Hace unos días hablaba en un post de la posibilidad de ser demasiado empático, no tanto porque conectar con los demás suponga un problema, sino por el hecho de que hacerlo puede suscitar respuestas no deseadas. Entre estas respuestas
Podríamos decir que la asertividad se situaría en un continuum que iría desde tener una conducta pasiva (aceptamos una situación aunque nos desagrade sin decir nada) hasta una agresiva (defendemos nuestros derechos de una manera ofensiva o manipulativa, no respetando