¿La felicidad es eso ?
Leo un artículo publicado por Expansión el 12 de Junio firmado por Tino Fernández sobre la felicidad en el trabajo. Trato de ser lo más objetiva posible, pero no puedo evitar a pesar de eso sentir que se está dando una visión sesgada del asunto, en que se pone el peso de la responsabilidad de ser feliz en el trabajo, en el propio trabajador. Evidentemente, que una gran parte de nuestra felicidad depende de nosotros mismos, no podría ser de otra manera. Y es también cierto que en el artículo se dice que las empresas tienen que poner “los medios”, pero sigo sin poder evitar sentir que se está “culpabilizando” al trabajador que no es capaz de sentirse feliz en su puesto. Incluso se acusa a la sociedad española de ser “victimista” y a las empresas de ser “paternalistas”. Algún ejemplo de ello: Jorge Cagigas, presidente de Fundipe y socio director de Epícteles, también cree que “no es la empresa la que debe buscar la felicidad de los empleados. Esta es una tarea de cada empleado, que ha de trasladarla al entorno de trabajo”.
Y cuando leo estas cosas no puedo dejar de pensar que en una primera lectura me he sentido prácticamente de acuerdo con lo escrito, aunque al terminar algo se revolvía en mi interior y me ha hecho volver a leer el artículo de nuevo, tratando de leer también aquello que no está escrito. Y me ha venido a la cabeza la teoría de los marcos mentales de Lakoff, el modo en cómo se enmarca el discurso para que sea “pasable”, para que traguemos con él. Y de nuevo mi cabeza se pone en marcha y recuerdo un comentario hecho hace poco por Ignacio Escolar: Es el Estado del bienestar lo que hoy está en cuestión, no Wall Street.
Algunos pensarán que estoy haciendo demagogia, así que algunos datos objetivos:
– El mobbing es una realidad en el mundo laboral y una de las principales causas de bajas por depresión. Está tipificado como uno de los desencadenantes de enfermedades como la depresión, la fatiga crónica o la fibromialgia. Hay datos de que han aumentado desde que empezó la crisis. Un ejemplo en Baleares. O un estudio epidemiológico en Suecia que aunque nos quede un poco lejos, puede servir para hacerse una idea.
– La media de salarios en España es casi para echarse a llorar. Según el INE, con datos del 2007, el sueldo medio bruto en España es de 20.000€. Pensemos que es una media. Si miramos por ejemplo el sector de hostelería, es de 14.000 €. ¿Alguien piensa que un camarero puede dar palmas de alegría en su trabajo con ese sueldo? Quizás puedas ser más “feliz” si estás en el sector de la intermediación financiera ya que puedes llegar a los 38.000 €. Os sugiero que entréis en la web y hagáis las consultas que os interesen más para haceros una idea propia del tema.
Y no estoy diciendo que en España u otros países no haya trabajadores que no cumplen, personas que culpan de todo a los demás, gente que se escaquea, empelados demandantes, etc… Todo eso existe. Lo que estoy diciendo es que las condiciones laborales no son en muchos casos las más adecuadas para “ser felices en el puesto de trabajo”. Y no porque tú no quieras, sino porque objetivamente no se dan los mínimos indispensables. Porque lo que llamamos paternalismo en muchas ocasiones no son más que los derechos ganados durante años en los Estados del Bienestar y porque muchas víctimas lo son de hecho y se ven obligadas a jornadas maratonianas sin remunerar (o mal remuneradas), a trabajos precarios, a inseguridad, a jefes o compañeros despóticos, a techos de cristal, etc…No me extrañan los datos que se publican de “fuga de cerebros”.
