¿Te atreves a romper tus límites?
Ya hemos hablado muchas veces en este Blog sobre los mapas mentales y cómo estos configuran nuestra realidad y nuestros límites. Por eso no puedo dejar escapar la oportunidad que me brinda Rupert Isaacson, entrenador de caballos y periodista, que ha escrito el libro El niño de los caballos en el que narra su experiencia de cómo viajó por Mongolia buscando chamanes que pudieran dar alguna esperanza de curación a su hijo autista. Y lo encontró. Me quedo con sus palabras, publicadas en La Contra:
Ha cambiado mi visión de la vida: hoy sé que no debes ser nunca demasiado rígido en tus creencias y que el autismo no era un problema que había que resolver, sino una manera distinta de enfocar el mundo. He conocido a varios adultos autistas que llevan una vida muy eficaz, pero todos se han criado lejos del estrés de la ciudad.
¿Qué otras cosas ha comprendido?
Mire, yo también soy periodista, y el escepticismo es un buen refugio, pero con él nunca se avanza. Rowan no se curó, pero sanó y no puedo explicar ni cómo ni por qué. Llega un momento en que uno debe sentirse cómodo aunque no lo comprenda todo.
Rupert se atrevió a probar, a superar sus propios límites, sus propias creencias. A ir más allá de lo que la medicina convencional podía ofrecerle (sin abandonar por ello, el tratamiento convencional). Y en algún lugar de ese camino, su hijo mejoró y cambió. No podemos saber qué es lo que produjo el cambio: la intervención de los chamanes, el contacto con la naturaleza, el viaje, el ir a caballo, la fe de su padre, etc. Lo que sí sabemos es que mejoró. Y creo, que cualquier padre o madre, querría eso para su hijo enfermo, sea cual sea el método.
Y creo, tal como dice Rupert, que no hace falta entenderlo. Como dice uno de mis maestros, Allan Santos, la vida está para vivirla, no para entenderla. Y Rupert se atrevió a romper con todo lo que creía e ir más allá. Se atrevió a desafiar sus creencias.
Me viene a la mente, pensando en Rupert, las palabras de Don Juan de Castaneda:
Una vez que decidiste venir a México debiste haber dejado todos tus pinches miedos -dijo con mucha severidad-.Tu decisión de venir debió haberlos vencido. Viniste porque querías venir. Ese es el modo del guerrero. Te lo he dicho mil veces: el modo más efectivo de vivir es como guerrero. Preocúpate y piensa antes de hacer cualquier decisión, pero una vez que la hagas echa a andar libre de preocupaciones y de pensamientos; todavía habráun millón de decisiones que te esperen. Ese es el modo del guerrero.
¿Te atreves a romper tus límites? ¿O prefieres vivir lo que ya conoces?¿Prefieres entender la vida o vivirla?
Mertxe Pasamontes
Comments
Y a mí que me parece que es justo lo contrario… Con lo único con lo que se avanza es con el escepticismo; la duda sistemática es precisamente el motor del descubrimiento. No creer, sino demostrar. Creer en brujos, chamanes y fuerzas misteriosas es demasiado fácil, basta tener fe; pero la fe no produce avances.
¿Qué han aportado las diferentes magias con las que nos tienen acostumbrados, medicinas alternativas, mancias y otras pseudofilosofías mágicas? ¿Y que han aportado todos los escépticos científicos que en lugar de creer que un brujo puede curar se han dedicado a experimentar con medicamentos?
Es que esa disyuntiva carece de sentido, porque da a entender que hay dos modos igualmente válidos para afrontar el problema. Es como si me dijeras que cuando fallan las matemáticas hay que recurrir a la cábala. El primer error es considerar que la medicina alternativa es medicina, cuando no lo es. Por supuesto que puede ofrecer consuelo, pero también puede hacerlo la filosofía, y nadie se atrevería a decir que leer a Platón cura.
Un saludo.
A mí me parece que no se trata de buscar alternativas de forma seguidista sino de escuchar lo que te pide tu propio yo. El instinto tiende a la supervivencia pero lo tenemos lo suficientemente domesticado como para buscar soluciones probadas por otros con la esperanza de que tambien sean buenas para nosotros.
Ese es un camino que coarta la búsqueda interior tanto como el seguimiento de las modas. Cuando veo que este verano se ha puesto de moda que las chicas lleven botas no me siento especialmente feliz. Hay poco instinto en esto, por no decir ninguno, pero cuando pienso en la primera mujer que se las puso en esta inapropiada época del año pienso en un acto de libertad. O era lo único que tenía a mano ponerse o siguió un instinto, pero en cualquier caso hizo un acto genuino.
Un saludo.
