Qué eliges: ¿bienestar o depresión?

Ya comenté en la anterior entrada que me había dejado una parte interesante de la cual hablar: cómo muchas veces somos nosotros mismos los que nos metemos en situaciones que nos conducen a la depresión.
Nos dice Josep López:
Usted, ¿cuándo perdió la ilusión?
En el momento en que entendí la vida como un lugar duro en el que había que sobrevivir y hacer lo que tocaba hacer en lugar de aventurarme a realizar lo que me pedía el corazón, que era escribir.
Os recomiendo releer uno de mis post favoritos: ¿Sigues el camino de tu corazón?
Tal como explica Josep López, hacer lo que creía que debía hacer en lugar de lo que sentía que quería hacer, le llevó a la depresión. Y lo malo de la depresión (como de tantas otras patologías) es que aunque parezca extraño, te acostumbras a vivir con ellas. Te acostumbras a ver el lado negativo de la vida, a creer que tú no tienes ningún poder para cambiar nada, te sientes impotente…
Y no es fácil salir, pero se puede. Pero para eso hay que tener valor y coraje : valor para asumir la parte que nos corresponde, la parte de responsabilidad de nuestra situación y coraje para cambiar aquello que sea necesario. Puede que eso suponga renunciar a cosas que creíamos importantes, a cosas que nos ha costado un esfuerzo conseguir…..pero que no nos hacen felices.
Y aunque todo cambio es difícil, la recompensa es enorme. Es darte la oportunidad de vivir un camino con corazón, en lugar de uno hecho de múltiples obligaciones. Como ya cité en el anterior post:
¿Tiene corazón ese camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Ningún camino lleva a ninguna parte pero uno tiene corazón y el otro no. Uno hace gozoso el viaje mientras lo sigas, eres uno con él. El otro te hará maldecir tu vida. Uno te hará fuerte, el otro te debilita.
¿Qué camino sigues tú? Y si no es el que te gusta, ¿qué excusas te das para no hacerlo?
Mertxe Pasamontes
Comments
Que peligroso simplificar como “Excusa” o “Toma de decisión” el estar a un lado llamado bienestar. Que falta de empatia, no?, que alguien colapsado por el sufrimiento se vea imposibilitado de una motivación que lo energice a tomar decisiones y eliminar excusas.
Aunque soy consciente de que tu texto lo matiza muy bien aunque no da una valoración real de la falta de sentido vital del humano moderno, ni de las herramientas para su transformación, quedando todo en una especie de anécdota en base a un cambio de actitud. Cuando la depresión o las patologías de la tristeza vital están antes que nada grabadas como patrones de comportamiento a nivel Neuronal que ha creado las conexiones de condicionamiento y automatismos que irremisiblemente desembocan en el fracaso. Toda un vida de trabajo y esfuerzo del deprimido.
Un día comente un echo no una simplificación,…. que si amas lo que haces serás feliz. Pero para llegar al corazón les guste o no les guste a los terapeutas, a los pacientes requiere un transito por la noche oscura del alma (depresión), pues son los dolores de parto de un nuevo hombre, y es un precio que pocas personas están dispuestas a pagar, pues es una revolución, una transformación que acaba en nada, debido a que se combaten los síntomas.
La depresión siempre es mas dolorosa precisamente por que el paciente trata de huir de ella. La cesárea de la actitud y el parto sin dolor de los fármacos son entelequias hacia el mayor de los fracasos, que no es mas que restituir al hombre a una condición de adaptado social equilibrado, como si la sociedad fuera un ejemplo, cuando es el pozo de la podedumbre.
Ver el lado negativo sin caer en la autocompasión equilibra la unilateralidad del Positivismo que elude la realidad.
Vuelvo a repetir. “El Secreto” es que siempre te topas con lo que no eres capaz de pensar y predecir, y la depresión es la prueba. Decisiones unilaterales de positivismo que no tuvieron en cuenta al corazón. No se piensa en el, y te lo topas en su lado mas amargo.
