Una docena de razones para ser freelance
Este post es fruto de una colaboración con los colegas y amigos de Unadocenade.
Ya veis, sólo empezar, que utilizo la palabra freelance porque autónomo me parece una palabra devaluada y emprendedor un tanto excesiva para lo que voy a a comentar. Puede ser que un freelance sea además un emprendedor o que tenga esa actitud, pero prefiero separar los dos términos. Estamos ante un cambio de paradigma social aunque muchos intenten resistirse y aferrarse a lo ya conocido o tal vez aún no sean muy conscientes de ello. Una de las cosas que va a cambiar más es el mundo laboral. Ya empieza a pasar y seguirá sucediendo, que no va a haber puestos por cuenta ajena para todos, pero además de este aspecto práctico espero convenceros de las bondades de ser freelance por una docena de razones, la mayoría de ellas fruto de mi experiencia personal.
Por lo tanto, aquí tienes las 12 razones para ser freelance :
1. Aprovechas al máximo tu talento
Cada persona tiene algún talento especial, como bien explica Sir Ken Robinson. Pero no siempre ese talento es por el que te contratan las empresas. Sin embargo, cuando trabajas por tu cuenta puedes ofrecer tu «talento especial» y hacer de eso tu core business. Y trabajar en lo que te gusta podría ser ya una razón suficiente. Pero sigamos con las otras.
2. Tú organizas tu tiempo
El margen de libertad para organizar tu agenda es incomparable cuando trabajas como freelance que si lo haces para otros. Es obvio que habrá ocasiones que tendrás obligaciones que cumplir en horarios determinados, pero nada que se pueda equiparar a un horario fijo.
3. No tienes jefe
Esta es tan obvia que casi no merece la pena explicarla, pero es que es una realidad como un templo que no tener jefe te ahorra muchos problemas y conflictos. Obviamente hay buenos jefes, pero ante la duda de quién te va a tocar, mejor no tenerlo.
4. Puedes escoger qué quieres hacer
No estoy hablando de los primeros momentos en el mundo de los profesionales libres, en que tal vez tengas que aceptar trabajos no tan interesantes. Pero con el tiempo, puedes empezar a escoger qué quieres hacer y que no. No tienes porqué escoger un proyecto que no te interesa. Puedes centrar tu energía en aquello que de verdad disfrutas haciendo.
5. Puedes escoger los clientes
Como en el punto anterior, es posible que en los primeros tiempos aceptes algún cliente «menos deseable», o que no encaja tanto en tu perfil de proyecto, pero si piensas que tú eres tus clientes, en breve dejarás de hacerlo y empezarás a centrarte en los que merecen la pena.
6. Aprenderás a gestionar la incertidumbre
Esta razón puede parecer paradójica pues muchas personas huyen de la incertidumbre, pero la verdad es que estamos en una realidad cambiante así que como dice Tom Peters: has de acostumbrarte a sentirte cómodo ante la perspectiva de estar incómodo.
7. Puedes externalizar lo que no te guste hacer
Cuando ya cojas un poco de carrerilla, puedes empezar a permitirte cosas como contratar aquellas partes de tu trabajo que no te agrada hacer. Recuerda que no tienes jefe, nadie te obliga a hacer lo que te desagrade.
8. Tú decides el precio de tu producto o servicio
Esta claro que hay un mercado y eso condiciona en cierta medida el rango de precios de tus servicios o productos, pero aún así seguro que tendrás más margen que trabajando por cuenta ajena.
9. Tú decides cuándo tienes bastante
Puede ser que tu meta sea ganar tanto como puedas o tal vez sea tener tiempo libre o cualquier otra. Si trabajas como freelance, puedes llegado a un cierto punto, priorizar aquello que prefieras, lo que encaje más con tus valores.
10. Puedes escoger tus colaboradores
Habrá tareas que no puedas o no quieras hacer tú solo. En ese caso puedes colaborar con otras personas con la enorme ventaja que no es el equipo «que te ha tocado» sino el que tú elijas. Y si no te funciona, no tienes más que cambiar de colaboradores (no hablo de empleados)
11. Puedes decidir desde dónde trabajar
Este punto va a estar ligado a cuál es tu producto o servicio. Según lo que hagas, necesitarás un lugar físico para realizarlo y tal vez, un lugar fijo. Pero seguro que habrá muchas tareas que podrás realizar desde dónde mejor te vaya simplemente conectándote a tu ordenador o smartphone o llamando por teléfono.
12. La libertad no tiene precio
He dejado esta para la última porque quizás suene un tanto utópica, pero cuando trabajas para ti es uno de los puntos clave, ya que es algo que puedes sentir. No es algo que te cuentan o que piensas. Es algo que sientes en cada poro de tu piel. ¿Quién se resiste a ser libre?
