Neuromarketing
La lectura del libro Neuromarketing de Néstor Braidot, resulta extraña ya que de un lado es muy interesante descubrir los avances que la neurociencia está haciendo en el conocimiento de nuestro cerebro y cómo eso puede ayudarnos a conocernos mejor. Pero de otro, inquieta el modo en cómo esos avances pueden ayudar a “manipularnos mejor” a conseguir que hagamos cosas que a priori no deseábamos hacer.
De algún modo en Neuromarketing encontramos instrumentos y herramientas para medir, no aquello que decimos o pensamos conscientemente acerca de un producto, sino lo que realmente nuestro cerebro está sintiendo, incluso cuando no somos conscientes de ello. Un ejemplo del libro explica como ante un anuncio en que una persona era aplastada por un dinosaurio, aunque las personas manifestaban que les hacía gracia, en su cerebro se activaba una zona llamada ínsula, que se activa cuando sentimos rechazo por algo.
Eso permite a las empresas, tanto a los que diseñan los productos como a los que hacen las campañas para su venta, saber qué exactamente han de cambiar para que ese producto sea realmente atractivo a los ojos de “nuestro cerebro”. De algún modo puede decirse que los departamentos de diseño y marketing siempre han intentado hacer eso, pero la diferencia aquí es que no sólo tienen datos de ventas y la información reportada por el consumidor, sino también de lo que está pasando dentro de su cerebro (evidentemente, participar en esos estudios es voluntario).
A mi personalmente, en esta época que tanto se cuestiona si la web social es una perdida excesiva de privacidad, estos experimentos me plantean como poco una duda ética, de hasta que punto es bueno que las empresas puedan saber tanto de nosotros. Si la publicidad se sofistica, puede hacerse realmente difícil sustraerse a su influjo, ya que incidirá en partes de nuestro cerebro sobre las que no tenemos control.
También me preocupa, la cantidad de medios que se destinan a estos estudios que tienen como fin “vender más” cuando otros campos de la investigación en neurociencia, cuentan con recursos limitados. Y me plantea la cuestión de si el neuromarketing está alineado con la sociedad que viene, que como dice Jordi Pigem, será postmaterialista o no será.
Si te apetece discutir de estos temas y otros que aparecen en el libro (que aunque pueda ser un poco denso en materia de neurología, aconsejo leer), te invito a venir al próximo Monday reading, que en Barcelona se realizará en la sede de Excellence, en Balmes 191. Aquí tenéis más información.
¿Crees que ha de haber unos límites éticos en la investigación de la mente con fines comerciales? ¿Sabes protegerte de “la manipulación” comercial?
pd. Si quieres comprar el libro puedes hacerlo clickando en la imagen
Mertxe Pasamontes
Comments
Interesante y preocupante, pienso que es muy útil saber que existen estas fuerzas situacionales a la que nos exponen los medios, como bien establece Montse, siempre ha sido así, de alli la necesidad de informarnos para mantenernos alertas, pienso que el cerebro es un poco mas complejo que un arco reflejo sencillo y si bien las herramientas de publicidad pueden inducir alguna respuesta condicionada, esta puede ser modulada posteriormente, a nivel consciente.
No deja de ser preocupante, que los expertos de publicidad se metan en los intringulis del funcionamiento cerebral.
Gracias por alertarnos, aunque creo que muchas personas ya han desarrollado cierta defensa a la publicidad, producto de su exposición crónica, nunca està de mas mantenerse alerta, no podré asistir al evento en Balmes, pero ya me estoy pidiendo el libro.
De nuevo gracias por tus ùtiles enfoques.
un abrazo..
Aportes a la reunión de Monday Readings:
En primer lugar agradecerles la elección de Neuromarketing para vuestra próxima reunión. Y a título de aporte quiero acercarles algunas reflexiones, en particular en torno de algunos aspectos conflictivos del tema, como por ejemplo el de de la “manipulación” del consumidor.