Y también hay empresas que cumplen con su parte, pero en esas no se cuestiona la felicidad del trabajador, se produce de una manera casi espontánea, como puede ser Google o Softonic. Practican el happyshifting (algunas cosas que podemos encontrar son: conciliación, credibilidad, respeto, trato justo, tiempo libre para la creatividad, reconocimiento, buen clima laboral, etc). Hay incluso una lista de las Best Workplaces. Por eso, vigilemos con llevar el “buenrollismo” demasiado lejos ya que es un modo más de manipular y hacerte creer que si no eres feliz en tu trabajo es porque no quieres. En ocasiones será así, pero en muchas otras es porque no puedes. Y sobre todo recordar, no todo el mundo trabaja de “ejecutivo”.
Podemos seguir los consejos que nos propone el diario para convertir tu trabajo en tu puesto deseado o podemos ante este panorama abrirnos a nuevas vías. No me extraña que en múltiples ocasiones, haga como mi amigo Andrés Pérez y abogue por tener marca personal y por emprender. Porque de verdad, la felicidad no es eso, hay que trabajarla, pero no se puede forzar.
¿Crees que sólo depende de ti ser feliz en el trabajo? ¿Crees en el Estado del Bienestar?
Mertxe Pasamontes
Comments
Coincido contigo en que en muchos puestos de trabajo no se llega a las condiciones mínimas de equilibrio entre bienestar y salario/horas dedicadas. En esos contextos es casi imposible sentir gratificación por el trabajo. Encuentro que generalmente el 90% de los comentarios o artículos que se publican sobre motivación en el trabajo, coaching, etc se están refiriendo en realidad a un mínimo: personas que trabajan en puestos directivos con altos salarios. ¿Con qué cara le hablamos de motivación y escala de valores a quien trabaja más de 40 horas a la semana por 800 euros al mes? Creo que los directivos, y a veces los escritores de libros y artículos se olvidan que esa gente es mucha gente.
.-= Ahora mismo, en el blog de azul lunar: El cuento del niño, el anciano y el burro =-.
Lo has explicado perfectamente, eso era lo que trataba de transmitir en mi post!
Evidentemente cada individuo es responsable de su felicidad, pero no es el responsable exclusivo. Si el entorno donde desempeñas tu actividad es frustrante (mal ambiente, objetivos ambiguos, recompensas injustamente repartidas, escasa o nula comunicación interna, falta de respeto, etc.) es muy difícil que no afecte a tu felicidad.
Por eso creo que las empresas no son responsables de que sus empleados sean felices pero sí, al menos, de hacer las cosas lo suficientemente bien como para no hacerles infelices.
.-= Ahora mismo, en el blog de José Miguel Bolívar: GTD: Qué es el Modelo de 6 Niveles para Revisar tu Trabajo =-.
Gracias por pasar José Miguel y por tu acertado comentario!Me gusta eso de “no hacerles infelices”
Me ha gustado mucho el post. Creo que es un baño de realidad que viene muy a cuento y que tiene más fuerza moral viniendo de una persona como tú.
Creo que muchas veces, esto de la felicidad en el trabajo, no es más que un invento para decirnos que trabajemos más por menos y que el que no es feliz es porque no quiere.
Mertxe:
En primer lugar enhorabuena por tu artículo, los datos son innegables y no son discutibles.
>Más allá de lo que dices, y por supuesto habría que profundizar en las razones últimas del trabajo y el sentido que cada uno busca en la vida y en su actividad diaria, no se puede trasladar toda la responsabilidad al empleado ni a la empresa. La búsqueda de la felicidad no se circunscribe al entorno laboral, sino que es una aspiración finalista del ser humano en su vida. Las empresas son responsables de crear los entornos y espacios de libertad y garantizarlos para que cada uno desarrolle sus mejores capacidades y éstas reviertan en la organización y en la sociedad. El compromiso y la responsabilidad deben ser recíprocas y equiparables entre empleado y empresa. Me reitero en que la sociedad española culturalmente adolece de un cierto sentido “paternalista” que dificulta el desarrollo de las personas en las organizaciones por el marcado carácter jerárquico de las mismas.
Un saludo y enhorabuena por tus comentarios.
Jorge Cagigas