¿Estrés o salud?

Cuando hablé hace poco de las competencias emocionales que formarían parte de lo que Daniel Goleman llamó Inteligencia Emocional ya comenté que una de las básicas era el Autocontrol emocional. Como expliqué en la Charla que hice en ESEI que forma parte del ciclo de Efficiency 8, el autocontrol emocional es algo más fácil de decir que de hacer.
Una de las pruebas que podemos tener de que no estamos controlando nuestras emociones es sentirnos estresados. Cuando nos sentimos estresados es porque nuestro sistema de respuesta al entorno está desbordado y nos encontramos en una situación que se denomina modo de supervivencia. ¿Qué es el modo de supervivencia? Leamos como lo explica en una entrevista Shlomo Breznitz , que investiga el estrés y la restauración cognitiva:
Y por eso nuestro sistema fisiológico está adaptado a miles de años en la selva. Allí las situaciones de estrés eran cortas e intensas.
O corres o te come el león.
Como un susto tremendo, pero corto. Y por eso ese estrés repentino de corta duración fortalece nuestro sistema inmunológico.
Si sobrevives al león.
… En cambio, el estrés moderno: ese que produce quedarse en paro o – peor aún-tener miedo a quedarse en paro o un jefe insoportable o la pareja mal avenida…
Angustia tenue, difusa e inacabable.
Es peor que el encuentro con el león porque no estamos preparados para él y, al contrario que el otro, deprime nuestro sistema inmunológico. De ahí que esas situaciones acaben a menudo por propiciar enfermedades crónicas o hasta un cáncer.
El hecho de que el estrés se prolongue en el tiempo tiene un impacto, comprobado en numerosas investigaciones, en nuestro sistema inmunológico y nos «predispone» a contraer múltiples enfermedades. No sólo tiene un impacto psíquico sino también físico.
Cambiar la respuesta a las situaciones que percibimos como amenazantes (y que por tanto nos provocan estrés) requiere atención, autoconciencia y trabajar sobre ello. Una de ellas, el entrenamiento en la atención plena ya la comenté. Podría servir también el entrenamiento en técnicas de relajación, escogiendo aquella con la que nos sintamos más cómodos.Otro sistema pasa por nuestro ya consabido diálogo interno. Cambiar nuestro diálogo interno amenazante puede ser una de las mejores vías para eliminar el estrés.
Pero en cualquier caso, lo más importante es ser conscientes de que eso nos sucede, darnos cuenta de cuáles con las situaciones o personas que nos estresan, escuchar qué nos decimos, observar cómo reaccionamos y sobre todo, creer que podemos hacer algo para tomarnos las cosas de otra manera, para reaccionar de un modo más relajado. Con la convicción que haciendo eso estamos ganando en salud, bienestar y posiblemente en años de vida.
El cómo lo hagamos dependerá de nuestra idiosincrasia personal, aunque me permito recomendar que utilices varios métodos. Habrá momentos en que una sesión de relajación o mindfullness te vendrá muy bien. Habrá otros en que podrás evitar sentirte mal tan sólo observando tu diálogo interno. Otras veces quizás sea mejor salir a dar un paseo, ir a hacer deporte o pasar un buen rato con amigos. Pero en cualquier caso, lo esencial es que hagas algo con ello. Y no digas que no tienes tiempo. Es tu salud la que está en juego.
¿En qué momento te haces consciente de que te estás estresando? ¿Consigues pararlo antes de que suceda? ¿Sabes cómo relajarte si ya has entrado en estado de estrés?
Mertxe Pasamontes
Comments
Son unas ideas muy bien expuestas y claras, hay que luchar para llevarlas a cabo.Gracias Mertxe.
.-= Ahora mismo, en el blog de ane: El DILEMA =-.
¡ya está bien de asustar y alarmar a la gente diciendo cosas como, por ejemplo, que por vivir situaciones de estrés puedes acabar padeciendo cáncer!
«esas situaciones acaben a menudo por propiciar enfermedades crónicas o hasta un cáncer»
.-= Ahora mismo, en el blog de Basilio Pozo-Durán: Nos queda todo por hacer (Basilio Pozo-Durán) =-.