¿Quién dijo miedo?
Llevo días pensando en escribir algo sobre el miedo y precisamente hoy he leído un breve cuento zen que ha salido en El Periódico.
Cuenta que un general, bregado en mil batallas, estaba un día en su casa colocando bien un valioso jarrón. Lo cogía con sumo cuidado, con miedo a que se rompiera. En ese instante se dio cuenta de que estaba asustado, temía perder el jarrón. Fue consciente de que el miedo le venía de aferrarse a su valiosa posesión y el temor de perderla. No puede ser, se dijo. Un general no puede permitirse tener miedos. Cogió el jarrón y lo estrelló contra el suelo, rompiéndolo en mil pedazos.
Tal vez no necesitemos llegar al extremo del general del cuento y romper aquello que apreciamos. Pero si darnos cuenta, de que el miedo es en gran parte una creación de nuestra mente. Puede tener una base fisiológica, para avisarnos de un posible peligro. Pero una vez advertidos, seguir o no con miedo, depende de nosotros.
No digo que haya que ser un temerario, pero el miedo paraliza, hace actuar con desatino. Da entidad externa a algo que sólo existe en nuestro interior. Por ello, si logramos ser conscientes de que cosas nos asustan, averiguamos el motivo y actuamos en consecuencia pero sin aferrarnos al miedo, seguro que podremos actuar de la mejor manera, tomando las decisiones más acertadas. Porque en la mayoría de ocasiones, nuestros peores temores nunca llegarán a suceder.
Y eso abre un mundo de infinitas posibilidades!
¿Y tú como actúas? ¿te aferras a tus temores o te lanzas a la aventura?
Mertxe Pasamontes
Comments
El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son.
LIVIO, Tito
Quedarse en lo conocido por miedo a lo desconocido, equivale a mantenerse con vida pero no vivir.
Anónimo
Sólo se tiene miedo cuando no se está de acuerdo con uno mismo.
HESSE, Hermann
No hacer nada por miedo a cometer un error es ya un error.
Anónimo
Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.
COELHO, Paulo
( Miedo )
Miedo de qué o a quién, por qué y hasta cuando?
Vivimos en una sociedad en la que hemos de añadir a nuestros propios miedos, los miedos que el sistema del cual somos a la vez víctimas y cómplices sirven para tenernos esclavizados.
Salir de la espiral mejor casa, mejor coche, de adquirir cualquier artículo de consumo o moda, de falsos iconos de modernidad, de tener y tener cada vez más… me ha liberado de vivir en la apariencia para poder ir descubriendo realmente quién soy yo.
Desprenderme de cosas, dinero, incluso de mi propio piso (con su hipoteca), uf¡¡ que descanso… cuanto menos tengo, menos necesito.
Ahora sé que estoy en este mundo de alquiler, que nada de lo que creo es mio me pertenece pues todo se quedará aquí; que lo realmente mio, que voy a dejar en este mundo, será el amor o el dolor que sea capaz dar a los demás.
A pesar de todo, a veces sigo teniendo miedo, pero ese miedo me recuerda adonde no tengo que volver…
Aún así, aveces el miedo es inevitable, pero nos podemos controlar para superar nuestros obstáculos.
Muy bonito el cuento. Me recuerda la historia del Almirante Tourville, al que cuando era niño su padre amarró al palo mayor en medio de un intenso cañoneo porque había visto al niño intentar esconderse. El padre le espetó: «Se tiene miedo porque se puede huir. Ya no puedes, no tendrás miedo».
Es bonito el relato, me estaba empezando a imaginar a algún romanticón enamorado lanzando a su amada contra la pared, claro está, hasta que leí la primera frase del siguiente párrafo, bromas a parte.
Aun así, si es cierto que es la mente la que crea «el miedo a perder el jarrón», no cabe la posibilidad de que exista una tendencia a crear tal miedo a perderlo?
Y ahora que me pongo filosófico, podría caber la posibilidad de que exista una relación entre la necesidad de adquirir ése jarrón y el miedo a perderlo que aparecerá posteriormente, con el tiempo?
En fin, a la cama…xd.