¿Te autoengañas?
El tema del autoengaño es quizá uno de los puntos principales en cualquier terapia o sesión de coaching. En nuestra vida una de las cosas que nos impide avanzar, bajo mi punto de vista, es precisamente eso, el autoengaño. Delante de la realidad podemos tomar varias opciones:
– Pensar que lo que ocurre es debido a una circunstancia externa en la que no tenemos ninguna opción de actuar.
– En la línea del anterior, podemos creer que el impedimento es interno ( nos falta alguna capacidad, habilidad, cualidad, etc) y por tanto no tenemos ninguna capacidad de actuar tampoco
– Buscar tanto dentro como fuera los recursos para cambiar aquello que deseamos cambiar.
Es obvio que las dos primeras opciones caen dentro del ámbito del autoengaño ( podéis también llamarle comodidad mental o costumbre) y la tercera es la que nos da la posibilidad de generar opciones.
Esta reflexión que hacía días que venía haciendo para mí misma me ha saltado hoy a primer plano al leer en la Contra la entrevista que le hacen a Flavio Briatore jefe de la escudería Renault de fórmula 1. Sin ánimo de juzgar a alguien que no conozco no dejan de sorprenderme algunas de sus afirmaciones:
¿Qué hace por Kenia?
Reposar, relajarme, apartarme de todo. Me he hecho una casa en Kenia, y estoy muy a gusto cuando voy por allí, que es mucho menos de lo que desearía. Kenia es un país fabuloso, ¡se lo recomiendo a todos!
¿Cuál es ahora su gran sueño?
Un mundo mejor.
¿Cómo sería ese mundo?
Un mundo sin tragedias como la del terremoto de los Abruzzos, en Italia…
[…]
Me hablaba de un mundo mejor…
Uno en el que la gente no se quedase sin trabajo, un mundo más igualitario, un mundo en el que todos pudiesen comer al menos una vez al día. ¡Hay todavía mucha hambre y miseria! Me parece increíble que en el año 2009 haya todavía enfermedades como la malaria, tantas muertes, tanto conflicto, tantos problemas para tanta gente…
Quiero pensar que Briatore no es simplemente un hipócrita que dice aquello que piensa que le va a hacer quedar bien si no que en lugar de enfrentarse a la realidad, emplear sus recursos personales y hacer algo, se autoengaña creyendo que con formular estas frases, con decirlas en voz alta ya está cambiando algo. Y es obvio como hemos dicho en otras muchas entradas que la única manera de cambiar las cosas es actuar.
No obstante, no quiero que esto parezca un ataque personal hacia Briatore, ya que como he dicho no lo conozco y tal vez tenga una Fundación o algún tipo de fondo de ayuda que desconozco. Simplemente me sirve como ejemplo de una actitud a la que asisto a diario, esa especie de creencia que sólo con decirlo ya está cambiando algo, esa actitud que a veces nos hace ir al psicólogo o al coach simplemente para desahogarnos pero sin ninguna intención verdadera de realizar el esfuerzo de cambiar las cosas.
¿Crees que basta con manifestar una intención para que suceda algo? ¿Te atreves a pasar a la acción cuando es necesario o te autoengañas con bonitas palabras?
Mertxe Pasamontes
Comments
Referido a las cuestiones que se nos plantean en éste post, creo interesante el artículo publicado hoy lunes 11 de mayo en “La Contra” de La Vanguardia. Me gustaría saber tu opinión acerca del tema, si no es mucho pedri, y como especialista en la materia. Saludos cordiales!.
Quien no se autoengaño en algún momento de su vida,o quizás en muchos de ello,seria muy bueno para todos darnos cuenta de cuando andamos metiendo la cabeza como una avestruz,,,,pero por desgracia no lo vemos,
Es por eso que buscamos ayuda a personas como tu,para que nos abras esa puerta hacia la verdad,,,,
Quizás aun esté a tiempo de bucear dentro de mi mente,
Gracias anticipadas pues por tu artículo-opinión, Mertxe!.
Y sí, creo que sí, que nos autoengañamos, y quizás lo peor de todo no sea el hecho en sí, sino que la sociedad en la que habitamos se ha creado toda una serie de mecanismos y subterfugios para que ése autoengaño sea el máximo de sibilino y complaciente, atractivo e irrefutable, diríase que casi necesario.
¡Y qué caramba!, con la dureza de la realidad que nos envuelve, y a fuerza de ser sincero: ¿Quien es capaz de auto-negarse un dulce con forma de autoengaño? ¿El fin justifica los medios en éste caso? ¿No es la religión un autoengaño de cuidado? ¿Y la política? ¿Y el romanticismo? El tema, sin lugar a dudas, da mucho de sí, y me parece interesantísimo.
Imaginar es gratis…
Gracias por todo de nuevo, Mertxe, y hasta otra ocasión!.
Saludos cordiales.
Visito tu blog por primera vez, de rebote de Yoriento. Me parece muy interesante.
Respecto a lo que escribes, tienes toda la razón.
Saliéndome un poco del hilo conductor, a veces manifestar cosas suponen ya un cambio. Por ejemplo, los generadores de opinión, personas por ejemplo con una amplia información de su área, reputación y credibilidad, para las que basta con que manifiesten una idea para que ésta se cumpla. Éstos pueden ser por ejemplo los generadores de expectativas, en economía, que dicen que piensan que algo puede subir de precio para que realmente lo haga.