Mertxe, si soy reacio a contestar a esa pregunta es porque creo que está viciada, como si yo tuviera un sistema de creencias al que me aferro aunque “falle”. Y ahí está el error. Precisamente la ciencia asume constantemente sus equivocaciones y busca errores en su propio seno. Eso es precisamente lo que la distingue de, por ejemplo, las “medicinas” alternativas, en las que nada debe probarse y los principios son actos de fe. ¿Qué sucede en la medicina de verdad si falla un medicamento? Se prueba otro. ¿Qué sucede si falla un paradigma científico? Se diseña otro.
Entiendo que tu pregunta va encaminada a si nos aferramos a nuestro sistema de pensamiento aunque “falle”, una pregunta que me parece perfectamente lícita y entiendo que va en la línea de la disonancia cognitiva. Mi crítica no va dirigida a la pregunta sino al ejemplo que has elegido. Si la pregunta es esa, te diría que procuro aferrarme únicamente a la duda. Me gusta fallar y equivocarme, me gusta discutir para que me demuestren que me equivoco, pero desde luego nunca iría a buscar un chamán para curar a mi hijo enfermo, porque eso implicaría que habría renunciado a la duda.
Totalmente de acuerdo, Josep… Aunque hace poco que soy consciente de ello.
Esa es el argumento por antonomasia, Ana M. : “Si te encontraras en la misma situación, seguramente harías lo mismo”. Lo malo es que se puede usar para un roto y un descosido, se puede utilizar para defender el canibalismo, un genocidio o el suicidio. ¿Qué harías tu tuvieras un accidente en los Andes y no tuvieras más comida que los muertos en el accidente? ¿Comerte los cadáveres? Si es que si, ¿quiere eso decir que estás a favor del canibalismo? Si es que no, ¿es que estás en contra?
Cuando mi abuela perdía algo, siempre rezaba a San Antonio, y al final lo encontraba. Nadie la habría convencido nunca de que San Antonio, caso de existir, tenía mayores preocupaciones que ayudarla a encontrar un dedal. Pero a ella le funcionaba, ergo San Antonio existe sirve para encontrar dedales. Claro que podría refugiarme en frases sin sentido que suenan bien como “el hombre sabio…”, frases y creencias que no hacen más que autoalimentarse en una espiral que, contra lo que yo digo, hace que todo sea verdad. Hacen que puedan existir hadas, pitufos, gnomos, dimensiones desconocidas, que el agua conserve la memoria o que exista una fuerza curadora en el universo… ¿Por qué? Porque según eso, todo es posible, por tanto todo es verdad.
De verdad me alegro de que te encuentres bien, no hay ninguna ironía en ello. Y también me alegraba de que mi abuela se sintiera protegida por su enorme cantidad de santos especialistas en cada problema que encontraba en la vida. Pero de ahí a pensar que San Antonio puede ayudarme a encontrar las llaves o que las “medicinas” alternativas funcionan hay un largo trecho. ¿Tú eliges creer? Perfecto, me parece bien, adelante con ello si es que te ayuda. Yo elijo no creer, sino dudar. La única diferencia es que yo me puedo equivocar, y tú no, porque crees.
Un saludo.
Hay dudas acerca de si existió o no Don Juan. En cualquier caso, los libros tienen mucha miga, la verdad.
Lo siento, pero no acabo de comprender tu argumentación,… estaba muy interesada en ello. Me apetecía “por la cuenta que me trae”, ya que sigo con la medicina tradicional aunque además busque otras alternativas…
Lo que me ha defraudado es que tú no me hayas comprendido a mí: te alegras de que me encuentre bien!¿?
Quizás no he sabido explicarme: NO ME ENCUENTRO BIEN, sigo sufriendo por mi eterno problema de salud, mucho más acusado en los últimos tiempos.
La medicina tradicional no ha podido con él (hasta ahora), y hay que vivir cada día…
Te aseguro que si no estuviera dispuesta a romper mis límites, a arriesgarme a lo desconocido… hace tiempo que hubiera tirado la toalla y ahora no estaría saludándote.
Pues no, no es lo mismo. Pero yo creo que alguna experiencia personal vivió, aunque tal vez Don juan esté un poco idealizado, o sea la suma de más de un chamán, o haya un poco de fantasía en todo eso. Pero algo hay.
Lo lamento, Ana M., supongo que te entendí mal cuando decías que “tengo que reconocer que la medicina alternativa me ha ayudado “a pesar de mi escepticismo””.
