¿Conoces tus límites?

De vez en cuando en la Contra entrevistan a alguien que nos hace tomar conciencia de dónde están nuestros límites. Vamos a diferenciar desde el primer momento dos palabras, que bajo mi punto de vista esconden dos realidades distintas (aunque sea a efectos prácticos, ya que etimológicamente están muy próximas):
– Límites: definidos como punto o grado, término que no puede rebasarse. Para ellos tomaremos como referencia la frase de la PNL: Los únicos límites son los de mi mapa mental.
– Limitaciones: Impedimento, defecto o restricción que reduce las posibilidades o la amplitud de algo.
Ya se que la distinción se aguanta por los pelos, pero me sirve al fin que persigo con esta entrada (no pretendo entrar en la RAE!!).
Juan Manuel Montilla, más conocido como ´Langui´, es rapero, actor y radiofonista. Todo esto que ha conseguido podría parecernos como algo alcanzable si no sabemos que Langui sufre de parálisis cerebral desde su nacimiento. Y no, no voy a tener una mirada compasiva de «pobrecito» , pues se que Langui se merece algo mucho mejor que eso por lo que cito sus palabras:
No es usted mal ejemplo para los flojos de espíritu.
Pues me alegro. Hay algo que me gusta repetir: «No puedes cambiar el mundo, de acuerdo, ¡pero sí puedes cambiar tu actitud!».
¿Y qué actitud propone?
Alegría, buen humor. La vida está plagada de miserias, ¡pero es la vida!: un regalo. Estamos aquí, así que aprovechémoslo, aprendamos, construyamos algo. Se trata de no quedarse tirado en el sofá: con lo cortita que es la vida…, ¿y encima vas a boicotearla?
¿Cómo se las ha arreglado usted para ligar?
Con la seducción de las miradas, las sonrisas, desbordando complejos, seguro de que alguien sabrá verte por dentro. ¡Mi mujer me ha hecho sentir que para ella yo tengo los andares más bonitos del mundo!
¿Qué enseñará usted a sus hijos?
Alegría, esfuerzo, detalles, ilusión. Y nada de mirar compasivamente al discapacitado.
¿Por qué?
Cuando me compadeces, me minusvaloras. Esa compasión de «pobrecito, angelito, qué mal está» es muy excluyente, supone ver la discapacidad como algo negativo y al discapacitado como alguien enfermo o desgraciado. ¡Esa compasión es una barrera mucho peor que las barreras arquitectónicas!
Creo que sus palabras lo dicen todo. Langui tiene limitaciones físicas (por eso dejó el fútbol) pero no mentales y por eso ha conseguido todo lo que ha conseguido, sin ponerse más limitaciones que las que su cuerpo le obliga a tener. Pero su mente es libre y sin prejuicios y eso le ha permitido hacer lo que realmente deseaba y disfrutar de la vida como el que más. Como otros que ya he citado en este Blog como Eric Villalón o Albert Casals. Ante estos ejemplos cabe preguntarse quién son los «discapacitados» y a quién hay que mirar con compasión, pensando «pobrecitos». Tal vez los «pobrecitos» somos nosotros cuando nos quejamos de pequeños contratiempos o nos lamentamos por nimiedades: Aunque en nuestra mano estar dejar de serlo.
Y para acabar como no, el vídeo de Langui:
¿Dónde crees que están tus límites? ¿Cómo lo sabes?
Mertxe Pasamontes
Comments
Hace un tiempo decidí cambiar la actitud, decidí afrontar el día a día de otra forma… puse en práctica la frase que el Langui dice en la entrevista. Y sabes que… el mundo a lo mejor no cambia, pero cuando tu lo enfocas de otra forma consigues ser mucho más feliz y sentirte mucho mejor contigo mismo y con tu entorno.
gracias por el post
Me ha gustado mucho este post tan positivo, últimamente tenía el ánimo un poco bajo. ¡Un gran ejemplo a seguir el de Langui!
Los andares y la actitud de este hombre me han traído un grato recuerdo.
Hace años tuve un alumno, como tutora de 5º de Primaria, con un handicap idéntico al de Langui. Con 11 años tenía muy claro cuáles eran sus limitaciones, pero no se ponía límites. Trabajaba con empeño para seguir el mismo currículum que sus compañeros. Motraba un sentido del humor y un amot propio admirables.
Nunca olvidaré el largo paseo que dimos en una excursión por el Moll de la Fusta (Bcna), cogidos de la mano. Como soy pequeñaja y él ya superaba mi embergadura, acabé rendida con su traqueteo, pero feliz de haber caminado a su lado y tenido la oportunidad de admirar su tenacidad y espíritu de resistencia.
¿Qué adolescente hubiera ido «de la manita de la seño» con aquella naturalidad y alegría?
Aquél día no podía acompañarnos el voluntario que solía asistirlo por su limitación motriz…
-Cap problema! Jo puc anar-hi sol! -me sonrió-. Ja estic ecostumat a caure i no em faig mal!
No quería límites, pero conocía sus limitaciones y aceptó mi flaco brazo. Fue realmente bello.
Años después fui a cenar al Restaurante de su familia (una típica masía). Se había hecho todo un hombre. También había crecido su vaivén, sus dificultades para coger el lápiz, su lengua-de-trapo… pero allí estaba: de maître. Con su delantal, libreta en mano, tomando notas en las mesas, controlando el servicio, llevando y trayendo notas, cobrando…
-Als cafès us convida la casa -me dijo con su sonrisa torcida y sus grandes ojos azules descompasados.
Fue la última vez que vi a Francesc, feliz como siempre. Amirable.
Juan Manuel Montilla para el por suerte no tenía limites y superó algo que te tiene mucho merito y sigue en ello.
Ojala todos los que cada día nos quejamos de cosas tomáramos ejemplo de personas como él.
Pero no es tan fácil, él es uno entre muchos, que jamás conseguirán nada. En cambio nosotros somos el resto de mortales arrastrándonos sin saber ni como ni porque, tan pobres son nuestros mapas mentales que no conseguimos nuestras metas que son mucho mas fáciles.
Leyendo el articulo tuyo tengo mis dudas si he vivido o vegetado una gran parte de mi tiempo, y eso que soy fuerte y valiente pero quizás no donde debería poner esa fuerza
Estamos demasiado preocupados por mirarnos solamente nuestros ombligos, y cuando nos enteramos del esfuerzo enorme que hacen mucha personas para solamente poder salir a la calle ellos solos, se nos arruga todo el cuerpo y nos invade una tristeza en nuestro corazón sin límites, hemos de vivir y no estar en un estado total de vegetación, porque a lo mejor cuando queramos hacerlo ya es demasiado tarde,lástima que esto sólo lo pensamos durante unos mínutos y con un poco de suerte lo ponemos en práctica unos pocos dias.
es de admirar esa libertad mental, ese espíritu tenaz, esa actitud positiva, esa claridad de sus limitaciones y esa constancia…
está clarísimo que los que no tenemos limitaciones aparentes no tenemos excusas para no llegar a donde realmente queremos…
un ejemplo de vida y de actitud…
me encantó cuando leí la entrevista en el periódico, la utilizaré para mis clases…
Gracias por tus palabras, que gusto poder leer cosas tan interesantes.
gracias por tu palabras <3