Del infierno al máster
El otro día apareció una noticia en el periódico que habla de cómo los sueños a veces se cumplen.
Sammy Gitau era un niño nacido en un suburbio de Nairobi. El barrio de Mathare, en el que viven apiñadas 300.000 personas, sin agua corriente ni luz. Sólo chabolas.
Gitau era el mayor de 11 años y sobrevivían fabricando licor ilegal. A los trece años vió asesinar a su padre. Poco después robaba para subsistir y acabó drogándose. Una sobredosis le llevó ala borede de la muerte y en ese instante hizo un pacto con Dios: si me sacas de esto, prometo volver al barrio y hacer todo lo posible para que los niños no caigan en la misma desgracia que yo.
Cuando salió del hospital, empezó a colaborar en onegés que ayudan a los niños de la calle. Y empezó a estudiar todo aquellos gratuito que caía en sus manos. Era tan buen estudiante que se convirtió en profesor del suburbio. Un día encontró un folleto de una Universidad de Manchester que ofrecía cursos para extranjeros sin recursos. El folleto estuvo dos años en una estantería. Hasta que los funcionarios de la Unión Europea en Kenia, que había observado su gran labor social, le animaron a pedir una plaza , salvar los obstáculos y conseguir una beca para los gastaos. El gobierno no le concedía su visado. Cuando el visado llegó, la beca había caducado. Pero mucha gente que le conocía empezaó a recoger dinero para ayudarle y por fin llegó a Manchester.
Finalmente logró graduarse en el máster de Desarrollo Internacional, el primero que realiza alguien sin estudios primarios. Sus palabras son: <<Ha sido un logro personal, pero también la prueba de que es posible tener éxito, incluso cuando vienes de un lugar, del que se piensa, que no puede llegar nada bueno>>.
Una historia que hace pensar en el poder de la intención.
Comments
Dios increíble historia, éso es fe.
El otro día me contaron aquello de “uno tiene que pasar por el casi muero” para encontrarse consigo mismo, el verdadero, el que se centra y lleva sus deseos a la práctica, nada de ilusiones falsas, éstas nacen en la mente por propia creación, en cambio aquellas surgen del contagio por el contacto, por la experiencia, será cierto? Bonito.