La trampa del quiero y no puedo
Uno de los lugares a los que nos conduce el no conocernos a nosotros mismos es a caer en la trampa del quiero y no puedo. La presión social hacia el éxito y el logro nos puede llevar a situaciones en que estemos insistiendo en un camino que no está alineado con nosotros, en que estamos como pez fuera del agua. Es también uno de los desastres a los que nos ha llevado la popularización y masificación de la autoayuda, el confundir la perseverancia y la confianza en uno mismo con el querer es poder. No siempre querer es poder.
El quiero y no puedo adopta diversas formas que trataré de repasar con algunos ejemplos. Una de las más frecuentes y evidentes es la de índole económico. Este tipo de quiero y no puedo sucede cuando la persona quiere estar en un nivel socioeconómico para el que no tiene recursos suficientes. No digo que no tenga ningún recurso, sino que estos no son suficientes o no están bien ponderados. Pongamos un ejemplo sencillo. Una persona con un sueldo medio (pongamos 1500 euros al mes) y que vive de alquiler (8oo euros) y en pareja se compra un coche de gama media-alta. Es posible que pueda pagarlo a plazos, pero después tendrá que pasar revisiones, cambiar ruedas, etc. Si esos gastos no han sido tenidos en cuenta en el presupuesto inicial pueden empezar a ahogarle. Es más, no quiero ni pensar si sale un imprevisto de cierta categoría. Muchas veces calculamos el gasto inicial de algo, pero no su mantenimiento ni la posibilidad de que nuestras condiciones económicas varíen. Eso le sucedió a mucha gente cuando se compraron pisos en el boom económico. Si un sueldo entero, en el caso de una pareja, iba dedicado a pagar la hipoteca, estaban corriendo un riesgo muy grande. Como se ha visto luego.
Estos casos de tipo económico, muy frecuentes, pueden ser por querer aparentar o por desconocimiento del funcionamiento de la economía o incluso malos cálculos matemáticos. Y no podemos negar que también suceden porque la sociedad de consumo empuja al gasto aunque sea con endeudamiento. Y para ello trata de convencernos de que todos tenemos derecho a tenerlo prácticamente todo. Y somos tan ingenuos que acabamos creyéndolo. Cuando es obvio que eso no es cierto ni posible. En un mundo ideal y justo todos tendríamos los mismos derechos y oportunidades, pero baja de los mundos de Yupi, mira fuera y date cuenta de que eso no es cierto. Debemos luchar para que lo sea en el mayor grado posible, pero no podemos ser naifs y hemos de ver que la realidad dista bastante de esas condiciones.
El otro tipo de quiero y no puedo es el que te sitúa fuera de tu elemento. Cuando lo que se nos da bien coincide con lo que nos gusta hacer, estamos en nuestro elemento y todo fluye. Pero a veces sucede que lo que nos gusta, no es lo que se nos da bien o no estamos especialmente dotados para ello. Un ejemplo claro de esto podría ser en cuestiones física o deportivas. Y puedo explicar un ejemplo que viví de cerca. Durante muchos años practiqué ballet clásico. Eso me hizo estar en diferentes escuelas y conocer a bastantes niñas, algunas de las cuales querían ser bailarinas. Pero el ballet clásico es una disciplina muy cruel que exige unas dotes físicas muy concretas, entre las que se encuentra ser tremendamente delgada. Hay personas que por naturaleza y con una buena alimentación pueden tener ese cuerpo que exige la danza clásica. Pero otras no. Cuando una niña con ese «sobrepeso» (para el ballet, para el día a día podía ser un peso normal) quería ser profesional, solía encontrase con el rechazo por parte de las escuelas oficiales de danza. Era un rechazo cruel y muchas veces hecho con poco tacto. Pero la realidad es que si no tienes ese cuerpo ideal, no entrarás nunca en una compañía de danza clásica. Puedes bailar como afición o especializarte en otras disciplinas como el contemporáneo que no exige un cuerpo tan delgado. O puedes ser profesora, pero has de aceptar que no podrás ser bailarina porque no te van a escoger. Es duro, pero es así.
No estoy diciendo con este post que no podamos luchar y perseverar para alcanzar nuestras metas. Sólo estoy diciendo que las tenemos que bajar al mundo real. Y dimensionarlas. Perseguir una meta inalcanzable solo conduce a la frustración. Analizar mejor nuestros recursos y capacidades ( mejor guiados por un profesional) nos puede servir para acertar más y además disfrutar más. Porque nos sentimos congruentes con lo que hacemos, nos movemos en la zona de desarrollo próximo y vemos que vamos aprendiendo y avanzando. Somos capaces en lo económico de decidir qué gastos hacer y cuáles es mejor no hacer. Y en lo personal y profesional de transitar caminos que nos hagan crecer y disfrutar del trayecto y no quedarnos atascados y con sensación de haber perdido el tiempo. Y así además podemos llegar más lejos, con mayor facilidad y más felicidad..
Sólo merece la pena seguir por un camino difícil si estas dispuesto a romper las reglas, innovar y cambiar el modelo. Pero eso sería tema de otro post.
¿Tienes en tu vida algún quiero y no puedo? ¿Cómo haces para manejarlo?
Comments
Extraordinario Mertxe,
Conozco a más de uno que le vendría genial leer esta entrada, aunque no estoy muy seguro de si terminaría de «despertar».
La tendencia esta de la «espiritualidad» del «yo me merezco todo» o del «tú puedes alcanzar todo lo que quieras» es extraordinariamente nociva, y alguno acaba dándose cuenta después del tortazo.
Evidentemente el mensaje no es de no se deba tener objetivos ambiciosos: todo lo contrario, hay que tenerlos, pero que sean realistas y con un plan de por medio para alcanzarlos, y midiendo bien las fuerzas para llegar a meta.
Me ha encantado de verdad y lo comparto!
Un abrazo
Álvaro
Gracias Álvaro por comentar. Así es, lo has captado a la perfección. Y quien más lo necesita es quien menos lo mira…
El conocimiento y la aceptación de uno mismo es el verdadero poder.
Si te superas a ti mismo y dominas tu mente, convirtiéndose esta en tu fiel servidor, el mundo entero será tuyo.
Y mil gracias querida Mertxe por compartir con todos nosotros tus conocimientos de manera altruista.
Conocerse es un camino largo y dificil. Solo unos pocos lo consigue los demas vagamos como zombies por losmundos de yuppie.salud*ij