¿Funcionas en "piloto automático"?

Una de las cosas que nos sucede con más frecuencia es funcionar en «piloto automático». Como su nombre indica, funcionar en piloto automático es hacer las cosas sin pensar más allá del propio mapa mental, del mismo modo que las hemos hecho siempre, aferrados a los mismos pensamientos y hábitos. Es funcionar de un modo rutinario, como si fuéramos un autómata programado para ejecutar el mismo programa una y otra vez. Y todo eso con un agravante: la esperanza de obtener un resultado distinto.
Lo peor de esto es que no es difícil estar funcionando en piloto automático sin saberlo de hecho es algo que se da con suma facilidad. Porque para que suceda no tenemos que hacer nada, ningún esfuerzo, sólo dejarnos llevar por el día a día y nuestro Yo ideal. Porque uno de los «culpables» de ese funcionamiento maquinal es nuestro Yo ideal. Nuestro Yo ideal persigue para nosotros una vida acotada por los parámetros que él mismo ha establecido. Esos parámetros son lo que normalmente llamamos nuestras creencias y valores y las ponemos en juego con nuestras aptitudes, habilidades y experiencias. De ese modo conformamos ya desde nuestra más tierna infancia un modelo del mundo que repetimos incesantemente durante toda nuestra vida. Si no tomamos conciencia de ello, si no nos paramos a ver qué más hay fuera de nuestro mapa, estamos condenados a vivir siempre del mismo modo.
Y es posible que esa vida sea buena, nos agrade, nos llene hasta cierto punto. Pero no es una vida verdaderamente plena, pues no hay elección, no hay libertad en ella. Obedece a aquello que nos enseñaron, a lo que los demás querían de nosotros, al modo en que actuamos para ser queridos y aceptados… Pero no responde a lo que quiere nuestro Yo real y eso hace que sintamos, aunque sea de una manera leve, un punto de insatisfacción, o tal vez de desasosiego. Y en algunos casos, nos hace, cuando nos paramos y miramos hacia dentro, conectar con una sensación de vacío…Y eso asusta y hace que la mayoría de la gente decida volver a su vida en piloto automático, en la que ni siente ni padece. Porque no podemos olvidar que el precio de no padecer es no sentir.
Funcionar en automático, aunque sea bastante cómodo en apariencia, tiene sus pegas. Una es que vives permanentemente en tu zona de confort, por lo que las posibilidades de que ocurra algo distinto son casi nulas. Otra pega, es que cuando pasa algo que realmente te sacude, pues la vida no es siempre compasiva con nosotros, tus recursos para responder a eso son casi nulos, pues no los has puesto nunca en práctica. Corres también el riesgo de soportar situaciones que no te agradan por el miedo a hacer cualquier cambio. O hacer huidas hacia adelante, para evitar cuestionarte cómo es tu vida actual. Lee esta pequeña historia:
En un remoto campo de entrenamiento, un escuadrón de reclutas acababa de volver a su alojamiento tras un día de marcha bajo el ardiente sol.
– ¡Qué vida esta!- dijo un soldado novato- A kilómetros de cualquier parte, un sargento que se cree Atila, sin mujeres, sin alcohol, sin permisos…y para colmo, mis botas son dos números más pequeñas.
– No tienes porqué aguantar eso tío- dijo un compañero. ¿Por qué no te pones unas botas de tú número?
– ¿Para qué? – replicó el otro. – ¡Quitármelas es el único placer que tengo!
Como el soldado de la historia, muchas veces nos quejamos de nuestra vida pero no estamos dispuestos a hacer ningún cambio. Estamos acomodados en nuestro automatismo y justificamos racionalmente las bondades de nuestra situación. Aunque sea de una manera tan peregrina como hace el soldado. Cambiar, en ocasiones, duele. Lo que no pensamos es que quedarse en el mismo sitio, duele todavía más. Por eso te invito a detenerte, tomar un respiro y mirar hacia dentro. ¿Qué es lo que ves? ¿Funcionas en piloto automático o saboreas cada momento?
Escuchar podcast:
Mertxe Pasamontes
Comments
Me ha gustado el post, incides de nuevo en salir de la zona de confort, en que para que algo cambie tenemos que cambiar nuestros pensamientos y hábitos.
Sin embargo cada vez leo más autores acerca de adquirir hábitos en nuestra vida para controlarla y no titubear y ser más productivos y prósperos. Metodologías como GTD se basan en hábitos y libros como «7 hábitos de la gente altamente efectiva» son superventas.
Me pregunto si las personas que siguen estas recomendaciones no disfrutan de una vida plena.
Gracias por el blog
Cultiva solo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida.
HUBBARD, Elbert
Pero recuerda que el cambio es lo único que no cambia y que por lo tanto también hemos de ir progresando hacia nuevos hábitos para no incurrir en la rutina y estancarnos.
Realmente me siento identificado con el post, yo desde los 18 años que estoy en piloto automatico, actualmente voy a cumplir los 33, hay veces que ya ni me reconozco en el espejo y hay veces que es mas llevadero, aunque de por si no se vive a pleno y es como calmar el dolor con una anestesia permanente, es como que uno no cae todavia, recuerdo bien que cuando lo senti fuerte por primera vez fue al momento de tener mi primera relacion sexual, al momento de la previa ya sentia que me ponia en piloto automatico, cuando todo pasaba era como que no habia podido sentir nada, como si nada hubiese pasado, sabiendo que algo paso, medio raro he!!!, busque por medio de psicologos, psiquiatras, pero nada pudo dar con la tecla, me parece que ni siquiera sabian que era, cuando me dio algo en la glandula tiroides, hasta me senti contento, pensando que la levotiroxina podia regresarme de esa anestesia horrenda, pero no, hice deporte y me hizo sentir muy bien, acualmente no tomo la levotiroxina y no me hace falta, siempre me dan bien los analisis, pero por algun motivo por ninguna razon puedo eliminar esa sensacion, por ahi cuando veo algun dibujo animado de hace 12 o 20 años atras, esa sensacion disminuye, pero obvio que no se va, hasta llegue a soñar con esa sensacion que hace que no vea con mis ojos, si no con unos ojos que vienen de adentro del cerebro. Voy a leer los comentarios…. Gracias.