¿Quién no te quiso hoy?
Hace un tiempo escribí un post titulado La gente sólo quiere que la quieran, pero hoy me gustaría ahondar mas en el tema del amor en sentido amplio, en la importancia que tiene para el ser humano sentirse querido.
En los años 50, René Spitz realizó una serie de estudios en orfanatos de diferentes partes del mundo, llegando a la terrible conclusión de que en muchos de ellos la mitad de los bebés morían antes de llegar a los 18 meses de edad. Y eso no se debía a la falta de cuidados alimenticios, higiénicos o médicos sino a la falta del amor materno. Acuñó el término depresión anaclítica para describir a estos niños que por falta de tiempo de sus cuidadoras, a pesar de recibir alimentos, no recibían el principal alimento del ser humano: el amor. No eran tocados, acariciados, besados. No se sentían queridos. Eran niños de ojos abiertos y mirada fija, sin expresividad facial y que no lloraban pues sabían que nadie iba a acudir a atenderlos. Muchos se deprimían y morían. Afortunadamente las cosas han cambiado mucho en estos años en la mayoría de orfanatos, pero estos estudios pueden darnos una idea de la importancia crucial del amor, de sentirnos queridos en nuestras vidas.
También hay estudios que relacionan los vínculos sociales con el hecho de estar protegidos frente al Alzheimer. Parece ser que las personas que están mejor conectadas socialmente tienen menos riesgo de desarrollar Alzheimer o si lo hacen, sucede mucho más tarde. Ni que decir que el hecho de no estar solos, es también una protección frente a la depresión en el la tercera edad.
Humberto Maturana escribió en su libro El cáliz y la espada: “los seres humanos en un sentido estricto surgimos del amor…Dependemos del amor y nos enfermamos cuando éste nos es negado en cualquier momento de la vida. Estudios sobre culturas “primitivas” dan fe de que cuando una persona se sentía aquejada por algún dolor concurría ante la presencia del brujo, chamán o hechicero. Entre las primeras preguntas, éste indagaba al consultante diciendo: “¿quién no te quiso hoy?”.
Y no hablamos aquí de una forma de amor interesada o manipulativa o de situaciones de dependencia afectiva, sino de un verdadero sentimiento profundo de conexión, como explica Erich Fromm: El amor es la forma productiva de relacionarse con los demás y con uno mismo. Implica responsabilidad, cuidado, respeto y conocimiento, el deseo de que la otra persona crezca y se desarrolle. Es una expresión de intimidad entre dos seres humanos bajo la condición de preservar su mutua integridad.
Por todo lo expuesto, sólo me queda recomendar el cultivo de esas relaciones personales profundas, con la familia, con la pareja, con los hijos, con los amigos…Relaciones en que fluye ese amor en sentido amplio, que es el único que nos permite crecer de verdad y ayudar a su vez a crecer a los otros. Me atrevo a aventurar que viviríamos en un mundo muy diferente si dedicáramos más tiempo a amarnos (y no estoy hablando sólo en un sentido de pareja o sexual ;)) y menos a otros “menesteres” relacionales que no llevan a ninguna parte. Y no vale poner excusas, ya que no tienes que esperar a que los demás te “quieran”, te traten de ese modo, puedes empezar hoy mismo a llevar las relaciones que de verdad te interesan, las relaciones con las personas con las que realmente resuenas, a ese otro nivel de contacto. Tal vez, te sorprendan las consecuencias positivas de hacerlo, tanto para ti mismo como para los demás.
¿Qué tipo de relación cultivas con las personas que de verdad te importan?¿Alguien no te ha querido hoy?
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Comments
Me gusta tu post de hoy. Pero, para ser sincero, creo que las relaciones profundas son como la lotería primitiva. Sigo jugando -cantidades moderadas- pero no cuento con que me toque el premio. Hemos creado un mundo superficial y de gente a la defensiva. Cambiarlo es una tarea titánica.
Es cierto Javier que es difícil y se puede hacer solo con algunas personas. Pero se puede y vale la pena.
Hola Metxe,
me impacta el estudio en orfanatos en el que morían más de la mitad de los bebés por falta de cariño. Es muy duro. Supongo que estos estudios no solo son eso sino que sirven para aplicarse el cuento, es decir si te dedicas al cuidado de personas debes hacerlo con amor al prójimo, entregando lo mejor de ti porque ése es el recuerdo que se llevan las personas atendidas. Y ésa es la verdadera vocación cuando haces las cosas con amor todo fluye.
Muchas gracias por compartir tus conocimientos.
Cierto Mertxe, el amor es la mejor medicina disponible en esta vida.
Al igual que con los Phármacos se puede cambiar de marca y los resultados son siempre positivos.
¡Que nunca nos falte el amor! Salud de vida.
Un bonito post.
El sentirse querido es muy importante. Y más que el sentirse querido creo que es el sentirse comprendido o atendido. Me explico: en las relaciones profesionales sobretodo la gente igual se limita a tratar temas precisamente profesionales de una manera “profesional” y no piensa que al final está tratando con personas. Creo que, en general, a la gente lo que le falta es un poco de empatía hacia los demás.
En algunas ocasiones he sentido que no me querían sin saber nunca el porque de ello, no puedo negar que duele y mucho ver el rechazo de esta persona.
Pero por suerte creo que me quieren y lo mejor para mi es que me gusta querer yo a la personas me llena de felicidad dar más que recibir.
Es un gran pena cuando tocas el tema de los orfanatos si que algo han mejorado pero no suficiente, ya se no tocas el tema de los animales que mueren en las perreras unos de pena y otros porque acaban con ellos.Siento haber mezclado en tema pero los amo por igual que a los seres humanos, no en misma intensidad se comprende.
Hola Merche, un tema muy interesante el que tratas.
Desde mi punto de vista, hay una complicada paradoja: hay personas que desarrollan tanto su parte afectiva y emocinal con respecto a otras personas -no necesariamente su pareja- que pasan a tener una relación de dependencia. Pasan así de tener un problema de falta de amor a tener uno de dependencia, convirtiéndose en un problema lo que parecía una solución a su situación actual.
Como termina la cita de Erich Fromm, habría que intentar “preservar su mutua integridad”, la integridad tanto nuestra como de la persona que amamos -desde el punto de vista más amplio, no sólo nuestra pareja- y yo incluso añadiría que habría que intentar preservar en cierta forma la “independencia”, en el sentido de un ser humano genuino, completo y no dependiente de otro para alcanzar su “mejor versión”.
En fin, es algo complejo, aunque pienso que conseguir plenitud en el amor e independencia al mismo tiempo, aunque suene contradictorio, es posible.
Un saludo!
José Miguel
Mertxe: Gracias por el texto. Me ha llegado tanto el contenido como la forma que has elegido para exponerlo. No conocía la cita de Fromm y me gustaría mucho, si es posible, que me dieses la referencia (libro, artículo o entrevista en la que aparece). Gracias por adelantado.
Hola María, es del libro El arte de amar.
Muchas gracias! 🙂
Gracias Mertxe. Me ha gustado tu entrada y tan cierto…¿Quién no te ha querido hoy? Que buena pregunta.