Por cierto, he leído numerosas críticas, sobre todo de los movimientos de defensa del consumidor, y quería comentarles que realmente las comprendo. A este efecto quisiera hacerles llegar las siguientes reflexiones:
a. La manipulación no es ni buena ni mala, porque una herramienta no tiene responsabilidad alguna sobre el destino para el cual se la utiliza. Siempre digo que un cuchillo puede ser utilizado para comer o para matar, análogamente, el neuromarketing puede ser utilizado para maximizar la satisfación del consumidor o para prácticas no éticas, como ocurre con muchos aspectos del conocimiento. De hecho, en el campo de la química y la física podemos encontrar una enormidad de ejemplos que avalan esta afirmación.
b. Creo que tenemos que enfrentar una cruda realidad. El ser humano ha evolucionado mucho en conocimientos y tecnologías, y puede utilizarlas para su beneficio o para hacerse y hacer daño a sus semejantes. Yo creo, admito como probable, que el hombre ya no puede controlar las consecuencias negativas de una evolución que, en apariencia, es “meramente tecnológica”.
c. Sin embargo, la solución (al menos, a mi entender), no pasa por limitar, frenar, parar la evolución, pues con ese criterio volveríamos a la época de las cavernas donde aún allí habría un ser humano con una piedra más grande que la del otro pretendiendo imponerse.
d. Yo creo que un camino de solución pasa por insistir en el desarrollo de aspectos como la ética y la espiritualidad (más abajo les menciono un video grabado a este efecto), de forma tal que la utilización de los conocimientos y la tecnología tenga un destino útil para la humanidad. A mi libro Neuromarketing no lo escribí solo para las empresas, sino también para el consumidor y para las asociaciones de consumidores, en definitiva, para todos y por otra parte les anticipo una nueva línea de investigación que estoy llevando adelante, “espiritualidad en el mundo de los negocios”.
Por último, estoy a vuestra disposición para cualquier inquietud que surja y, dado que en esta época del año me encuentro en Buenos Aires organizando varias actividades, entre ellas, un diplomado semipresencial sobre Neuromarketing (http://www.nestorbraidot.com/formacion-diplomados.php), que seguramente para marzo de este año comenzaremos a desarrollar en España, los invito a encontrarnos en el espacio virtual.
Como material adicional, y para estar “presente” en vuestra cita, apunto dos links:
• Un conjunto de videos que he filmado: http://www.nestorbraidot.com/brain-tv.php?v=13 no solo sobre neuromarketing, sino también sobre espiritualidad, neuroeducación y otros temas apasionantes.
• Un link a un documento de reciente producción que está en http://www.nestorbraidot.com/e-papers.php
Cordiales saludos
Néstor Braidot
nestor@braidot.com
Muchas gracias Sr. Braidot por interesarse en nuestra reunión y aportar reflexiones para la misma. Me alegro de leer la parte ética y de crecimiento del Neuromarketing y espero que con todo ello podamos tener un interesante debate!
Malo el libro. Mucha explicación teórica para nada. En las clases de la facultad intenté presentarlo pero me di por vencido ante el rechazo de colegas y alumnos.
Qué simplona e ‘inocente’ toma de posición del Sr. Braidot cuando expresa: “La manipulación no es ni buena ni mala, porque una herramienta no tiene responsabilidad alguna sobre el destino para el cual se la utiliza. Siempre digo que un cuchillo puede ser utilizado para comer o para matar,…” No sé porque será que este tipo de expresión me resulta en extremo conocida y hasta bastante gastadita.
En el fondo, lo que se oculta es una terrible construcción simbólica sin el menor sentido social (que es obvio, no lo pretende): “la herramienta” con características y atribuciones subjetivas: “..no tiene responsabilidad”.
Claro, la herramienta descendió del cielo con características prístinas y puras. Nadie se hará responsable por lo que con ella se opere. Además, seguramente es percibido que no vivimos en sociedades, sino en cubículos individuales. Realmente no me sorprende para nada que de semejante toma de posición, salga algo tan increíble como “negocios y espiritualidad”. Realmente para sonrojar hasta a un inocente.