Un saludo
Estoy llegando a la conclusión de que estamos en una cultura que nos “construye” priorizando la razón, donde impera un “sentido común” cada vez más “enrarecido”, que nos entrena para reprimir impulsos y sentimientos desde las primeras edades, cuando el corazón es tan grande.
Algunas personas lo pagamos caro, a veces a edades tempranas.
Es de agradecer que espacios como este blog te permitan ver un trocito de cielo. Gracias Mertxe.
También contribuyen a la reflexión comentarios tan atrevidos como el de Juan Manuel, aunque no acabo de comprender los dos últimos párrafos…
Quizás sea un error combatir los síntomas de la depresión, pero… ¿qué pasa cuando los pensamientos suicidas (usuales en procesos depresivos) se convierten en hechos? Es otra forma de eludir la realidad, pero ésta sin retorno…
Sin duda, elijo bienestar.
Alguién escribió:”quando tengas que elegir entre dos caminos, pregunte cual de ellos tiene corazón. Quién elige el camino del corazon no se equivoca nunca”
Hazte la siguiente pregunta Mertxe. Crees que un individuo colapsado por la depresión que incluso puede albergar ideas suicidas puede ser tratado con un discurso Pnl and Coach?, estilo ten valor y coraje, escoge bienestar y un camino con corazón?.
No parece mas este discurso ir dirigido a un espectro social sin problemas tan profundos aunque no niego cierto dolor psicológico, personas mas o menos bien asentadas socialmente pero que tiene una falta de sentido vital que le obliga a buscar mecanismos que los muevan?, posiblemente por que sus sueños no tuvieron en cuenta, no pensaron en que la realidad supera a la ficción ensoñadora.
La confusión del discurso en este blog es que presenta el infierno de la depresión con soluciones Ligths. Tipo escoge, ten valor, adelante con tu vida, cambia del asfalto al campo, dedícate a pintar o escribe un libro que te salga del corazón.
Mezclar churros con Meninas tiene un efecto desolador, crea confusión pues no sitúa al lector interesado en su verdadero campo de acción, dándole un toque snob a la terrible pesadilla de la depresión.
Poca empatia y mucho movimiento inconsciente en pos de otros objetivos.
Ajustando las palabras a su verdadero entorno no cuesta nada, por que si una persona con depresion lee tu blog posiblemente acabe con un sentimiento de culpa por no saber elegir entre bienestar y depresion?, esta frase no requiere una tesis, requiere sentido comun.
A mi me gustaría hacer un comentario en otra línea…
Creo que a veces, creemos que estamos seguros de lo que queremos, y vamos a por ello, pero luego en cuanto lo tenemos nos damos cuenta que no era para tanto y después de la satisfacción inicial no nos queda nada más, en todo caso decepción y arrepentimiento por haber tomado esa decisión.
Y no estoy hablando de cosas materiales, sino por ejemplo de experiencias.
Aun así, mi opinión es que, si es lo que (creemos) nos pide el corazón, ante la duda siempre hay que probarlo.
Un saludo
Hablamos de “elegir” como si uno tuviera un interruptor de ON y OFF, para elegir cuando enciende una cosa y cuanto enciende la otra. Es cierto que la depresión la conduce, a mi modo de ver, los reiterados palos que te da la vida, que ya pensar en lo positivo parece que te sientes hasta ridículo pensanod que eso es para los demás, y tú estás esperadno a ver cual es el palo siguiente… ¿lo buscamos nosotros realemnte? No estoy de acuerdo… lo estuve hace un tiempo, si, que quizás nuestras propias conductas sin querer (modelo mediatis ambeinte) nos hace sin querer buscarnos nosotros mismos las “malas suertes”, pero sicneramente te digo, que ultimamente ni lo creo… Estaba con un subidón impresionante y ahroa caigo empicado… No encuentro mi interruptor de ON, y OFF… siento decir que ahora si que me estoy convenciendo que no es más que una quimea, y que realmente existe gente que no estamos destinados a tener buena suerte…. siento estar tan convecda de esto, pero es lo que veo ultimamente, y como digo, tenía mi subidón y CONVENCIMIETNO TOTAL, de que es cierto que elegimos mal… pero ahroa ya no estoy convencida de que todo realmente sea verdaderaemtne porque está de nuestra mano elegir una cosa u otra.
saludos.
