromiso contigo mismo? ¿Sabes qué es lo substancial para ti?¿Y que estás dispuesto a hacer para tomar conciencia de ello?
Mertxe Pasamontes
Comments
Poca cosa se puede añadir o modificar, este articulo es completo en si mismo. Desde mi ignorante perspectiva y sin caer en personalismos creo que faltaría apuntalar el aspecto mas temido. La tristeza. La monolítica estructura racional que no permite observar por encima de los árboles. La falta de sentido vital. La angustia. La depresión.
El aspecto depredador y amenazador de las circunstancias. El sufrimiento psicológico. Las adversidades que nos desafían. No vasta con un simple «Deseas cambiar o seguir?». Las potencias destructoras son agujeros negros y bastante tiene el desilusionado para enfrentarlo que encima se le haga creer que un simple cambio le librara de sus infiernos. Falta el método que apuntale las bases.
Creo que un buen método para abordar los inconvenientes del viaje que es la vida, pasa por recuperar el mito, sea el que sea, por que detrás de cada Viaje_Historia nos ampara nuestro mito personal que se encuentra reflejado en la tradición mítica de todos los pueblos. La vida pierde su abstracción, la tristeza es un demonio que te posee, la angustia un espíritu burlón que te hiere, una mal circunstancia es un valle de árboles con hojas de lagrimas. Una adversidad un bosque encantado.
El ego se estructura y define pues observa una realizad subyacente incluso onírica a la que puede mirar. Hay que recuperar la mirada del niño y cerrar los ojos.
Hay sapos por besar, princesas que rescatar, madrastras como muros, serpientes de cascabel, cerditos y Alicias por doquier.
La joya del discernimiento sabia felicidad.
Los aspectos mas temidos necesitan un propósito que propulse, que energizen.
No abogo por que este sea el mejor ni el único camino, pero palabrita del niño Juan Manuel que esta a vuestra entera disposicion.
Un saludo
Tu frase «Mas vale llamar a las cosas por su nombre..», me ha resultado totalmente opaca, indescifrable. Pero me arriesgare a replicarte que mas allá de la palabra subyace el símbolo. Es mas total, dice mas como globalidad sin la necesidad de la palabra que se articula como funcional. Por tanto mas vale llamar a las circunstancias por su símbolo. Otra cosa es que no estés acostumbrada y en tu pragmatismo prefieras un esquema mental mas racional. Al fin y al cabo nadie te roba el libre albedrío, pero tampoco coartes otras posibilidades, otros mapas, quizás a un desconocido se le encienda la luz, no eres la estrella central. Pero eso si. dándole al Cesar lo que es del Cesar, las gracias por el espacio inteligente que prestas, de lo que estoy seguro la vida te recompensa con creces.
Juan, no entiendo tu respuesta. Mi «llamar a las cosas por su nombre» no tiene nada que ver contigo, en absoluto. Simplemente se refiere a que si hablo de felicidad, prefiero centrarme en ese tema, y si lo hago de depresión, en ese. Y no mezclar dos conceptos, sólo con la intención de clarificar de que estoy hablando a las personas que lo puedan leer. Si para ti eso es coartar, pues no se, no acabo de entenderlo.
Mil disculpas, a veces proyecto mi ambiguedad.
Lo gracioso del tema es que aparenta ser de una sencillez enorme … Vivir el aqui y el ahora, desapego a las cosas realmente prescindibles de la vida, tener un norte para caminar en la vida, disfrutar el camino y no esperar al destino para disfrutar (espejismo) … Pero luego el ponerlo en práctica cuesta una barbaridad.
Creo que (a parte del legado genético) si nos educaran desde pequeños en el pensamiento positivo, no en la culpa y el castigo y el sufrimiento, , otro gallo le cantaria a mi generación (born in 1965) 🙂
Salvando las distancias, sin crear tampoco monstruos dictatoriales donde solo valga el yo quiero …
Estupendos post
Yo siempre he entendido la vida con ilusiones, en plural, que aunque pequeñas nunca dejes de tenerlas. Sin ilusiones llega la apatía, pero es mejor que sean pequeñas y, sobre todo, realizables.
Ahora vivo un momento de preparación de una de ellas: cambio de casa (cualquier lugar en el campo) para posteriormente conseguir otra mayor.
Admiro a la gente que se atreve a romper con todo, sin paracaídas, y perseguir sus ilusiones. Nunca se reprocharán nada, salga bien o mal.
Pienso en los demás, y las consecuencias de mis decisiones, antes de tomarlas y no quiero herir a nadie de los míos por seguir mis ilusiones.
Pero sé que algún día lo conseguiré.
Un saludo y gracias.
