¿Preparados para el cambio 3.0?
Hace pocos días se celebró el EBE10 y aunque no seguí con total atención las ponencias, sí que leí mucho de lo que se publicaba por twitter. Uno de los temas que más se repetía era el de la palabra cambio, cambiar, enfrentarse al miedo al cambio, etc… Algunos de los tuits hablaban de que No estamos en crisis; estamos ante una nueva realidad económica. Está claro que uno de los temas estrella fue “el cambio de paradigma” que estamos viviendo y que se manifiesta de manera muy notable en la web social.
Y realmente creo que estamos en una nueva época en muchos sentidos, desde el punto de vista económico, pasando por el tecnológico y llegando aunque el tema no suela levantar pasiones al de los valores que ahora nos mueven. El problema verdadero es si estamos preparados para enfrentarnos a ese cambio total de paradigma social y económico, y no porque tengamos temor a hacerlo (que podemos tenerlo o no) sino porque a lo mejor no estamos ampliando suficientemente nuestro mapa para que nuestro cerebro “se reconecte” de un modo diferente. A todos nos parece tan obvio que tenemos una gran flexibilidad mental que solemos olvidar que el 80% de lo que hacemos es totalmente rutinario (según estudios del MIT de Boston).
El otro día asistía a una sesión One-to-one y una de las cosas que me gustó del asesor que me ayudaba es que me dijo: no se trata de hacer con el Mac las cosas que hacías con el PC del mismo modo, sino de empezar a pensar de modo diferente para de verdad sacar la potencialidad al sistema operativo. Puedes usar un Mac como usabas un PC con Windows y notarás unas diferencias superficiales aunque vistosas y agradables, pero no estarás “cambiando de mentalidad”. Pero para hacer ese cambio, tienes que aceptar que el modo en que tu estabas acostumbrado a organizar la información y trabajar puede no ser el más útil en tu nuevo equipo. Tienes que atreverte a romper de verdad con el pensamiento rutinario. Practicar el fitness mental.
Y eso mismo es lo que sucede en todo lo relativo con la web social e Internet. Las personas somos las mismas dentro y fuera de la red, pero estar realmente dentro es además atreverse a pensar de otro modo, radicalmente diferente a estar fuera. Quizás el primer paso es no distinguir entre dentro-y-fuera, pues ambas cosas son en todo caso un continuo, diferentes maneras de posicionarse en el mundo. Y ese cambio, siguiendo el modelo de niveles neurológicos de Bateson y Dilts operaría en los siguientes niveles:
– Ambiente: nos movemos en múltiples escenarios, asincrónicos, sincrónicos, globales, deslocalizados. El mundo se ha hecho más grande y a la vez pequeño a golpe de click.
– Comportamientos: Habrá que adecuar las conductas a esos nuevos escenarios. Antes era suficiente con saber hacer algo, pero ahora hay que ofrecer un valor añadido. Pueden triunfar por un tiempo los “copistas” pero al final, la falta de verdadero valor se manifiesta. También son necesarios nuevos códigos de comportamiento adaptados a las posibilidades de las nuevas tecnologías.
– Capacidades: para movernos en un nuevo paradigma necesitamos nuevos recursos personales, tanto tecnológicos como emocionales y relacionales. Todavía hay quién intenta importar los modelos del offline, pero tarde o temprano esos modelos tal cual, sin nada más, hacen aguas. La sociedad en red demanda horizontalidad y reciprocidad.
– Creencias: Deberemos modificar algunas de nuestras creencias para adaptarnos a un nuevo tipo de sociedad en red, permanentemente comunicada y que conserva la “memoria” de todo lo que decimos y hacemos. La reputación digital, como dice Joan Jiménez, es nuestra sombra y como esta, no nos abandona.
– Valores: El intento de trasladar los mismos valores que en el mundo offline puede ser un camino de corto recorrido. Las personas quieren autenticidad, transparencia, honestidad. Personas capaces de compartir y ofrecer, no de “vender”. Pueden aplaudir la ponencia del gurú de turno (por imitación social) al que sienten falso o vende humos, pero luego lo ponen verde por privado. La gente pide conductas win-to-win. No hay que confundir valor con precio. Y además, la empatía es muchas veces el nexo de unión entre nosotros.
– Identidad: Hay que conocerse bien para poder definir quién soy, cuáles son los atributos que realmente me definen como persona y como profesional y todo ello con verdadera coherencia. Si así lo hago, creo una marca personal sólida y confiable. Dejo de ser una commodity. Hay que ser consciente de que parte de esa definición viene dada por lo que los demás me atribuyen (ejemplo, las lista en twitter). Pero eso daría para otro post.