Voy a hacer alguna aportación más porqué creo que no he sabido explicar el sentido el título de este post.
El título es una llamada a mirarnos un poco a nosotros mismos y ver qué parte de responsabilidad tenemos en lo que nos sucede. No pretendía en ningún momento que se tomara en modo literal, como si estuviéramos eligiendo entre comer paella o entrecotte. Era en un sentido metafórico.
Hay condicionantes externos que están ahí y son difíciles de cambiar y otros internos, que también influyen. Pero no obstante, siempre queda un margen, aunque sea pequeño, de cómo nos tomamos las cosas. Y es en ese margen en dónde yo sugiero hacer la elección. Porqué aunque parezca pequeño, ese punto puede ser la clave entre sentirnos bien o sentirnos mal.
Muy equilibrado y con sentido tu ultimo mensaje Merxte, a esto es lo que yo llamo colocar a cada individuo en su campo de acción sin caer en los tópicos que están de moda.
La tristeza que es parte de la vida, los bajos y altos de los humores en nuestra mercantilizada sociedad se ha transformado en una enfermedad, no por que lo sea, si no por desconocimiento del corazón humano.
Ese margen estrecho donde se hacen elecciones es el campo de batalla.
Lo mas dificil en este mundo es diferenciar entre los gustos efimeros de la mente construidos con imagenes donde uno cree va a encontrase a si mismo. Una vez investigado y usado sobreviene el vacio por buscar en un salon de espejos. De los gustos del corazon, que son eternos.
Es tan dificil si no se rompe la imagen que tenemos de nosostros, que la unica ayuda real pasa por machacarla.
Siempre lleva a la humildad y a la reflexion.
Bye…..
Yo, que no soy psicólogo no voy a entrar en esos debates entre comentaristas. Lo que yo escojo es la búsqueda permanente del bienestar y las depresiones trato de evitarlas como puedo. Tendrá que ver con la capacidad de regeneración que cada cuál tenga o con las cajas de herramientas de las que podamos echar mano, pero una depresión es una derrota personal y una victoria de alguien que no la merece. Por eso no soporto a los que no se dan premios de vez en cuando y no me refiero a los que te conceden sino a los que te das tú mismo. A mí me funcionan como medicina.
Un saludo.
¡HOLA!
Justo buscaba información sobre la depresión para un discurso escolar cuando di con este blog, aunque más bien mi enfoque es hacia los jóvenes universitarios, como yo.
Considero muy acertado el que mencione que la depresión puede depender en gran medida de nuestras acciones, pensamientos y lo que elegimos para nuestra vida, opino también que la educación impartida desde casa influye mucho en el autoestima y percepción del mundo que cada individuo tenemos, así como de la sensibilidad y suceptibilidad a caer en padecimientos como estos que, en general, son trastornos emocionales y psicológicos.
Yo soy estudiante de la Universidad de Sonora, tengo 19 años y puedo decir que he experimentado la depresión, en su etapa más leve, creo, pero me he podido dar cuenta de los factores que me llevan a ese estado depresivo: la independencia, alejarme de casa, de mi familia, la presión escolar, el estrés por tareas, exámenes, trabajos, etc., el repartimiento de mi tiempo, la distribución y rendimiento de mi dinero, principalmente.
Me parece muy interesante el tema, incluso leí el debate completo y me sirvió mucho para la estructuración de mi discurso.
Me gustaría que se tocara el tema de la depresión pero con este enfoque que acabo de plantear, hacia nosotros los jóvenes.