Entiendo que no todo el mundo puede ser freelance y que a veces las circunstancias no te permiten dar ese paso. Pero si tienes ocasión de probarlo, te recomiendo que lo hagas. Aunque ya te advierto que es algo que «engancha». Pero merece la pena correr el riesgo.
PD. La foto pertenece a la revista Wired y apareció para ilustrar el artículo How Angry Birds Is Becoming the Next Super Mario
En esta ocasión el podcast que te ofrezco es una entrevista realizada por el equipo de Edig, Juan de Dios Salina y Marta Bonet, para su programa de Radio semana sobre el mundo emprendedor, en la que hablamos de los miedos a emprender y cómo afrontarlos.
MertxePasamontes-HablandoDelMiedoAEmprender306.mp3
Si quieres puedes subscribirte al podcast de manera gratuita a través de Itunes: id409099656
Si te ha interesado este post, puedes recibir los que escriba nuevos en tu correo o en tu Reader. En la manzanita del margen superior derecho encontrarás la opción de suscribirte por e-mail o RSS.
Mertxe Pasamontes
Comments
Yo, como freelance, encuentro que tu lista es un tanto utópica.
Sí es cierto que los 12 puntos que comentas existen y que definen a la perfección el trabajo ideal de un freelance. Sin embargo, en el mundo real, al menos en mi experiencia, habría que matizar al menos la mitad de los puntos.
Yo, de momento, me planteo varios de esos puntos como objetivos a alcanzar 🙂
Claro que es un tanto utópica!!! Es un ideal….pero que sería de nosotros sin esos ideales que nos animan a seguir adelante… 🙂
Es que la libertad profesional no es fácil ni cómoda… pero peor es si no la tienes. El eterno debate de la responsabilidad sobre su propio destino de cada individuo.
Y para describir el concepto me gusta más el término «Free Agent» acuñado hace años por Daniel Pink – http://nodotic.me/5po1 – aunque es verdad que en castellano no suena nada bien
Gracias por el post
Es cierto, cada vez somos más los profesionales con cualificación que, tras una prolongada experiencia y tras la asunción de puestos directivos en distintas empresas, optamos por la vía Freelance.
Todas las ventajas son ciertas, pero conviven con otros inconvenientes bastante severos.
Respecto a los profesionales que están en el Régimen General de la Seguridad Social, somos profesionales fuertemente discriminados en todos los aspectos. La Agencia Tributaria y la propia Seguridad Social nos tratan de forma salvaje, no tenemos derecho a enfermar, ni a prestación alguna por desempleo, ni a vacaciones, ni a días libres.
Cualquier profesional Freelance con una buena cartera de clientes se verá obligado a trabajar todos los días, a todas horas y sin descanso. Entran períodos vacacionales, fines de semana, Navidad, Semana Santa, madrugadas. Y si no estás así, casi seguro que estarás facturando poco o tendrás colaboradores a los que retribuyes con honorarios de hambre.
¿Qué te ocurrirá si caes enfermo o te lesionas por un período largo de tiempo y no puedes trabajar? Puedo dar fe de lo que ocurre y no os lo deseo…
Hay algunas ventajas, pero no podemos olvidar que somos una casta muy maltratada.
Está claro Manuel que el colectivo de autónomos está bastante maltratado. Y que muchas veces surgen dificultades. Pero trabajar por cuenta ajena tampoco es la panacea….
El quid de la cuestión es crear,generar las circunstancias adecuadas para que tus ideales como freelance puedan materializarse.
Que sería de este mundo si por las circunstancias del momento la persona no pudiera ver más allá y renunciará a su ideal de proyecto de vida laboral o personal.Mal iríamos, no lo creéis vosotros así?.
Que no sea fácil no quiere decir que las razones no sean buenas. Viva la libertad. Da miedo lanzarse, obvio pero libera. Adhiero sobre todo a la última: ERES LIBRE. Y si te va mal siempre hay tiempo para volver a la jaula dorada u oxidada dependiendo de la paga.
El punto 6 «Aprenderás a gestionar la incertidumbre» abre para mí un debate muy interesante: ¿el freelance nace o se hace? Yo siempre he pensado que no «vale» cualquiera para esto… 😉
Difícil pregunta la que planetas natali. Imagino que hay una mezcla de las dos cosas. Lo que sí te puedo decir, es que cuando aprendes a vivir en un cierto umbral de incertidumbre, ese umbral poco a poco aumenta y te es posible resistir más. Es como que tu zona de confort se amplia y necesitas menos «seguridades» para moverte…
Hola, yo en estoy en proceso como diría de liberarizarme, (pasar a autonomo)pero encuentro que como todo es un paso grande, después de 23 añosde trabajo y ahora en paro, encuentro que es la única solución, sobre todo cunado estás cansado de que te dirijan y necesitas libertat.