Mi crítica o argumentación va dirigida contra el pensamiento mágico que va imponiéndose en estos últimos años. “Si algo es posible, entonces es verdad”. Como nadie ha demostrado que la homeopatía, la kinesiología, reiki y el resto de pseudomedicinas NO funcionan, y como además hay personas que dicen que les ayuda, entonces tienen carta de validez. Mi crítica es que no funciona así, algo tan serio como la salud requiere de pruebas, y de pruebas muy sólidas, justo esas pruebas que la “medicina” alternativa no ha sido capaz de aportar. Me rebelo contra esa pregunta, al menos tal como se plantea: “¿te atreves a romper los límites?”. ¿Los límites de qué exactamente? ¿De lo real? ¿De lo posible? ¿De lo racional? ¿Debo entonces “romper los límites” y creer en cualquier cosa?
Al final siempre alguien contraargumenta diciéndome: “ya, pero eso ayuda a la gente”, o “a mí me funciona”. Y siempre contesto que me parece bien, que hay muchas cosas que ayudan a la gente, como por ejemplo la religión. La diferencia es que en las farmacias encontramos remedios homeopáticos supuestamente científicos, pero nos escandalizaríamos si vendieran crucifijos o agua bendita. Y es lo mismo.
Un saludo.
Khier, los límites de tu mapa mental, de tu mapa del mundo. Esos son los límites que desafío a romper. Cada cual sabrá cuáles son los suyos. Y eso no implica “creer” en cualquier cosa. Sólo implica “abrir el mapa a otras posibilidades”. Es muy diferente.
He oido o leido, no recuerdo, que Castaneda fue un poco “tramposo” y que realmente se inventó al chamán Don Juan. ¿Sabeis algo de esto?
Kehir Eddin, no acabo de entender tu postura, especialmente al leer tu conclusión: “¿recurrir a un chamán es haber renunciado a la duda?”.
Es arriesgado, pero me atrevería a decir que no te encuentras en un caso parecido al de Rupert. Yo también soy “de ciencias” y por tanto no puedo creer en una opinión tan contundente como la tuya sin que hayas experiementado la vivencia de este hombre (si me equivoco tendré que rectificar).
¿Estás seguro de que renunciarías a encontrar la más mínima luz si te encontraras totalmente a oscuras?
En mi caso un problema de salud ha marcado mi vida desde los 18 años. No es de la gravedad del autismo,ni mucho menos, pero es el mío, el que vivo yo y… ¿De qué me ha servido someterme a múltiples tratamientos médicos que, “demostrado está”, funcionan en la mayoría de los casos si no me han servido a mí?
Solo abrirme a otras posibilidades me ha permitido llevar una vida lo más digna posible durante mis últimos 25 años. Y tengo que reconocer que la medicina alternativa me ha ayudado “a pesar de mi escepticismo”.
En esto estoy con Mertxe: recurro a lo uno “y” a lo otro. No son excluyentes.
También me ha ayudado Platón y otros muchos pensadores que han ampliado mis “científicos pero limitados” mapas mentales.
Incluso me he llegado a plantear dudas sobre la medicina tradicional, al ver “los precios” de las medicaciones que me van renovando… mientras yo sigo “malviviendo com mi dolencia” (que no mata, pero no deja vivir…).
Por eso me esfuerzo en mantener una mente abierta… ¿por qué descartar el milagro?
El hombre sabio que observa, no considera lo pequeño como demasiado poco; ni lo grande como enorme, porque sabe que no existen límites a las dimensiones.
He oido o leido, no recuerdo, que Castaneda hizo alfo de “trampa” y se inventó al personaje del chamán Don Juan. ¿Sabeis algo de esto?
Si, tienen mucha miga, el camino del guerrero espiritual … Pero no es lo mismo leer “On the road” de Kerouac sabiendo que es un escritor beat Americano, a leerlo creyendo que es la reencarnación de maitreya … Es decir, que si se lo ha inventado, estupenda imaginación. Pero le restaria muchos puntos al “principio de autoridad” de que lo que cuenta es realmente la experiencia de una vida real de un chaman. Creo que la literatura esta muy bien, pero no es la realidad de las personas. Pasa lo mismo con las situaciones desesperadas. Creer no siempre es garantia de nada. Aunque, mi punto de vista es que ‘creer’ puede abrir ciertas puertas aun ignotas por la ciencia. Valga de ejemplo el efecto placebo.
Un aplauso para este señor tan valiente que rompió con todo y lucho para ver si su hijo tenia una posibilidad de mejorar.
Si solo alguno de nosotros fuésemos a si de valientes que bien funcionaremos todos,pero yo hablo por mi no soy tan audaz ojala hubiese sido capaz de hacer cosas que soñaba y deje pasar.
Con eso no digo que todos vayamos a correr en busca de quimera del oro , simplemente os deseo que seáis mal valientes que yo.
¡¡Qué importa que Don Juan sea verídico o inventado!!
Siempre da en el clavo.
La única manera de conocer los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible.
CLARKE, John