– Sistema: ya no soy yo y el resto del mundo sino yo con el resto del mundo.
Y todo ello unido crea nuevos modos relacionales, nuevas posibilidades de negocio, de creación, de profesiones que hasta hace poco no existían y quizás la oportunidad, por primera vez en la historia, de hacer ese otro mundo posible. De nosotros depende seguir aferrados al antiguo paradigma hasta que los más jóvenes nos destierren de él o crear nuevos modelos en los que puedan inspirarse. Pues de momento, no nos engañemos, una gran parte de los nativos digitales (con excepciones honrosas y cada vez más abundantes) están en messenger, Tuenti, Facebook, etc…haciendo lo mismo que nosotros hacíamos a su edad pero con otros medios tecnológicos. Les llegará el turno, pero no les ha llegado todavía.
Y cuidado, que aunque estoy hablando de personas la mayoría de esto es totalmente aplicable a las empresas.
¿Crees que estás adaptado al nuevo paradigma o estás en la Red con modelos de pensamiento 1.0?
Mertxe Pasamontes
Comments
Totalmente de acuerdo. Los que quieren avanzar tienen que hacer un trabajo interior…no solo uno en el exterior. Gracias Mertxe.
¿Pocos días? Acabó ayer Mertxe 😉
Si es que tenemos perdida la perspectiva temporal 😉
.-= Ahora mismo, en el blog de Esteban Mucientes: Dando un poco de guerra con la Red Neutral =-.
Jijijijiji Esteban, es que lo he hecho para dare una dimensión más atemporal…..
Excelente post Mertxe.
Muy interesante la parte de los niveles neurológicos y la analogía de la sombra con la reputación digital.
Un saludo
Hola Susana. La idea de la sombra es de Joan Jiménez pero me pareció un concepto que definía muy bien lo que pasa con la reputación digital. Gracias por pasar!
Bueno, porque sois vos, que si no…
Menos mal que las diez horas conduciendo me frieron el cerebro entero, que si no…
Ah, y muy muy buen post 😉
.-= Ahora mismo, en el blog de Esteban Mucientes: Dando un poco de guerra con la Red Neutral =-.
Exelente articulo, totalmente de acuerdo y me gusta la puntualidad ya no soy yo y el resto del mundo sino yo con el resto del mundo.
Mertxe yo estuve presente en #EBE10 y también oí bastante hablar de cambio pero por detrás escuché a varias personas mencionar que estabamos en otra burbuja que crecía de forma muy rápida y que tarde o temprano explotaría. La gente tiene miedo a un cambio tan rápido como este de las redes sociales.
No me extraña que haya miedo, la tecnología va a una velocidad muy superior a nuestra capacidad de adaptación a ella. Cuando ya entiendes una tecnología queda obsoleta y sale otra. Tampoco sabemos a largo plazo las consecuencias del rastro digital que estamos dejando. pero la oportunidad también está ahí y de nosotros depende cogerla o dejarla pasar…
Me parece muy bien buscada e interesante la aplicación al 2.0 de los niveles neurológicos.
También veo que en estos tiempos hay que trabajar cada vez más conscientemente la marca personal y la reputación digital.
De acuerdo respecto a los “nativos digitales”. Como dice Dolors Reig, “el mito de los nativos digitales cae cuando observamos su desempeño profesional o Universitario y nos damos cuenta de que son huérfanos, más que nativos digitales” (http://bit.ly/bbTRcJ).
Sin embargo:
– En cuanto a las capacidades no creo que haya nada demasiado nuevo respecto a otras épocas. Simplemente se trata de adaptarse a los nuevos tiempos. Sí, de un modo más permanente porque el conocimiento es ahora líquido.
– En lo que se refiere a los valores, no sé si no se está exagerando la dimensión del cambio. Más bien pienso que a medio plazo solo van a hacer un uso potente y eficaz de estas herramientas las personas que ya son afines a los valores 2.0. Y éstos valores no son nuevos. Para estas personas la tecnología puede ser una oportunidad de fortalecer estos valores y canalizar su expresión. Pero no veo un cambio cultural radical. Al menos de momento, hay muchos interesados en usar las herramientas como catalizadoras del control. Y no está claro quién ganará en esta guerra de intereses.
Hola Alberto
Si que es complicado el tema de los valores y es cierto que de momento no se ve claro hacia donde irán. Y tenemos el peligro que tu comentas, que se convierta en una extensión del 1.0, de los no-valores, del control, etc…
Yo por el momento no me siento preparado para cambiar al 3.0, creo que el 2.0 ya me está dando muchos dolores de cabeza