Incomunicadamente comunicados…
… y saturados de información. A lo mejor sorprende que yo que siempre hablo bien de las redes sociales y de los nuevos medios y alabo las ventajas que pueden ofrecer, haga esta afirmación pero es que una cosa no quita la otra. Porqué además no estoy hablando sólo de web 2.0 sino también de otros medios «más arcaicos» como el teléfono móvil o el email.
Vayamos por partes. El teléfono móvil se ha convertido en una de la maneras preferidas por la gente para no contestar llamadas o SMS. Las excusas pueden ser varias, desde no he visto tu llamada perdida (a pesar de que todos los teléfonos la muestran) a no me ha llegado tu SMS (puede suceder ocasionalmente, pero prácticamente todos llegan) a estaba fuera de cobertura y no me llegó el mensaje al conectarme (sucede algo más frecuentemente que las otras dos, pero no con la frecuencia que cita quién pone la excusa). Porque claro, el fijo casi nadie lo da, sólo tenemos el móvil. Y parece que dentro de las normas de cortesía-descortesía del móvil entra el no responder. Tampoco quiero generalizar, pues a veces, la culpa no recae del que recibe la llamada o SMS sinó del que no para de llamar (hay algunos especialistas en llamarte a las horas que saben que estás desconectado, será que no tienen tarifa plana ;)) o gente que envía los SMS uno detrás de otro y acaban provocando que no te apetezca seguir respondiendo.
Sigamos con el email. No responder un email es algo tan frecuente que ni siquiera se toma la persona la molestia de poner una excusa como en el caso del teléfono. Todos hemos dejado de responder algún email, no somos santos, pero hay gente que lo hace de manera sistemática. Y ya digo, en ese caso, no suele haber ni tan siquiera una disculpa. Parece ser que para muchos es natural no responder. Debe ser tan frecuente, que el otro día vi una extensión para gmail que te permite saber si el email ha sido abierto…. Sin contar claro está, a aquellos que te dan su email y lo abren de uvas a peras.
Y eso ya puede convertirse en norma, si entramos en temas como Twitter. Para algunos tuiteros (que no para todos, sería un lugar insoportable) es normal no responder a ninguna mención que se les haga (e incluso a los DM). No estoy hablando de no responder a alguna, que eso le pasa a cualquiera, sino de no responder por sistema. Usan el medio como altavoz, no como lugar de intercambio y comunicación. Twitter tiene muchos usos y hay personas que aceptan los altavoces, que lo consideran un uso adecuado y a la que parece no molestarles la falta de respuesta. Pero entonces estamos ante un modelo de comunicación que tiene poco de 2.0….En cualquier caso, no demuestran mucha empatía 2.0.
Y todo eso, aderezado con una carga ingente de información, de como dice Alfons Cornella de infoxicación. Wikileaks (está a partir de hoy, disponible sólo por proxys) está revelando temas que hace unos años hubieran hecho caer gobiernos. Pero hoy en día, es tal la avalancha de información existente (y tanta la que ellos mismos provocan) que me temo que para algunos es más fácil dejar pasar la oleada informativa sin hacer nada, esperando que la siguiente oleada tape la anterior.
Y que nadie piense que esto es un crítica hacia el exterior, yo también he olvidado responder a una llamada o un email o no he dado contestación a una mención. Y también me siento a veces sobrepasada por la cantidad de información disponible y el escaso tiempo para filtrarla y procesarla. Es sólo una observación de que todo tiene dos caras y que aquello que nos permite comunicarnos nos permite también incomunicarnos y lo que nos permite estar informados puede acabar haciendo que en realidad no nos enteremos de nada ya que el que mucho abarca poco aprieta.
Como dije hace poco, los nuevos medios requieren de nuevas respuestas y parece que a veces nos resistimos al cambio. O tal vez, conectar con los demás de manera auténtica, sigue dando miedo a más de uno.
¿ Sientes a veces que tu comunicación queda sin respuesta? ¿Te abruma la cantidad de información disponible?
