¿Visible, relevante y/o influyente?
La irrupción de las Redes Sociales ha hecho que muchas personas que antes permanecían en un cierto anonimato ( o conocidas sólo en su círculo más íntimo) se hayan convertido en personas visibles y conocidas (incluso se ha dado un cierto famoseo, en algunos casos). Eso puede tener sus ventajas, sobre todo en el plano profesional, pero también tiene inconvenientes que no podemos olvidar. Porque además la visibilidad es sólo un atributo, pero para ser alguien que de verdad cuente, para tener una marca personal fuerte hay que ser además relevante e influyente.
Psicológicamente las retribuciones de la visibilidad pueden ser muy jugosas ya que como seres humanos que somos necesitamos en mayor o menor medida (dependerá de cada cuál) sentirnos reconocidos, sentir que de alguna manera contamos para los demás, incluso diría que sentirnos queridos. Cuando una persona recibe felicitaciones en su muro de Facebook por ser su cumpleaños, aunque muchas de ellas venga de perfectos desconocidos no puede por ello dejar de sentir (en alguna medida) que importa a los demás. Es bastante sabido que condenar a una persona al ostracismo (ya lo hacían los griegos), separarla del grupo, es uno de los peores castigos que se le puede infligir. Los niños rechazados por el grupo de iguales tiene en general una autoestima más baja y pueden incluso desarrollar una depresión infantil (con más complicaciones si llegan a sufrir bullying). Lo mismo sucede cuando se le hace el vacío a alguien en su trabajo (una forma de mobbing), la persona sufre consecuencias psicológicas, que pueden durar años e incluso puede llegar a enfermar físicamente.
Por todo ello no es de extrañar que las personas busquemos de una manera más o menos consciente y a diferentes niveles según el propio carácter y nuestras experiencias vitales el hecho de sentirnos reconocidos por los demás y las redes sociales nos ofrecen maneras bastante sencillas para conseguirlo. Esto no tiene porqué tener mayores complicaciones (si no te lo crees demasiado, muchos son amigos “virtuales”) pero el problema deviene cuando en el rol profesional se confunde esa visibilidad e incluso popularidad con la relevancia y la influencia.
Ser visible es relativamente fácil, sólo tienes que grabar un vídeo haciendo alguna tontería graciosa y puedes alcanzar miles de visitas en Youtube. De hecho es posible que un gato sea bastante más popular que tú en la red. Pero obviamente eso no te da ningún prestigio. Ser relevante es más complicado, pues lo que haces tiene que tener algún valor, no puedes ser un mero copista o una marca blanca. Eso no implica que tengas que ser original en todo lo que haces, pero sí creativo, aportar algo de valor propio y personal a lo que ofreces. Y eso suele venir de tu experiencia profesional, tus propias experiencias vividas y como no, de beber de las fuentes adecuadas (y por favor, citarlas!!!). No hace falta que tú descubras nada nuevo, pero sí que busques ese toque personal que diferencia tu producto o servicio del resto. Y que pongas corazón en lo que haces.
Ser influyente es ya para nota. Implica que además de visible (los demás te conocen o te encuentran con facilidad) y relevante (lo que haces tiene valor) tienes además influencia en los demás. La influencia no ha de confundirse con manipulación, ser influyente es tener un impacto positivo, dejar una huella, que ese valor que transmites llegue incluso a crear tribu (en palabras de Godin), cambie de algún modo la vida de los demás. Conseguir ser influyente manipulando puede ser rentable a corto plazo, la gente no está segura de tu valor y pueden aceptarlo momentáneamente por creer que lo tienes o por no disentir del grupo. Pero a medio o largo plazo, se descubre al “vendedor de humo”.
Todo esto no quiere decir que sólo podamos hacerlo a través de medios 2.0 o de la red. Hay personas que tal vez ni están en Internet y que tienen una gran influencia en su círculo, un enorme valor y son conocidas a pequeña escala. Pero la red, te permite multiplicar ese efecto y llegar a personas a las que años atrás te hubiera sido imposible acceder.
De ti depende llegar de manera valiosa y relevante o hacerlo como el niño que ríe (aunque tenga una risa realmente contagiosa).
No queda más que preguntarte: ¿tienes visibilidad? ¿y relevancia? ¿dirías que eres influyente?
Si quieres escucharlo aquí lo tienes:
Mertxe Pasamontes
Comments
.. . perfecto / me gusta mucho/ para los que llevamos varios años en las redes sociales el artIculo retrata muy bien, el interEs/objetivo personal .. . un saludo
.-= Ahora mismo, en el blog de juan sebastian baena cock: Steve Jobs – un ejemplo con resultados positivos – Bloginformal de Juanjuin =-.
Un post más que interesante. Muy claro y directo. THX
Parece que dejas claro que ser visible es un objetivo, pero que ser relevante e influyente es una característica personal.
Y cómo crees que afectan los valores personales a la hora de ser percibido por los demás?
.-= Ahora mismo, en el blog de Javisagan: Modelos de negocio =-.
Hola Javi
No se si la definiría como una característica personal, en el sentido de algo que tienes o no tienes. Creo que hay cosas que pueden venir más o menos de serie pero luego se pueden trabajar hasta cierto punto.
Y el tema de los valores es la madre del cordero, el próximo post empezará a tocar ese tema aunque se que no acaba de ser plato de gusto para muchos….