El tema de las ilusiones los sueños junto a las expectativas es como una serpiente que se come la cola. Si nos fijamos el énfasis se pone en el cambio y en un camino expectante que de un vuelco a la situación parcial que se vive. La situación a la vez ha sido consecuencia de sueños e ilusiones anteriores con sus expectativas. Las primeras de Juventud evocan aquello de cumplir sueños y expectativas acordes con el sueño social, por imitación, por no ser menos, a todos nos gusta sentirnos parte del grupo y proyectar sus creaciones. Visto que no funciona se vuelve a repetir, esta vez son ilusiones mas acordes con el propio corazón pero la mochila se ha echo mas grande y los problemas han crecido en relación a las responsabilidades que conllevan ciertos ex_sueños con sus falsas expectativas, y mientras tanto se nos va la vida en busca de un sentido profundo y vital.
Es complejo por que requiere cambios de visión, multitud de equilibrios y el error junto al caos que va de la mano de toda creación humana. Observamos modelos de conducta en nuestros personajes de la contra, en los consejos terapéuticos bien intencionados, en mensajes contradictorios, se reducen filosofías profundas como el vendata o el budismo a consejos de a un euro.
Y nos guste o no si lo observamos con detenimiento el movilizados es la transición de la noche oscura del alma, de una crucifixión que no encuentra el sabor a la vida, y de un sentimiento de culpa por habernos dejado engañar por el sueño social.
Conforme mas sufrimos nos revelamos mas valientes y menos preocupados por el futuro. Y nos guste o no acabamos proyectando el mito de un cristo social que se pregunta por que esta abandonado, portando una cruz llamada desconsuelo.
El camino por tanto lleno de incertidumbres se empieza a disfrutar cuando lo has perdido todo, por que ya no tienes nada que perder que era lo que creaba la contradicción especulativa. A veces ni siquiera se tiene la suerte de perderlo todo saltando al abismo sin paracaídas, pues se firmaron hipotecas simbólicas a 30 años vista. Para entonces mejor considerar el termino «Aceptacion», o «Rendicion» esto tambien permite cierta liberacion.
Leyendo tu post poco mas se puede añadir,la felicidad es un estado natural de las personas.
Algunas andan empeñadas en conseguirla como si eso fuese posible, cuando esta dentro de nosotros mismos. Hay que saber aprovechar los bellos recuerdos, las sonrisas, cuando tienes un día que luce para mi el sol y me siento guapa y eufórica ,nadie puede darme algo que solo yo tengo.
Como hacer que hayan mas seres felices tu y otros muchos vais intentado que la gente lo aprecie, tenéis mucha fuerza con vuestras palabras.
Me ha encantado este artículo, de verdad, y me quedo con una relación entre la frase de tu maestro: «Tener un Norte Personal significa establecer un compromiso consciente con lo substancial, en lugar de mantener un compromiso inconsciente con lo insubstancial» y una creencia que mantengo desde hace tiempo, aunque emborronada bajo la presión del exterior.
Y es que, desde hace algún tiempo, mantenía una creencia, que el exterior se empeñaba en desacreditar, y es la siguiente, que ahora me parece apoyada por la frase de tu maestro;
Se supoone que lo que a mí me conmueve, aquello a lo que aspiro y por lo que me muevo, tiene que ser algo consciente, algo que persigo desde la conciencia y la percepción de todo, es decir, algo que busco en un mapa donde se muestra todo: mi próximo paso, las consecuencias de tal paso, las ventajas del mismo, los beneficios, y muchas dificultades, que debería superar con recursos que a su vez también identifico en ése mapa que visuzalizo, los cuales deberé conseguir en el exterior, gracias al uso de habilidades adquiridas en el mismo exterior (de hecho, estas habilidades han sido adquiridas también conscientemente y visualizadas previamente en el citado mapa, que es nuestra percepción) entre otros recursos. Así no debería ser algo que persigo en un mapa «emborronado y nublado» de significados a medio trazar y sin terminar de explicar, éso no es realidad, lo que serviría de metáfora directa con: «un compromiso inconsciente con lo insubstancial».
Incluso en base a esto, he llegado a creer que la conexión de una persona con el albedrío tenía que ver con una reducción de la conciencia, una entrada a el «esquema nublado» que expongo, algo fuerte de por sí, ya que el albedrío es simplemente la unión de hechos que se relacionan en un momento dado según las circunstancias dadas, y nada más. No se trata de conectar con un mundo «abstracto e inseguro» donde te encuentras perdido, eso sería estar perdido en el propio albedrío general, por ello, tú tienes tu propio camino, el que consigues bajo la seguridad que te aporta la frase expuesta al principio, pero que eso sí, conecta con otros caminos personales, que compondrán el albedrío general, dada una relación de factores que no expondré ahora.
Ha sido por esto que la frase me ha gustado mucho, pero, aquí, una sugerencia: Si uno es capaz de desentramar toda la «falsedad» que dificulta el camino hacia el descubrimiento del significado de tal frase, de dónde procede el miedo a llevar a cabo el «modus operandi» descubierto en la misma, de la psicología quizá?
Un saludo.