Mertxe Pasamontes
Comments
Cambio, cambio, cambio… pero lo prevalece es la resistencia al cambio. Llevo unos días dando formación 2.0 en una gran empresa. Y la sensación que me llevo es la de miedo a lo nuevo y poner en duda en todo lo que está pasando, o sea, resistencia al cambio. O eso o soy yo el que no soy capaz de comunicarme correctamente.
Creo que solo es necesario aprender a gestionarlo y dejarse llevar. Todo tiene un precio. Así es el aprendizaje. Uno no puede pretender llegar y entenderlo todo a la primera.
Y lo de los que no contestan a los DM o menciones o correos electrónicos son simplemente maleducados.
.-= Ahora mismo, en el blog de David Soler: La escucha activa =-.
Gracias David por tu comentario. Yo también creo que hay mucha resistencia al cambio, lo veo cada día en lo personal y mucho más en lo empresarial. somos seres conservadores por naturaleza…Y sí, también creo que hay mucho maleducado….jijijiji
Mertxe, pienso que hay mucho maleducado y que es facil esconderse en la red. Algunas personas que te demuestran gran interes en persona, luego desaparecen y no contestan tus emails.
.-= Ahora mismo, en el blog de ane: Nubarrones =-.
Interesante artículo y es cierto el que esté libre de pecado que tire la primera piedra, pero a veces vamos pillados de tiempo que se nos olvida la cortesía (a quien no le ha pasado el ir tan volado que comienzas la conversación iendo al grano y luego te das cuenta y tener que acabar la disertación con: «y perdón, antes de nada buenos días».
En cuanto al comentario de David, ok al 100%. El mundo empresarial sigue teniendo una visión decimonónica que da miedo, más que nada, porque decimonónico hace referencia a cosas de hace 2 siglos de diferencia.
Y es que las empresas llevan tanto tiempo marcándose entre ellas y despreciando al cliente, porque no tenía nivel. Que ahora que el cliente ha mejorado su juego, se llevan las manos a la cabeza al comprobar la de goles que les cuela cada día.
Y lo he comprobado en uno de los últimos clientes con los que he colaborado, que aunque sigue teniendo una mentalidad 2.0 débil, al final, a base de recibir toques de atención de clientes a los que nadie respondía sus peticiones, se ha dado cuenta que las redes sociales no son un tablón de anuncios y que cuando alguien llama a tu puerta, tiene que haber alguien al otro lado para atenderlo.
La resistencia al cambio sigue siendo la primera opción, pero por suerte las nuevas generaciones aprenden rápido. Maleducados, cómodos.. de esos siempre hubo y habrá. Lo bueno es saber q también quedamos de los otros. Sldos.
Maleducados siempre los hay y los habrá, y supongo que el truco está en no tomártelo demasiado personalmente cuando no te responden, o te dan una excusa barata cuando no te devuelven una llamada; el que es maleducado lo será contigo y con los demás.
En cuanto al sobre-exceso de información, yo he llegado a sentir ansiedad y a sentirme desbordada por intentar asimilar tanta información, por estar al día, o por leer sobre tantas cosas que me interesan, pero ha llegado un punto en que he optado firmemente por hacer mi «tamiz de asimilación informativa» mucho más fino e intento seleccionar qué es lo que realmente me interesa y desechar lo que, aunque sea buena información, no voy a poder dar a basto.
Me sorprende que a dia de hoy, alguien te pueda decir que no ha recibido un SMS o no ha visto la llamada perdida. Lo que sí he visto es poner contactos de email en lista negra para luego decir que no reciben mensajes de compañeros.
Pero el que me llama la atención es el inverso al 2.0, es decir, tener una gran actitud 2.0 pero cagarla en el 1.0. Me sorprendió el comportamiento de una persona que sigo en twitter y con la que he conversado «virtualmente». La actitud 2.0 debe ser una extensión de la actitud real, no una manera de parecer lo que NO se es.
Además de la sobre información, ¿es posible gestionar tantos contactos, fans, seguidores y amigos virtuales? ¿No puede llegar a ser contraproducente en algún momento?